lunes, 28 de octubre de 2019

RASHOMON

Lo mejor de una película que viste en 1992 es que es como si no la hubieras visto nunca. Una fiesta revisar o casi descubrir "Rashomon". Rashomon es una puerta en la peli y fue una puerta al cine japonés desde nuestra mirada occidental.Puede que en su día se impusiera el artefacto narrativo de las versiones sobre el mismo hecho pero con el paso de los años cada vez pesará más la enorme vitalidad visual, energía e inventiva que tiene. El artefacto no deja de ser divertido y maravillosamente culminado por ese final entre humanista de piel, porque Kurosawa siempre lo fue, y en el fondo sarcástico, tras el despliegue de ambigüedades y mentiras que hemos visto. Sí, que hay una docena larga, larguísima de japoneses olvidados que valen mucho y no estoy viendo, no lo dudo, pero cómo no volver a algo como esto.


2 comentarios:

  1. No es ni con mucho de mis Kurosawas favoritos, aunque igual podría ser que hace mucho que no la veo, y me deslumbra si vuelvo, como me ha pasado con tantas otras. Saludos

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  2. Nunca se sabe, a mi siempre me gustó pero ahora me gusta por motivos diferentes. También hacía muchísimo pero muchísimo tiempo que no la veía.

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