lunes, 11 de mayo de 2020

D'A 2020 (Segunda parte)

TO THE ENDS OF THE EARTH:Trata sobre un equipo que graba en Uzbekistán la versión japonesa del programa televisivo Callejeros Viajeros. La anécdota es mínima y pasan muy poquitas cosas de verdadera enjundia narrativa en la película o que den lugar a disertaciones de calado sobre el choque de culturas. Se centra en varios pasajes en el personaje de la joven presentadora, una aspirante a cantante interpretada por una cantante de verdad (Atsuko Maeda, que no desaprovecha la ocasión), presentadora que deambula por parajes urbanos y naturales en una búsqueda de si misma de libro de autoayuda muy poco interesante. La película se hace fuerte en su mezcla de lugares cotidianos y de postal, en su paseo por un territorio que nos es desconocido, la gente y sus actitudes, los lugares, los rincones, los detalles.No sé muy bien qué ha impulsado a Kiyoski Kurosawa a filmar algo así, un encargo de la oficina de turismo uzbeca me parece improbable porque tampoco es una peli turística exactamente, pero juega bien con nuestra curiosidad natural y el resultado es moderada y razonablemente positivo


GHOST TROPIC: Los prejuicios que uno tiene no siempre funcionan en contra de las películas. Si creo que hay un exceso de cine despiadado, de ése que llaman "sin concesiones" y que por el mero hecho de no tenerlas ya parece que merece el aplauso.Si existe eso que llaman "cine de la crueldad", que no consiste en ser optimista o pesimista sino en triturar a tus personajes para dártelas de semidios o de chico listo, también creo que existe un cine humanista tremendamente meritorio.En "Ghost tropic" ningún personaje hace nada increíblemente extraordinario o sobrehumano.Gestos muy pequeños y muy valiosos, tan minimalistas como la apabullantemente discreta narrativa de la película, gestos creíbles que hacen el mundo un poquitín más soportable. Gran o pequeña película, qué más da,cerrada en círculo, valiente y cercana a aquella "simple histoire" de Marcel Hanoun que pareció quedar aparcada en los arrabales de la Historia del Cine en tiempos de "incomunicabilita", que luego serían y han sido peores.


Y finalmente vi 50 minutos deprisa y corriendo y en pésimo momento porque la quitaban ese mismo día por sorpresa de la alabadísima "Dwelling in the Fuchun Mountains".Tenía muy buena pinta aunque cabía esperar a sacar conclusiones a los 150 y comprobar si la aparentemente evidente huella de Ozu no ha conducido a una sobrevaloración colectiva parecida a la de títulos como "Still walking", hoy diluidos en el entusiasmo de su estreno.

Luego me he despistado y me he dedicado a otras películas por lo que la crónica acaba exactamente aquí.

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