Llevo unas 16 películas de Jacques Rivette vistas, aún me quedan desde luego, y si hago recuento no son muchas las que me despiertan por si solas un enorme entusiasmo. Sin embargo siento una necesidad compulsiva de seguir viendo todo lo que de él cae en mis manos porque siempre me encuentro acogido en sus todos y cada uno de sus trabajos, brillantemente planificados y ejecutados. No tiene películas realmente fallidas, simplemente más distantes o menos interesantes.
De "36 vues du pic Saint-Loup", precioso título cambiado por uno español infame, me quedo con tres elementos.
1-Las maravillosas presencias de Sergio Castellitto y Jane Birkin. Qué hombre más elegante y seductor cuando lo dirige Rivette, y qué serena madurez la de Jane Birkin.
2- El espacio campestre fotografiado de forma sublime presidido por la montaña, donde se desarrolla la catarsis. Una naturaleza nada embriagadora ni salvaje, sólo hospitalaria con los modestos azares que allí se producen.
3-La rendición de cuentas con un pasado. Desconcierta que el drama en Rivette tenga tanto cálculo, que no haya ni un gramo de exceso, vamos, que raramente será Rivette el que te ponga un nudo en la garganta (tampoco tiene por qué), si no fuera así no sería él, pero a veces cuesta asimilar que sus personajes afronten terribles dramas personales con ese aplomo matemático.
Sus temas y sus intereses son otros, muy relacionados con una representación muy autoconsciente de serlo, y a veces es el corpus de muchas de sus obras vistas el que aporta luz y emoción al conjunto. Como en el caso de esta magnífica obra, que esperemos que las crónicas vayan erradas calificándola de "testamentaria".
A ver si encuentra distribución en DVD (ya no pido Blu-Ray, sino un simple DVD).
ResponderEliminarAbrazos, Sergio. Gracias por tu comentario, contagiando interés :-)
Rafa.
Va saliendo de cartel, atento en escasos meses a las novedades, se llamará "El último verano" (puaj, argh, ecssss). No creo que tengas ningún problema.
ResponderEliminarAbrazos
Sergio
Vista hace tres días. Comparto tu entusiasmo. Especialmente me gustó la secuencia inicial, resuelta sin palabras. Y, claro está, la, resaltada por tí, madurez de la Birkin.
ResponderEliminarTedro.
Siiii, qué gran inicio y qué grande Castellitto revisando el coche como quien no quiere la cosa. Me quedan unas cuantas de Rivette por ver y ojalá que ésta no sea la última.
ResponderEliminarYa comente en otro foro, pero vista la película, este útlimo Rivette me acordé de este homenaje que Painlevé le realizó a Calder, que por lo visto había montado un circo en París en el 27, y en el el propio Calder hacía todos los papeles. En Le cirque Calder Panlievejuega a demiurgo, haciendo y deshaciendo en su "Caos"
ResponderEliminarEn el 55 Painlevé realizó este docu para homenajearlo. Y comparto 100" lo del título, aunque me gusta mucho más lo de "36 vistas del pico San Lobo", vamos totalmente.
AH, que grande está Castellito haciendo de qué.. ¿De fantasma?;.DD
Le video lo podeis encontrar en Youtube facilmente:
http://www.youtube.com/watch?v=t6jwnu8Izy0&feature=player_embedded
Saludos.