La transición de una pandilla de chicos y chicas a la edad adulta con la aparición de las renuncias y del miedo a la pérdida era el trasfondo que podía adivinarse en esta comedia que no se oculta como tal, de aventuras, ochentera, de marcadas pretensiones de complacencia hacia el público infantil, dirigida por Richard Donner ("La profecía", "Superman") y producida por Steven Spielberg.
Clara inspiradora de la posterior y superior "Super 8" , en el fondo ésta lo que ha pretendido es llevar a los cines en masa a aquellos que vieron "Los goonies" en su día, con la suficiente inteligencia como para suponer que los gustos de éstos no podían ser los mismos tantos años después, añadiéndole capas donde hincar el diente, hablando de la fascinación por la imagen (en el fondo es un público aún no abducido por lo peor de lo peor y con un cierto amor por el cine), hablando más y mejor de la pérdida y de esa iniciación, donde en "Los goonies" simplemente no hay capas o no se potencian lo suficiente, y despojando al producto actual de un tono de comedia bastante simple y discutible que ni funcionaría hoy ni seguramente se reconocen los responsables de "Super 8" competentes para ello.
"Super 8" no funciona en los macguffins, donde tampoco "Los goonies" funciona, pero pule y madura inspiradamente un producto que tiene 25 años a sus espaldas, al que con sus limitaciones importantes hay que reconocerle su condición de primigenio, generacional y artesanal. A mi en particular no fue la que más me influyó, recuerdo mucho mejor "Gremlins" o sobre todo "Juegos de guerra", aunque la película desde la que he llegado a Andrei Tarkovski y a Chantal Akerman, tengo que escribirlo es..."Delta force", lo que me gustaba en tiempos las tribulaciones de Chuck Norris y Lee Marvin.
Yo me he visto Los Goonies este año, porque mi hermano es un fan acérrimo de ella, y me cuenta que es un film de culto con adictos pirados por todo el mundo. Así que se la regaló a mis hijos, escandalizado de que su padre no les hubiera puesto en contacto con tamaña experiencia, y nos la vimos en familia.
ResponderEliminarA mí me pareció una versión moderna de La isla del tesoro en la que se buscaba recuperar una inocencia perdida siglos ha.
Que hayan sustituido el barco pirata por una nave espacial debe de ser cosa de los tiempos que corren, a pesar del sorprendente éxito de la soporífera saga caribeña, que ostenta el dudoso honor de ser la peli (o pelis) de piratas más aburrida de la historia del cine.
En casa no nos ha entusiasmado demasiado, porque nos hemos vuelto muy serios seguramente, pero tiene una pinta excelente y mucho más que digna para ponerle a niños más desprejuiciados para gozar con sus personajes secundarios cómicos y sus golpes de humor ochenteros.
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