"Woman in a dressing gown" (1957) me parece una película conmovedora y hermosísima. Una de las obras primerizas de J.Lee Thompson en Gran Bretaña, versión cinematográfica de un guion televisivo de Ted Willis, como al otro lado del charco hacían habitualmente Lumet o Frankenheimer. Con todos los reverenciales respetos que le tengo, no veo que un Tony Ruchardson estuviera a un nivel superior a esto ni que este cine se beneficiara de la etiqueta del free cinema ni de los angry young men.
Partiendo de un pequeño y claustrofóbico hogar destartalado, se desgrana la descomposición de un matrimonio corriente de clase media, gracias a una puesta en escena afilada nada teatral que transpira angustiosa verdad y credibilidad, como luego haría Erland Josephson contándole a una aterrorizada Liv Ullmann en "Secretos de un matrimonio" que el castillo de naipes y la mascarada tocaban a su fin, que se iba.
La deslumbrante composición de la actriz Yvonne Mitchell es clave en la película. Y su único defecto es ser de 1957 y tener unos diez minutos finales...no sigan leyendo... muy simplones, en absoluto inverosímiles pero que no son los que la película, lúcida, brillante y humanista, estaba pidiendo a gritos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario