martes, 15 de mayo de 2018

ROMEO Y JULIETA de Sergei Prokofiev



Claramente me gusta mucho más la ópera que el ballet pero cuando tu primer ballet ha sido un lago de los cisnes en el ROH, como se reseñó por aquí convenientemente, uno se propone volver y aunque haya tardado cuatro años he vuelto.

Los bailarines del Bolshoi dijeron en 1935 que aquello era imposible de bailar y que la música de Prokofiev era inaudible. Esa tarde en el Liceu tuvimos versión de una compañía suiza, más contemporánea, más corta pero esencialmente Romeo y Julieta. Imposible perderse o no entender.

Versión fogosa, ardorosa con unos bailarines en los huesos para poder hacer alucinadas virguerías que hagan del verso de Shakespeare puro movimiento, y lo sustituyen perfectamente.

No sé si puede considerarse exactamente el ballet de Prokofiev porque en youtube siempre es un montaje de dos con veinte o es un montaje con la música del ballet de Prokofiev, el caso es que les amenazo con un ballet anual.



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