miércoles, 27 de marzo de 2019

PASIONES DE CINE


Pasiones de cine


Vaya, otra entrega en la que no les puedo hablar de  Zama, qué mal calculo, creo que iré a verla mañana. Tampoco les voy a hablar de Scarlett O’Hara ni de Casablanca, estas pasiones de cine, ya lo habrán adivinado por las fechas, son las referidas a las películas que narran la vida, crucifixión y resurrección de Jesucristo.
Cuestiones de fe
Les centro brevemente el artículo. Esta escrito desde el punto de vista del no creyente, ateo comienza a sonar demasiado agresivo, pero del no creyente que no soporta la incultura. Les hablo desde el amor a las pasiones de Bach, les escribo mientras escucho el Mesías de Haendel dirigido por John Elliot Gardiner, les hablo desde el amor a Dreyer,  desde el amor a las iglesias románicas y a las catedrales góticas y desde el convencimiento de que la cultura judeocristiana ayuda a comprender múltiples de las vilezas y grandezas de la Historia, del lugar en el que vivimos y de sus gentes y cómo piensan y por qué actúan como actuán.
Cualquier maestro sabe que una de las pequeñas pasiones e inconfesables placeres que depara la profesión es dirigir obras de teatro. Yo he dirigido pocas pero una de ellas era una representación navideña, cuando los colegios públicos no estaban presos de un sinfín de susceptibilidades. Hace ya más de diez años de eso. Muchos miembros de la comunidad eran de la izquierda laica, nadie se ofendió, a nadie molestó. Como tampoco resultaría incómodo para uno de nuestros protagonistas de hoy dirigir una de las mejores Pasiones cinematográficas de la Historia del cine,  la mejor, desde su posición de ateo. Eran otros tiempos, intelectualmente menos estafadores.
Me voy a centrar únicamente en dos películas. Nada que objetar al cine de estampita de Hollywood, simplemente me centro en las dos películas que considero más emocionantes, y al margen de ser europeas y dirigidas por italianos son ciertamente muy diferentes entre sí. Tenemos una tercera invitada. Una invitada fantasma pero eso lo verán al final. Comenzamos por la menos conocida.
El famoso cine didáctico
Roberto Rossellini llevaba unos diez años trabajando mayoritariamente para la televisión, donde había rodado algunos de sus trabajos más prestigiosos como SócratesLa toma del poder por Luis XIV o una serie llamada Hechos de los apóstoles. En 1963 planteó que abandonaba el cine para explorar las posibilidades didácticas de la televisión y construir una especie de enciclopedia sobre el conocimiento humano.[1] Criticaba el que el cine se hubiese enfocado exclusivamente hacia el espectáculo sin saber por entonces, pobre hombre, que la televisión acabaría por hacer exactamente lo mismo.
El Mesías (1975) iba a ser su última película de ficción, rodada en Túnez, con el nombre sorprendente de Tarak Ban Ammar en la producción ejecutiva de ese país, un hombre lo suficientemente inteligente como para estar en esta maravilla y después en La vida de Brian, también rodada en Túnez, la pasión de Zeffirelli, trabajar en el rodaje de En busca del arca perdida o para que pasasen los años y emprenderla sin prejuicios con el Femme fatale de Brian De Palma.
La película es completamente fiel a todos los postulados del director sobre la televisión que se describen en el artículo al que les remitía antes y pueden ampliar con la bibliografía que el propio artículo les facilita.
Lejos de la lírica antropológica de la película que les comentaré a continuación, Rossellini se esfuerza desde el primer minuto por hacer comprender la naturaleza cultural del personaje, anclado en las huidas y esperanzas del pueblo hebreo y en la promesa de un mesías salvador y redentor. Yo quería hacer entender a mis alumnos cuál era la naturaleza de esa historia aunque por entonces solo conocía la obra de Pasolini y no estaba tan acentuada esa cuestión como en Rossellini.
Desde esa aclaración de los minutos iniciales, se narra a continuación toda la conocida serie de hechos donde se intenta recoger el pensamiento cristiano a través de los diálogos, prescindiéndose (aspecto muy criticado por los creyentes) de los milagros, que es algo que quizás no entrara en las pretensiones recopilatorias que latían en el director de las ideas y el pensamiento que había regido la Humanidad, recuerden que esto es parte de una Enciclopedia.
La narración fluye desapasionada, puramente descriptiva y muy sencilla, sin emoción. Aunque quizás de ello sí que se desprende una cierta emoción. Rosssellini está filmando su enciclopedia pero no por ello se dedica a sellar planos sin orden ni concierto, sino que en un bello color sin pretensiones surgen planos, secuencias y momentos de una enorme belleza que nunca se impone a la descripción sumaria por la que lucha concienzudamente la película sin despeinarse.
Los lugares naturales (Túnez y la localidad italiana de Cassino) tienen un enorme protagonismo pero es la palabra con su primitivismo, con su artificio y con todo lo conocido que tiene el legado en el acervo cultural lo que se adueña de la película sobre todo en su segunda mitad.
Hoy en día es una película bastante olvidada en favor de la de Pasolini, no digo que sin justicia, pero las dos podrían convivir en la memoria cinematgoráfica perfectamente porque la obra de Rossellini es magnífica y desde aquí se la recomiendo encarecidamente si no la conocen (y les interesa lo que cuenta y las distintas maneras que ha habido de contarlo).
La pasión según Pier Paolo
¿Se imaginan hoy en día a un intelectual de izquierdas dirigido una película sobre la vida de Cristo?, ¿se imaginan dedicándosela a la memoria de un Papa de Roma?, ¿alguien hoy en día podría dudar por ello del compromiso de Pasolini con la crítica al sistema y a las estructuras de poder?.
Dedicada a la “amorosa memoria de Juan XXIII” , fallecido en 1963, en su búsqueda de la pureza y la inocencia de los mitos que han forjado la Cultura, Pier Paolo Pasolini rodó mayoritariamente en Italia pero con alguna localización en Marruecos, amén de lo filmado y no utilizado en la película que puede verse el fastuoso documental Sopralluoghi en Palestina per il evangelio secondo Mateo, en el que viaja por los lugares en el que se desarrollan los evangelios, ¡acompañado de un sacerdote!..
La película ilustra pasajes de sobra conocidos pero no vence el ánimo ilustrativo sino la emoción. En la selección de los rostros (si alguna vez la palabra Verdad tuvo sentido en el cine fue aquí), en los parajes, en la selección de la música (Mozart, Bach, Prokofiev, la original de Bacalov y Rustichelli, espirituales negros,  Missa Luba -misa en latín como se canta en el Congo- espirituales negros…)…
Es una película con una innata capacidad para emocionar al no creyente, dándole pleno sentido a pasajes bíblicos interpretados desde el humanismo revolucionario-marxista si se quiere-pero humanismo revolucionario (en el sentido menos armementístico posible) connatural a cualquier sensibilidad.
Terminamos antes diciendo que es una de las más bellas películas de la Historia del Cine. Yo recomiendo verla después de la de Rossellini porque su impacto puede ser tal que entonces se desestime, se haga innecesaria equivocadamente, la majestuosa aportación de don Roberto.
Algo curioso que tienen en común, en ambas el actor Enrico Maria Salerno dobla en la versión italiana al actor que interpreta a Jesús, Enrique Irazoqui en la de Pasolini y Pier Maria Rossi en la de Rossellini.
La tercera invitada
Quién estaba pensando en filmar Medea antes de que Pasolini la filmara, quién hubiese estado a la altura de estas dos películas. Sí, Carl Theodor Dreyer. Él decía que desde 1940 no había ni un solo día en que no hubiera pensado en su película sobre Jesús. A finales de los años 40 viajó a EEUU buscando financiación. Uno de sus principales intereses era refutar que había sido el pueblo judío el que había asesinado a Jesús, algo que constata en los ensayos que acompañaron a la publicación del guion poco antes de morir en 1968.
Qué nos queda de ese proyecto. Además del guion publicado la representación que Dreyer hace de Jesucristo en el primer segmento de Páginas del libro de Satán.
Pasen ustedes una feliz Pascua si son practicantes, si no unas felices vacaciones si las tienen, y en ambos casos el mejor de los cines.
Ficha técnica

Título: Il Messia. Año: 1975. Duración: 140 min. País: Italia, Francia Dirección: Roberto Rossellini Guion: Silvia D’Amico Bnedico y Roberto Rossellini Reparto: Pier Maria Rossi, Mita Ungaro, Carlos de Carvalho, Fausto Di Bella, Vernon Dobtcheff, Antonella Fasano, Jean Martin Productora: France 3 / Orizzonte 2000 / Procinex / Teléfilm
Ficha técnica

Título: Il Vangelo secondo Matteo . Año: 1964. Duración: 137 min. País: Italia. Dirección: Pier Paolo Pasolini Guion: Pier Paolo Pasolini Reparto: Enrique Irazoqui, Margherite Caruso, Marcello Morante, Susanna Pasolini, Mario Socrate, Settimio Di Porto, Alfonso Gatto, Luigi Barbini, Giacomo Morante, Enzo Siciliano, Alessandro Clerici, Paola Tedesco, Eliseo Boschi, Natalia Ginzburg
Referencias
1.http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-camino-del-cine-didactico-de-roberto-rossellini/html/ffa0c52a-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html

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