Como preveo que no me va a apetecer enrollarme mucho sobre las pelis de los Oscars. Notas rapiditas.
ZERO DARK THIRTY: Impresionante peliculón que se ve con los ojos muy abiertos y la mueca algo torcida. No está de más preguntarse si es completamente inocente que la protagonista del asesinato de Bin Laden sea una Jessica Chastain, presención del año y divina de la muerte escena a escena. Cómo vas a ser crítico con el qué o el cómo. Te rindes. No está de más preguntarse si es aceptable que la tortura aparezca como una pesquisa policial cualquiera de cine de género, incluso útil, sobre la que nada se juzga, cuando hablamos de una historia real y es un asunto candente que está ahí. Y no está de más preguntarse si es o no es inmoral la cámara nocturna subjetiva que convierte el asalto en un videojuego en el que van apareciendo pérfidos terroristas a los que disparar. Por qué no preguntárselo sin por ello cuestionar el poderosísimo, inmenso talento visual y narrativo de Kathryn Bigelow.
DJANGO UNCHAINED: La película más larga de Quentin Tarantino considerando a los Kill Bill como obras independientes. Un hilo argumental escasísimo e insuficiente para 165 minutos que me aboca a dos posibles tesis. A) Tarantino está metido en un callejón sin salida con los géneros setenteros a punto de acabarse. B) El fallecimiento de su montadora habitual, Sally Menke, le ha ocasionado problemas de entendimiento y de ritmo con el nuevo montador Fred Raskin. La película me pareció insualmente lenta y con total falta de acoplamiento entre la cadencia de los diálogos y el montaje de las imágenes, que solía ser prodigioso.
El próximo fin de semana, o cuando me sea posible más...o vaya usted a saber, porque como Fred Astaire y Ginger Rogers llevamos un ritmo loco...
¿Dices que la próxima entrada del blog va de Fred Astaire y Ginger Rogers? Pues, entonces, no me la pierdo...
ResponderEliminarDe "La noche más oscura" trato en mi entrada semanal en Cinema Genovés, de modo que a ella remito mi comentario. En cuanto a lo último de Tarantino, me haría falta ánimo más que desánimo para acercarme a ella. Así que... "Kill Bill" me gustó, pero para mi gusto le sobraba la mitad. Y en ésta dices que es larga y lenta. Así que...
Sigamos la flota.
Salucines
Let's face the music and dance en cualquier caso.
ResponderEliminarSaludos
JOder, no he podido ver nada todavía, ni el Anderson, ni estas dos... este año el eter parece algo espeso.
ResponderEliminarSaludos
Roy
El año es largo, compañero, el año es largo...y no caducan...Tiempo al tiempo, que yo he empezado flojo también ¡ni un clásico! y llevamos 15 días...
ResponderEliminarSaludos
A mí me exasperó y aburrió (no sé qué más) la de Tarantino, insoportable, ridícula y absolutamente contraproducente por momentos (te ries especialmente cuando no debes y deja en muy mal lugar a los actores). Hay por cierto hasta una versión "HDremix" flotando en la red para los que se quieran ahorrar los tiempos muertos, como una remezcla para discotecas (!).
ResponderEliminarY me pareció bien dentro de sus limitaciones (algunas no muy diferentes de las de "Argo" o "Munich": cómo se echa de menos a Preminger) la de Bigelow, que - no era tan difícil - remonta el vuelo desde su anterior (y peor film que ha hecho) "The hurt locker".
La de Tarantino ni se me quiera se me va restituyendo en el recuerdo, y eso que yo siempre he hablado muy bien de él. No hay ni rastro como siempre del supuesto cine homenajeado, es completamente personal, pero está muy mal cosida y no tiene punto de comparación con "Inglorius basterds", "Kill Bill", y ni si quiera me parece comparable a "Death proof".
ResponderEliminarLa de la Bigelow me sigue dando buen rollo ante la perspectiva de ver cosas de la terna de este año como "Lincoln", que me causa un terror infinito, y es que procuraré alternar esta cosecha de majors con "Tabu" o "Once upon a time in Anatolia", que hace tiempo que quiero ver.
A mi Tarantino ya me aburrió con las interminables conversaciones de Death proof, que no tenían ni gracia ni interés. Parece que ha perdido el punto de equilibrio que mantenía en sus anteriores trabajos, que a mí me encantan. No he visto aún la de los bastardos, y esta del Django por lo que dices mejor me lo ahorro hasta que la pasen por la tele.
ResponderEliminarSaludos. Esperamos impacientes la segunda parte del post.
A ver qué y cuando la segunda parte. Debería ver para ello Lincoln y Bestias del sur salvaje por lo menos. Y la primera estoy por sustituirla por sendos visionados de Ford y Griffith, pero al final me va a poder más el fashion victim. A ver qué tal se da este fin de semana. Aviso que Los miserables o Amour ya las vi y no tengo suficiente que decir sobre ellas.
ResponderEliminarLa de la Bigelow me la iba a ahorrar, aunque debo reconocer la maestría de la directora en la que hizo de los artificieros para conseguir que el espectador se ponga en seguida de parte de los iraquíes y estés deseando que una bomba se lleve por delante a toda esa horde de retrasados mentales que llevaron los americanos allí, que uno estaba tentado de pensar que la invasión se preparó para quitarse cafres del suelo patrio.
ResponderEliminarPor lo que cuentas es la apoteosis definitiva de la diosa aniquiladora cargándose al último totem de la facción (supuestamente) patriarcal del orbe. Como ya se sabe que las diosas suelen ser muy exigentes en lo tocante a sacrificios humanos, es de rigor que aquello sea una carnicería.
A mí me gustó la de Tarantino, en general, si bien también creo que está en un callejón sin salida, y lo que apuntas del montador (que desconocía) es muy interesante. Lo que no entiendo es por qué le dejaron que rodara dos finales, y pusiera uno después del otro, la película se acaba dos veces y los últimos 20 minutos son un suplicio esperando que se repita lo que ya has visto.
Y a Lincoln no le pasa nada, es un mix de Tempestad sobre Washington y Río grande que no llega a la altura de los originales (aunque a Spielberg le encantaría, claro) pero se ve bien.
La de los artificieros y ésta están unidos por un pequeño y gracioso detalle. El vacío existencial que deja en agentes y soldados el fin de la carnicería. Aquí hay una escena sublime de lágrimas equiparable al aburrimiento de aquel soldado en el super antes de volver a la masacre. Aquí la diosa, la imagen de Saint-Laurent, es exigente e insaciable.
ResponderEliminar"Lincoln" me dice poco, la verdad. Lo que cuenta, fría, poco imaginativa y morosamente ya lo había visto mucho mejor filmado y más intensa y emotivamente en "Advise and consent" como dice Abbas, varias finales de Ford, "Run of the arrow" de Fuller, algún Griffith que cumple casi un siglo...
ResponderEliminarla mayoría peor recibidas que este legajo y por supuesto ya olvidadas.