viernes, 1 de febrero de 2019
NOVELAS ENERO 2019
LOS TRES MOSQUETEROS:Tratado sobre la aventura, el amor (el sexo) mucho habría que hablar sobre cuál de las dos palabras va con paréntesis, la felicidad y la alegría de estar vivo. Publicada en 1844 primero por entregas y ese mismo año en un volumen, "Los tres mosqueteros" me ha parecido una de las novelas más increíblemente bellas y eufóricas que se han escrito jamás. Durante las tres semanas que me ha acompañado yo diría que la vida me ha ido mejor incluso.
INDIAN COUNTRY: Llegué a este libro por el cebo de leer "El hombre que mató a Liberty Valance", un relato maravilloso donde está toda la película de Ford (lo cual no le quita méritos a Ford). Espoleado por sus muchos admiradores seguí leyendo los otros diez relatos empezando por "La frontera en llamas" y me quedé. Cuando llevas unos cuantos el interés no es el mismo y algunos se me hacen repetitivos pero da igual. El volumen acaba en cresta y "Un hombre llamado caballo", cuya peli desconozco, es absolutamente extraordinario.
LA MADRE NATURALEZA: A pesar de no tener la categoría ni la estatura mítica de "Los pazos de Ulloa" una segunda parte más que interesante que desarrolla los amores de Perucho y Manuela, desconocedores de los lazos de sangre que los unen, niños en la primera parte, y los diez días en los que Manuela es pretendida por su tío Gabriel. La concentración del tiempo le da un carácter propio a la novela.
LA SONATA A KREUTZER: Leon lo vuelve a hacer. Otra novela espléndida, con un punto de vista crispado y lleno de desazón a lo "Memorias del subsuelo" (en algunas detecto algo de Dostoievski) otra exhibición de ser un maestro en el arte de la literatura finalmente culminada con una larga explicación de lo que quería decir con ella, explicación durante la cual simplemente quieres que el sufrimiento termine, quieres morir. No aprendo a dejar sus obras justo cuando acaba la historia y a saltarme los postfacios, también conocidos como palizas en un callejón oscuro. Tolstoi me parece un tipo insufrible al que jamás habría invitado a cenar. Uno de mis escritores favoritos, eso sí.
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Si te has iniciado en los libros del Oeste de Valdemar, no te pierdas los dos que han editado de Elmore Leonard, uno de relatos, "Los cautivos" y otro que incluye las novelas "Hombre" y "Que viene Valdez". Son magníficos
ResponderEliminarYa había leído Centauros del desierto y además de los que dices creo que es imprescindible el de James Warner Bellah con los originales de la Trilogía de la Caballería de John Ford.
ResponderEliminarCuando en una novela decimonónica, o anterior, (a mí me ha pasado con "Tom Jones", que recomiendo vivamente, me ha entusiasmado), cada vez que aparece una escena sexual, apenas un pecho blanquísimo, una respiración agitada, etc., es como si en una película clásica de repente alguien enseñara un pezón o un culete, una sorpresa total.
ResponderEliminarSupongo que te refieres a lo que digo de los mosqueteros, donde el sexo es importantísimo...
ResponderEliminar"Tom Jones" caerá, merodeo el "Tristram Shandy" de Sterne pero creo que la puerta de entrada es "Tom Jones"...
ResponderEliminarSí, por "Los tres mosqueteros". Creo recordar que hay una escena entre
ResponderEliminarD´Artagnan y Milady muy subidita de tono. Dumas y su equipo sabían muy bien cómo mantener el interés, con acción, humor y sexo. Vamos, como una serie de tv de ahora. Y sobre la distinción sexo y amor en las novelas del XVIII-XIX, es evidente que cualquier emoción amorosa pasa por la atracción física, que los escritores adornan muy bien. Todas las heroínas bovarianas, incluida la original, necesitan vivir una pasión sexual y eso es lo que las condena. Lo más curioso es que si vemos a las más famosas, Bovary, Briest, Karenina, Ozores, todas cumplen un mismo esquema, pero lo que las diferencia en detalle procede de su cultura nacional. Ozores y el catolicismo carpetovetónico, Briest y la rigidez prusiana, Bovary y la estulticia burguesa de provincias, Karenina y la hipocresía de la alta nobleza rusa.
Sí, eso que llamo yo el glorioso certamen de mujeres infieles del siglo XIX, cabe añadirle "El primo Basilio" de Eça de Queirós.
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