jueves, 26 de julio de 2012

TIERRA DE FARAONES

Hay que saludar al gran Howard Hawks, que aún no había estado aquí, y mayor es la alegría con una película que no había visto.

De "Tierra de faraones" me sobra la hojarasca, lo fácil que hubiese sido barrerla, sobre la sangre y las lágrimas que costaron las pirámides. Tiene un macguffin tan cuidadosamente mimado que el guión se tiene que acabar inventando a una serie de personajes positivos un tanto molestos que me estorban siempre y que tienen excesivo peso, pero se lo perdono.

El núcleo central es un excelente melodrama de suspense que gira entorno a las maquinaciones de una terrorífica princesa femme fatale (Hawks de género), penosamente interpretada por la exhuberante y espectacular Joan Collins, aunque creí que el personaje de a primera esposa, la también muy belle Kerima tendría más peso.

Hawks maquina igual de bien que siempre con la mezcla de géneros, no hay ninguna novedad para él, los usa todos como ya los había usado menos el peplum, del que hay muy poco y es lo peor: cuenta la película de manera rápida, fascinante y divertida, protagonizándola un Jack Hawkins adecuadísimo. Qué placer el reencuentro con este mago.





8 comentarios:

  1. El para mí macguffin de la construcción de la pirámide, y en ella la ubicación de la tumba del faraón, está excelentemente narrado y fue reconocido por el propio Truffaut que decía:

    "“El arquitecto Valsthar se inventa un sistema para colocar los bloques de piedra de la pirámide de tal manera que una vez muerto Keops, y encerrado con los suyos (¡bien vivos todavía!) en el centro de la pirámide, basta con romper dos vasijas de barro para que la arena se escurra y se ponga en funcionamiento todo el sistema. Esta idea, probablemente faulkneriana, de que un trabajo de veinte años se concluya en unos instantes por causa de un riachuelo de arena, indica bien a las claras que Tierra de faraones no es una variante de Sinué, el egipcio ni de Los diez mandamientos.”

    Esa tal la laboriosidad y talento en la exposición que muy bien podría considerarse el asunto central de la película, aunque uno siempre es presa de la aparición de mujeres peligrosas y cómo traicionan a hombres que ponen todas las precauciones del mundo para no ser traicionados. Sin ese melodrama noir la película me resultaría menos divertida.

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  2. Hace un montón de semanas santas que no la veo.

    Saludos
    Roy

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  3. Uy, pues sorprenderá a cualquiera que la vuelva a ver lo poco que tiene que ver con las pelis de semana santa en realidad. Y no es que a mi no me gusten, yo la veo más cerca de Fritz Lang o de "Perdición". Si hasta uno de los personajes podría ser una especie de Edward G.Robinson, el amigo del personaje de Fred MacMurray.

    Saludos

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  4. Otro detallito: hay un asesinato con una flauta que hubiese hecho las delicias de Hitchcock.

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  5. La que he visto hace poco y me ha encantado es Sinuhé de Curtiz. El asociarlo a la semana santa, no quiere en realidad decir nada más que de aquella que cerraban los bares durante las procesiones, y nos echaban cine bíblico a todas horas, desde los 10 mandamientos hasta Ben Hur, por ejemplo.

    Saludos

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  6. Sinhué la tengo que ver. Peli y novela eran un mito en mi familia cuando era niño, entusiasmaba a distintas generaciones.

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  7. Bueno, creo que "TIERRA DE FARAONES" me ha gustado siempre hasta el punto de no haber reparado nunca en esa hojarasca tal vez porque estaba muy bien integrada en el cuerpo de la narración. De hecho, siempre me pareció una gran película y no sólo por su adscripción al género "espectacular", valga la broma fácil.
    Estamos ante un film considerado por algunos como atípico en la trayectoria de Howard Hawks. Es posible, pero sólo aparentemente. En cualquier caso, se trata de la mejor película (junto con "FARAÓN" de Jerzy Kawalerowicz) que jamás se rodó sobre los antiguos egipcios. Didáctica y concisa en su espectacularidad, meridiana en su limpia narrativa, llega a resultar un magnífico documental sobre las ingeniosas técnicas de construcción de aquellas gentes. Y todo ello dando forma a un apasionante melodrama mortuorio-pasional que se "cierra" (nunca mejor empleada esta expresión) con una impresionante secuencia final. Para la historia habrá quedado una bellísima y muy, muy malvada Nellifer-Joan Collins.
    Un saludo.

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  8. Impresionante el finalazo y sí, sólo muy relativa su condición de atípica en la filmografía de Hawks.

    Un saludo

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