El término "ensayo" o "ensayístico" es una forma de agarrarse a la desesperada para definir de un plumazo lo que han podido estar haciendo Alexander Kluge, Jean-Luc Godard o Chris Marker, sin embargo sus rupturas probablemente no puedan definirse de una sola palabra.
Una ruptura en la narración más convencional, la adopción de formas del documental, un cierto carácter didáctico o expositivo (no de la forma peyorativa en la que usan las palabras hoy en día), pero en el fondo, viendo "Level five" sí que sigue existiendo una narración de una historia con todas las letras, por más que ésta no aparezca con su arquetípica escenificación teatral.
Abandono una importante cantidad de películas durante el año, a veces muchas de ellas ni si quiera son fallidas o equivocadas, a veces incluso están muy bien, pero como lucho contra el sueño atrasado, el cansancio y las múltiples ocupaciones, me aburre y me desespera perder mi escaso tiempo con un trabajo bien hecho que me recuerda a muchos otros trabajos bien hechos.
En otras ocasiones tengo claro desde los primeros minutos que habrá que luchar contra el cansancio para ver una película de planteamientos verdaderamente creativos y originales, algo difícil de ver porque yo el primero el molde y la facilidad digestiva que da el tenerlo no lo he hecho añicos todavía (quizás nunca llegue a prenderle fuego del todo). Pero como mínimo he aprendido que en lo digestivo de una película no está siempre lo más estimulante y valorizable de la misma.
Me gustan las películas desafiantes (no de una naturaleza completamente aburrida, aunque pueden tener pasajes aburridos), películas que al acabar su primer visionado sea sólo el inicio de su verdadera trayectoria mental en tu mente.
"Level five" es un investigación sobre la batalla de Okinawa, con la que termina de forma cruenta la II Guerra Mundial, a través del personaje de Laura, encargada del diseño de un videojuego sobre la batalla (en los albores de internet) en el que no se puede cambiar la historia. El dolor por la información descubierta se confunde con su dolor personal por una ausencia.
"Level five" juega con la memoria individual y la colectiva, con los fantasmas de la imagen, con las nuevas tecnologías como recolectoras del pasado, con el cine y con la historia. Marker, leyenda viva de la historia del cine, publicó en los últimos tiempos sus trabajos en YouTube. Probablemente pocas, muy pocas películas se hicieron en los años 90 tan unidas a la historia, al presente y al futuro, poseedora del lirismo hitchcockiano de "La jetée", el espíritu aventurero de búsqueda de "Sans soleil" y la categoría de un inmenso cineasta fallecido no hace mucho al que necesitaríamos para guiarnos e iluminarnos en nuestros viajes emocionales por el 2.0 y el siglo XXI, mecido por la memoria del XX, y la actualidad no hace más que demostrarlo.
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