domingo, 15 de julio de 2018

LA FLAUTA MÁGICA de W.A Mozart


Hace diez meses comenzaba la temporada del Royal Opera House con esta conocida versión de McVicar (2003), ahora sin Diana Damrau.

Julia Jones prende la mecha a la maravillosa obertura. Mi amor por este músico sigue en aumento hasta el infinito.

Aún así no es de mis óperas favoritas, nunca me ha acabado de enamorar y enganchar, dentro de su magnificencia obvia, con la salvedad del trabajo que hizo Ingmar Bergman cantado en sueco, para horror de puristas.

Lo que cuentan, cómo lo cuentan y cómo suena "Don Giovanni" o "Cosí fan tutte" me arrebata muchísimo más que Taminas, Paminos, Papagenos, Sarastros y reinas de la noche varias. Y si el recuerdo de Bergman no es suficiente, dos meses después de esta representación del Royal vista en cines fui con mi hijo pequeño a Liceu para que Comediants nos hiciera un maravilloso destilado de sus esencias.

Además en el Royal aplauden demasiado, eso afecta al ritmo de las obras. Yo estuve allí, imposible olvidarlo. Me conmueve ver el restaurante en la retransmisión y me escalofría imaginar que mientras me encamino a casa por mis calles desiertas de mi pequeña localidad ellos descienden por Leicester Square.

Celebro eso sí el entusiasmo sobreimpresionado en pantalla de los espectadores de Murcia vía twitter. Hasta dos mensajes, de no muchos más, se cuelan en la retransmisión.





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