Tarkovski, ¡nenaza!
En la última temporada dos directores parecen haberse acercado a "Sacrificio", Lars Von Trier desde la devoción algo ingenua de su colorista fotonovela de autoayuda "Melancholia", y Bela Tarr, evidenciando que el ruso era un director comercial que nada sabía y nada le interesaba de la verdadera radicalidad.
"El caballo de Turín" es casi la representación en pantalla de lo que el público que le ha prestado poca atención a Tarkovski cree que es Tarkovski y no es. Consigue situar de forma apabullante la película, en un blanco y negro memorable y en una casa aislada azotada por el viento, con la cámara a la altura de los personajes, tan cercana a ellos.
Estructurada en seis días, y unas parsimoniosas rutinas que se van quebrando muy poco a poco (como película sobre la rutina sin duda me quedaría con "Jeanne Dielman") , la película es algo frustrante no tanto por su repetición si no por su exceso indigesto de gravedad en rostros y ademanes excesivamente parcos, ariscos y silenciosos, contrarrestando en cierta manera la excelente manera de ubicarte en la película e impidiendo el efecto hipnótico y la distorsión de los sentidos hacia la que se iba en tan buena dirección. Como pasa con "Inland empire", la película gana con alguna cabezada que imite ese efecto de distorsión de los sentidos que busca esa espectral casa azotada por el viento.
Esos personajes sólo están expresando la negrura más absoluta, la precipitación total hacia el vacío, la distancia que se siente hacia esas dos figuras es infinita (lógicamente tampoco se busca una identificación psicológica) provocando que resulte más aburrida y vacía de un sentido estimulante de lo que podría ser un film tan bello.
¡Si al fin y al cabo "Sacrificio" habla de acostarse con la criada como remedio al fin del mundo!
"El caballo de Turin" quizás requiriese algo menos de autoimportancia y una pizca calidez, no en su guión ni en sus imágenes, más bien en su pose exigente que da a cambio brochazos en negro indiscriminadamente.
El caballo de Turín es la misma que Andrei Rublev?
ResponderEliminarNo, a pesar del blanco y negro muy similar se llevan casi 40 años. "El caballo de Turín" es un estreno en cines españoles de este mismo año.
ResponderEliminarNo conozco nada de Bela Tarr, pero me da una pereza tremenda, son pelis larguísimas.
ResponderEliminarMuchas pelis, poco tiempo, hay que hacer descartes, como Vicente del Bosque, o recortes, como Mariano.
Ricar2, completamente de acuerdo, y cuanto más se asuma menos ansiedad juvenil.
ResponderEliminarMi favorita y una de las menos largas, es "Kárhozat" del 88, pero igual las ideales para empezar son "Werckmeister harmóniák" y "Satántángó" (la más larga), que suelen ser las que más consenso despiertan.
ResponderEliminarLa referencia Tarkovskíi no me sirve de mucho, son bastante distintos.
El ruso era más variado, siempre había algo ridículo o simpático en sus films (y me refiero a algo central, incluso si muy tapado o fingido) y desde luego no encuentro en todo Tarr nada tan emocionante - un concepto que casi parece evitar el húngaro - como por ejemplo aquel minuto sin gravedad de "Soliaris".
Tarr tiene más en común (especialmente desde que codirige con su mujer y montadora habitual, Agnés Hranitzky y todo se volvió más lento y desabrido hasta culminar en esta que comenta Sergio que no tiene ya "concesiones") con Kieslowski, su compatriota - y muy superior para mi gusto, tan olvidado por desgracia - Jancsó y hasta un poco de Angelopoulos o Radev y otros centroeuropeos cuyos nombres son antónimos de lo divertido y lo ligero por muy buenas que sean algunas de sus películas.
Sí, desde luego, Tarkovski y Tarr son muy diferentes y espero no llamar a error. Yo lo traía a colación porque de alguna manera echaba un poco de menos sin poder evitarlo la película que habría hecho Tarkovski en esa cabaña con ese feroz viento, con ese blanco y negro. Una geografía que a mi me casa con él, pero dos figuras humanas que se dan de bofetadas con el cine del ruso. También creo que quien conoce de oídas o por encima el cine de Tarkovski tiene equivocadamente una película como "El caballo de Turín" en mente.
ResponderEliminarMe da una pereza enorme porque mis dos primeros acercamientos a su obra, 'El hombre de Londres' y 'Armonías Werckmeister' no fueron muy afortunadas. Aunque hubiera algún momento sugerente, por su empleo del largo plano secuencia, se me hicieron muy aridas. Ya que mencionais a Tarkovski, sus nociones, o mejor dicho materializaciones, del tiempo, de la duración, me parecen muy diferentes. El cine de Tarkovksi, para mí respira. Puedo estar viendo a un hombre cruzar ocho minutos una piscina con una vela en la mano que levito con la lengua colgando. En cambio, con Tarr se me hace espeso. Trkovski, como bien se dijo, esculpe el tiempo. Con Tarr siento que le están poniendo ladrillos encima hasta que se asfixie.
ResponderEliminarPues yo debo ser muy raro, pero a mí Tarr sí que me emociona y no me aburre. Pocas veces he sentido una conmoción mayor que cuando aparece el anciano desnudo en "Werckmester Harmóniak" o el final de "A Torinói ló", que me parece una película sublime. "Karhozat" es maravillosa también, como su corto "Prologue". Quizá la que menos me guste sea "A Londoni férfi". La que no he visto todavía es "Sátántangó", que me da pereza por la duración.
ResponderEliminar"Solaris" me gusta, pero prefiero la novela de Lem.
Saludos.
Y además a Tarkovski, a pesar de que en sus declaraciones era más engolado que en sus películas, no le da miedo filmar a humanos que dicen cosas, que eso, pueden ser más ridículas o simpáticas, pero nunca puso a monigotes callados, cabizbajos y enfurruñados. Es algo que no es malo en si mismo, pero en esta película es negrura sin matices y sin objeto.
ResponderEliminarNo eres raro, Carlos C., de hecho Tarr tiene mucha aceptación crítica y de ser una completa tontería no querría decir nada sobre él. Hay cosas asombrosas y hermosísimas en "El caballo de Turín", simplemente es que no sintonizo con esta película. Y no hay que dejar de lado lo que dice en uno de los links que he puesto, a mi me ha sido imposible verla en pantalla grande.
ResponderEliminarDe hecho en los dos links se menciona la importancia primordial de la pantalla grande.
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