lunes, 27 de marzo de 2017

¡BRUJA, MÁS QUE BRUJA!



La recuperación de Fernando Fernán Gómez como director maldito va un tanto aparejada a su indscutible capacidad como retratista de una España negra y miserable. Lo cual es totalmente cierto pero como todo lo cierto es incompleto.

Viendo "¡Bruja, más que bruja!" cualquiera enontrará sobrados motivos para exégesis en ese sentido, pues la obra gira entorno a un pueblo de la España profunda y el vaivén de miserias, represiones y supersticiones que en él se dan.

Pero, ah sorpresa, aparece mas nítido que nunca un brillante formalista al que quizás pocos aprecien pero que resplandece en esta innumerable obra maldita del cine español.

Como si fuera Jacques Demy o peor y mejor aún, un Denis Potter avant la lettre, se saca de la manga una zarzuela propia con música de Carmelo Bernaola en la que expertos doblan en los cantabiles al maravilloso reparto que encabeza el propio Fernando Fernán Gómez, Paco Algora, Estela Delgado (verdaderamente sublime como Rufa), Mary Santpere y Emma Cohen, tan esplendorosa como Kim Novak en las películas de Richard Quine.

Uno se imagina a Fernán Gómez cenando con su guionista Pedro Beltrán, con el músico Bernaola, con Emma Cohen, con su equipo y amigos en el Madrid de la Transición diseñando sin importarles un pimiento nada una película libre, colorista, llena de imaginación, de agudeza, de juego con el espectador y a favor del espectador, de música, de sorpresa...

12 millones de pesetas y cuatro semanas en San Agustín de Guadalix para una película cuya taquilla no fue "ni bien ni mal" pero que estaba un tanto olvidada y a mí me parece una joya musical de imágenes fulgurantes, sentido del humor deslumbrante e interpretaciones inspiradas. El buen regreso de "El mundo sigue" a las pantallas la trajo de rebote. A aquella obra maestra hay que seguir agradeciéndole infinitas bondades.

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