domingo, 6 de marzo de 2011

BUT NOT FOR ME

Ayer, a mediodía, paseábamos por la Villa Olímpica cuando decidimos entrar a ver "El discurso del rey". A pesar de lo mal que lo pasé, como si aquello fuera "La matanza de Texas", es inútil detenerme en lo espantosamente aburrida que me parece la película. Simplemente uno no pintaba nada allí, es un tipo de película, de guión y de dirección cinematográfica, que no es para mí. Rígida, sin creatividad, sin sorpresas, sin momentos que dejen poso. Académica o no, los ojos van buscando ya ansiosa y definitivamente otro tipo de material que echarse al gaznate. Más hecho con las tripas, supongo. O eso, o fue el vivo influjo del cisne...Craso error no haber probado con "Lola".

5 comentarios:

  1. Esto tiene una extraña pinta de confesión inconfesable.
    No sé que razón le indujo a entrar a ver El discurso del rey, si fue el mero paseo, la fatiga, el aire del levante o ese aficionado al cine que vd. lleva dentro y que sigue negandose a poner ciertos reparos, pero no se ponga a patalear, a sabiendas perfectamente de lo que se iba a encontrar adentro. De todas formas, aunque no soy ningún adepto del "discurso", no puede negar, por lo menos, intentando salvar algo, el trabajo interpretativo, lo digo por el dispendio económico de la entrada.

    De igual forma, reitero, si vd. no busca "esas cosas" se lo tiene bien merecido.

    Y sí, tremendo error lo de "Lola".

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Sí, sí, el texto tiene un claro aire de "mea culpa", de eso no hay duda.

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué valor tienes, Sergio!

    Yo, por el tufo académico y acartonado de la propuesta, la condeno a verla en televisión y si verdaderamente tengo ánimo de darme un berrinche (gratis, por supuesto).

    ¡Abrazos!

    Rafa.

    ResponderEliminar
  4. La Constitución recoge en su artículo n el derecho a equivocarse intentando encontrar algo en la película que temes equivocada.

    También recoge en otro apartado el derecho a lamentarse alrededor de una cerveza. Incluso respeta a las mayorías cuando se pone en su lugar explicando que NO siempre se escoge la película que se va a ver.

    Y si, la película pasa y se olvida sin emoción alguna.

    ResponderEliminar
  5. Sí, llegas a cierta hora a cierto cine y la capacidad de elección es muy limitada si quieres ver una película. Porque si es por mi acompañante, ella jamás habría escrito un texto tan moderado y diplomático como el mío. Es más inconformista que yo. En las elecciones suele haber un altísimo consenso, excepto si la propuesta es demasiado "pasada" tipo Albert Serra, el límite ronda el Apichatpong y "Caracremada", que fue un poco traición mía por no informarla lo suficiente. Y el mayor punto de consenso es Bergman y el mayor entusiasmo común "Singularidades de una chica rubia". Lo de la alternancia en la elección, que es un método muy razonable desde luego, no lo hemos vivido.

    ResponderEliminar