Cuando empieza la película desconcierta muchísimo la opción de Hitchcock en favor de una obra tan explicativa y tan poco visual. Después lees en el libro de Truffaut que él mismo explica por iniciativa propia que es peor destruir la unidad de emoción visualizando todas las acciones que se relatan.
Pasados los minutos te lo crees (bueno, si eres Amenábar igual se lo sigues discutiendo porque has demostrado que sabes más), "Crimen perfecto" es emocionatísima, entretenidísima, divertidísima. Quizás no forme parte del corpus de sus obras de mayor calado porque se basa en la emoción de qué y cómo, siempre el cómo, cómo pasará. Para revisarla ha jugado algo en su favor, no todo, que hiciera 25 años que no la veía. Igual no es necesario que pasen otros 25 años pero no me imagino viéndola con frecuencia. Eso sí, la revisión ha sido todo un gozo.
Pues yo también le eché un vistazo escéptico no hace mucho, tras décadas de abandono, y me sorprendió lo buena que me pareció. Imagino que a la santa mujer de Hitchcock no le hizo tanta gracia, porque por mucho que el bueno de Alfred maree la perdiz en las entrevistas, está claro donde residía el interés de la obra para él. o por ponerse pedante, qué fantasía ponía en escena que le pudiera llamar la atención (o a lo mejor era al revés, mientras el director no parase de hacer pelis sobre maridos que matan a sus mujeres, ella se sentía a salvo)
ResponderEliminarSí, desde luego, jeje, y lo crucial que era también que Grace Kelly tuviese que levantarse de la cama a medianoche con ese camisón.
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