jueves, 26 de enero de 2012

THEO ANGELOPOULOS (1935-2012)

No me disgusta, siempre que venga de gente con cierto conocimiento de causa y que no hable de oidas, que directores con un estilo áspero y exigente con nuestras sufridas retinas sean víctima de humoradas y un cierto nivel de cachondeo. Creo que rebajar la trascendencia y el fundamentalismo con el que se habla de ciertos tótems, insisto, siempre que se haga desde el conocimiento, ayuda a poder revalorizar sus figuras, no desde la adoración ciega del icono, si no desde la apreciación de una figura artística que es capaz de despertar impresiones encontradas porque su apuesta estética es lo suficientemente audaz como para despertar esos desencuentros.


Theo Angeolopulos, como Ingmar Bergman, como Andrei Tarkovski, como Michelangelo Antonioni, como Abbas Kiarostami, recibió a lo largo de su carrera los comentarios despectivos y burlones de muchos aficionados que nunca se encontraron a gusto con su estilo parsimonioso de larguísimos planos e historias que fundían los tiempos en el mismo plano. Angelopoulos y sus colegas corrían un riesgo con esas variedad de formas e intentonas que hacía del cine un lugar algo menos monocorde y aburrido donde vivir.  Eso sólo lo acreditó aún más como uno de los directores más creativos y originales del siglo. "Hoy las películas duran menos sin Angelopoulos" podría y querría escribir yo mismo de forma burlona desde la profunda admiración que me despierta su cine.



Esa fama de autor elitista y exclusivo se la ganó personalmente con una anécdota poco recordada en sus obituarios, cuando medio mundo contempló entre atónito y divertido su cara de inmenso cabreo cuando sólo le concedían el gran premio del jurado en Cannes 1995 por "La mirada de Ulises". Entonces yo tenía 17 años, y por encima de todo me moría de ganas por ver la película de ese hombre tan convencido de su genio. Entonces no era tan fácil como ahora y tuve que esperar a la llegada del cautivador vhs doblado. A día de hoy estoy muy convencido de que Theo tenía razón, y "La mirada de Ulises" era muy superior al "Underground" de Emir Kusturica, de hecho la suya es una de las mejores películas europeas de los últimos cuarenta años. Una gran película de aventuras, un western itinerante, asimilable a "Centauros del desierto", en la línea de lo que exponía Carlos Losilla en las páginas de "Dirigido por..."(1). Las escenas en Sarajevo pertenecen a lo mejor que hado Europa a toda la historia del cine.



El éxito más rotundo y la ambicionada Palma de Oro le llega con "La eternidad y un día". Sin embargo, aún pareciéndome una espléndida película, sus formas me parecen demasiado deudoras de otros rastros del pasado, como la omnipresente y fundacional "Fresas salvajes", que sigue latiendo con excesiva fuerza (cada vez es más difícil calibrar la importancia de la película de Bergman en toda su dimensión e intensidad).


Menos me gustan "Paisaje en la niebla" y no digamos ya "El paso suspendido de la cigüeña", que son mucho más suyas, pero la primera que a veces es arrebatadoramente bella tiene diálogos ridículos, y la segunda es casi una parodia o un automatismo de su cine.


Pero cuando creo que de verdad podemos descubrir a Angelopoulos, que estrena en salas con demasiada intermitencia, es gracias a los dvds del sello Intermedio que me permitieron volver a ver tanto las películas que me iban algo a la baja como "La eternidad y un día", como las que ascendían a los altares como "La mirada de Ulises". Por no hablar de los descubrimientos, como "Los cazadores" y en especial las cuatro horas que dediqué una tarde de finales de diciembre a ver "El viaje de los comediantes", una de las películas más hermosas , perfectas y equilibradas que jamás se han hecho.

Nunca lo he visto en pantalla de grande. Me perdí por Barcelona para llegar hasta la sala que proyectaba  la maravillosa "Eleni" en su última semana, que prometía el regreso a su trilogía política de los 70. Me asombraron sus claustrofóbicos "Días del 36", con su subtexto de mirada insumisa. Me pareció una de sus mejores obras "Viaje a Citera", y aún me quedan "Megalexandros", "El apicultor" o "Reconstrucción" o su última película "Dust of time".


Su cine es el cine del frío, del invierno, del tren de "Paisaje en la niebla" en el que puedes sentir tus huesos calados. Es un cine para ver en esa estación, en una tarde de sábado oscura y lluviosa, después de la siesta con una bebida caliente, para sentirte hipnotizado por las músicas de Eleni Karaindrou. Puedes aprender mucho sobre la historia reciente Grecia, sobre sus historis personales y colectivas, pero en esas músicas y en la vida y el paso del tiempo que late en los largos planos está el alma de su cine. La exégesis histórica y política no es suficiente. Cómo entenderlo de verdad si no has tarareado hasta la obsesión  esas músicas, cómo no querer saber nada de la belleza, aunque sea para ironizar sobre lo caro que ponía el acceso a tanto goce. Cómo ponerlo en el altar que se merece si nadie rechaza la propuesta o la apuesta, poca apuesta y ningún avance para su arte sería si gozara del aplauso de todos.


(1) Carlos Losilla, «Angelopoulos. La mirada de Ulises», en «Dirigido Por» nº 297, enero de 2001. Dirigido Por, Barcelona. Pág. 51.

2 comentarios:

  1. Yo vi con 15 años en la Filmo El viaje de los comediantes, sin tener ni idea de quien era Angelopoulos, y me quedé completamente flipado, estuve las dos horas finales hipnotizado, el tipo de experiencia que no se tiene más tarde (lo curioso es que no la he vuelto a ver desde entonces).
    Y de las suyas las hay que me gustan más y otras menos, casi las mismas que a ti.
    Yo hacía un chiste con Antonio Weinrichter, le decía que a Angelopoulos los planos largos se los exigían los productores, que era el único cineasta cuyos director´s cut eran más cortos que las copias distribuidas, porque le rebanaba unos minutillos a cada plano.

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  2. Hace un tiempo atrás iba a verlo pero me vino la tonta desidia, pero he estado leyendo sobre él y me parece que es un cineasta que merece mucho mi atención, revisaré algunos videos que tengo para ver que tal. Espero ver el viaje de los comediantes que he leído en varias críticas que es de las mejores de su filmografía, o quizás la eternidad y un día. Todavía no hay suerte pero ya caerá. Has escrito con admiración, se escuchó bastante interesante. Un abrazo.

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