Ahora que el alma torturada de Alfred Hitchcock está de moda con dos obras, he decidido obviarlas para volver a la propia obra, una vez más, del Alfred Hitchcock artista y pensador de cine (que me atrapa, me seduce, me emociona y me entretiene más). En el libro de Truffaut no dicen nada sobre la historia de joyas de "Atrapa a un ladrón" y se centran en Grace Kelly y la sexualidad. Precisamente un precioso documental sobre esa mujer y ese tema (y sobre la Costa Azul) es este prodigioso divertimento al que siempre despreciamos gracias a las pésimas artes de la inolvidable CICVideo (que dicho sea de paso no pudieron con Vertigo, fascinadora desde el primer momento).
Pero el fin de semana se lo quería dedicar a un director que fue para mi un número 1 absoluto cuando hacía ránkings de estas cosas, y que volvería a serlo si volviera a hacer ránkings. Llevo varias semanas pensando con qué películas volver a él. Y no he escogido películas arquetípicas, ni lo he hecho porque abran y cierren su carrera. Tienen las dos un punto de rareza dentro de la persistencia de temas reconocibles. De rareza en el mejor sentido de la palabra, no por la existencia de más de un John Ford, sino por la existencia de un John Ford multidimensional.
Situada hacia el final de la etapa muda, divertirá a la mirada más jocosa ver en el argumento la premisa de "Salvar al soladdo Ryan" en negativo, un ejército que insistirá hasta ver muertos por la Madre Patria a los cuatro hijos de una madre.
A quien asocie a John Ford con una poesía de extrema sencillez, que también la hay, sorprenderá muchísimo esta película, por haberse articulado una obra pródiga en grandes movimientos de cámara y bañada en una producción (más unida al sello Fox que a un hipotético sello Ford) que la acerca más a obras de Vidor, Von Sternberg, Lang, Murnau o Pabst. Es, no sólo argumentalmente, una película insólitamente alemana en un muy buen sentido de la palabra para Ford.
"Four sons" es una riquísima obra que en no más de 100 minutos incluye comedia, costumbrismo, drama, poesía, Baviera, el frente, New York, Ellis Island, en un ejercicio de síntesis, de mezcla de tonos y de engranaje cinematográfico tan bueno como el de algunas de las obras más reputadas del periodo (pienso en el The big parade de Vidor, que es una de las canónicas que nunca llego a disfrutar verdaderamente).
SIETE MUJERES
Siempre es tentador pensar esta película, que hacía siglos que no veía, en términos testamentarios. Pero no es así. Ford tenía proyectos que no se llevaron a buen puerto.
"Siete mujeres", que despierta una enorme admiración, aunque no es una de sus obras más celebérrimas, puede ayudar a explicar la diferencia entre Ford y un buen director.
Tiene una estructura teatral claustrofóbica bastante típica, de personajes opuestos y de aumento de la tensión entre ellos. Pero no es la baza que juega.
"Siete mujeres" ventila limpiamente en 80 minutos una determinada visión del mundo, abierta y vitalista desde la tensión y la tragedia. Le suelta cinco o seis bofetadas a moralismos vigentes. Es un vendaval que retoma una de sus queridas comunidades pero lo hace desde una cierta apreciación de mala salud en la misma. Y a esa comunidad le opone la actitud de abrirla, abrirse y mojarse a fondo en el mundo y en la vida. Hasta el fondo y hasta las últimas consecuencias de una profesión y de una vida.
Como semejante maravilla no es fácil de explicar, parece que hablo de una obra de tesis, pero no es así, todo está en la película de una forma fluida, natural y elegantemente melodramática. Y Anne Bancroft es sin duda uno de los personajes femeninos más inolvidables de la historia del cine. Para aprender mucho más de ella que de la mítica y de existencia verdadera Anna Sullivan.
Dos de mis films de Ford favoritos, coincido en tu apreciación sobre el personaje de la dra Cartwright, admirable en todos los sentidos, la última secuencia del suicidio es uno de los momentos más bellos y emocionantes de la obra de Ford, digna del Mizoguchi (pienso en el final de Yuki o en el suicidio de la hermana del protagonista del Intendente Sansho) pero la última vez que la vi me asaltaron dudas sobre la interpretación de Anne Brancroft, sé que se incorporó en el último momento al rodaje por un accidente de Patricia Neal (elección más ajustada, en mi opinión) creo que Brancroft sobreactúa en algunos momentos pero el personaje es tan complejo y apasionante que se acaban por obviar estos excesos (repito que es mi opinión y que nadie tiene que compartir y en cualquier caso es una objeción mínima que apenas percibí las primeras siete visiones), en cualquier caso no me extraña que Ford (católico) sintiera un cariño muy especial (como confesó a Bogdanovich) por este personaje que se sacrifica por salvar a los demás.
ResponderEliminarRoberto
Sí, muy cierto, es tan fascinante como personaje que eclipsa cualquier duda legítima que se pueda tener sobre la interpretación.
ResponderEliminarHe visto Siete mujeres y me gustado mucho ese personaje de Bancroft, nada habitual.
ResponderEliminarSaludos.
Es increíble, es una mujer muy profesional, que ha vivido, que ha visto mundo, que se ha imbuido de ideas nuevas, adelantadas a su tiempo, pero llenas de un profundo humanismo.
ResponderEliminarA mi me parece una prueba más de la senilidad de Ford tras Liberty Balance, después de un bodrio abyecto y casi fascista como La taberna del irlandés, y de una western pomposo, solemne y academista le toca el turno a una película teatral, descompensada, ideológicamente discutible en la que dudo que Ford comprendiera a los personajes. Tanto trabajo cuesta reconocer que muchos maestros entraron en decadencia en la fase final de su carrera, ejemplos Hitchcock, Hawks, Renoir o Ford.
ResponderEliminarAntón
Por cierto se me olvidaba, Roberto la sola idea de que exista alguien capaz de ver siete veces Siete mujeres, como mínimo, me deja completamente perplejo. Aunque es tu tiempo y puedes administrarlo como te dé la gana.
ResponderEliminarAntón
Esa es la visión que tenemos ahora de Scorsese, Spielberg o Eastwood y los hay que ofrecen una visión crítica completamente distinta. Los espectadores quizás a veces somos más lentos que los propios directores asumiendo cambios o una evolución.
ResponderEliminarYo no tengo que hacer ningún esfuerzo para preferir por su perfección, intensidad o emoción a "Su juego favorito" contra "La fiera de mi niña" (o "Hatari!" a "Solo los ángeles tienen alas"), a "Marnie" antes que a "Recuerda", a "Siete mujeres" antes que a "Las uvas de la ira" o "La patrulla perdida", a "Comida sobre la hierba" o la trilogía en color sobre casi cualquier Renoir de los 30, y no digamos ya "La tumba india" sobre casi cualquier Lang, incluido "Metropolis".
La clave puede estar en el gusto caprichoso de cada uno, obvio, pero la explicación de esos rechazos tan frontales y esas añoranzas de otras épocas puede estar en que cada cual se forma en un determinado momento de su experiencia como espectador un Ford canónico, un Hawks canónico etc...Que normalmente acostumbramos a entender tarde y mal cambios sobre ese cánon mental que nos montamos. No siempre y no con todos.
Hombre, no es por invalidar la tesis de la decadencia, pero es por plantear una tesis que pueda ser más estimulante y que invite a buscar donde a lo mejor sí hay.
Pues a mí no me suena de haberlas visto, pero me llama la atención la de "Four Sons".
ResponderEliminarSaludos!
"Fours sons" creo que no está editada, "7 mujeres" está en la colección de cajitas negras de los más famosos grandes almacenes. Eso sin hablar de los prados donde está todo, claro.
ResponderEliminarSaludos
Dejaos de monsergas y lo que teneis que ver es Forbridelsen. Supera a toda la obra de Ford junta. No os la perdais. De nada.
ResponderEliminarPaco
Eso es "The killing" ¿no?. No tengo tiempo ni paciencia para series de tv. Sólo he visto dos maravillas de la HBO, pero en 84 horas que puede durar una prefiero ver 42 películas. Y probar texturas diferentes, que me temo que mucha tv atrofie el paladar ante la diversidad de imágenes. Muchos tvadictos a los que leo ya no les apetece ver pelis y las quieren "facilitas". Eso para mí sería un drama personal.
ResponderEliminarUn saludo