miércoles, 22 de agosto de 2012

20.000 AÑOS EN SING SING

Con todas las consideraciones para el trabajo meritorio de Michael Curtiz, es un poco una pena que Fritz Lang andara en 1932 todavía en Alemania, porque ésta era película para él, o al menos él hubiera explorado y desarrollado más los aspectos más jugosos relacionados con el destino, el fato, del protagonista.

Curtiz se centra más en la vertiente social y moralista de un cierto cine policiaco de la época. Lo hace de forma efectiva. Basada en hechos reales, el film narra la odisea de Connors (Spencer Tracy), un chico malo al que el alcaide de Sing-Sing deja salir un sábado bajo la promesa de que volverá, habida cuenta de que fuera le espera un motivo poderosísimo llamado Fay (Bette Davis, bellísima), y el regalo es demasiado honesto y demasiado decente como para no estar a la altura de las circunstancias.

Lo dicho, una obra maestra nunca realizada por Lang, muy bien resuelta por Curtiz.


2 comentarios:

  1. La tengo totalmente olvidada y no creo que vuelva a ella (aunque todo puede ser ;-) )... pero muy bueno eso de "una obra maestra nunca dirigida por Fritz Lang".

    Un gustazo leerte,
    Rafa.

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  2. Jaja, otro diría con razón que soy injusto con Curtiz. Pero ha sido inevitable pensar en Lang.

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