Vuelvo a este corto de Antonioni con el convencimiento de que me va a encantar. He visto bastantes películas suyas más de las que había visto hace unos cuatro o cinco años cuando lo descubrí en el cine, y creo entender mejor sus ambiciones.
Visualmente es impresionante y deslumbrante cómo se mueve la cámara por ese lugar de playa, pero no dejo de ver muy parecidos defectos. Está sobreescrito, hay demasiados y muy flojos diálogos de crisis de pareja, algo incomprensible e innecesario cuando se está despuntando por otro camino. Y el reparto, a pesar de ser cuerpos, figuras, hermosas todas ellas, a pesar de no ser personajes con entidad, actúan (o son doblados) con una afectación pasadísima, como si lo pretendieran.De hecho, además de cuerpos veo a dos pijos repelentes Treinta minutos que viven una contradicción interior, de haber sido mudos o casi mudos habrían sido sublimes.
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