PLAN DIABÓLICO

Dice la leyenda urbana de Hollywood que Michael Bay, el ilustre director de obras como "Armageddon", es el hijo ilegítimo (literalmente, no es una metáfora) de John Frankenheimer. Qué mejor que abrir la carpeta dedicada a Frankenheimer con este jocoso mentidero.

Desconocía hasta hace muy poco la existencia de esta película de Frankenheimer. Enlazada directamente con el cine paranoide de "El menajero del miedo", la película comienza con un planteamiento a lo "Twilight zone", pero con un aparato visual mucho más espectacular en la Grand Central Station que ya hemos visto tantas veces, ahora con el blanco y negro de James Wong Howe.

Un hombre corriente cede a la tentación de cambiar de vida simulando su muerte a través de una misteriosa organización que suministra dicho servicio. Tu expectativa empieza a girar entonces sobre qué le pedirá a cambio la organización, pero nos dirigen a algo mucho más insólito.

A mi juicio "Plan diabólico (o "Seconds" en original) tiene un interludio maravillosamente bello, divertido y delirante, lo mejor de la película, que comenzaría con el encuentro entre Rock Hudson y Salome Jens en la playa, se prolongaría en la gloriosa secuencia de la orgía-vendimia (que sonrojaría  Keanu Reeves y a Aitana Sánchez-Gijón) y terminaría en la fiesta en la que Hudson se muestra sediento de alcohol y sexo. 

Es una parte de la película que no está completamente ligada a hacer avanzar el mecanismo de intriga, visualmente hermosa y muy significativa en lo que al personaje principal se refiere, que se desata y deja su imagen de respetable miembro de la sociedad a un lado (ignoro si la elección de Rock Hudson fue pura casualidad).

Finalmente nos dirigen a un final absolutamente terrorífico y a algunas dudas. ¿Ese final tan terrible es moralizante para aquellos que no se conformen?, sabiendo algo de Frankenheimer parece poco probable, ¿o nos están diciendo que los dos tipos de vida son igual de vacíos?. La película tiene el poderío de la ciencia-ficción criticando al mundo moderno, su visión de las grandes corporaciones como manipuladoras de las necesidades de los individuos puede ser muy vigente. Aún así la ausencia de respuestas puede ser turbadora, pero el agujero negro más absoluto como única respuesta no parece muy interesante como reflexión.

El protagonista no sabe lo quiere y ese problema puede ser aprovechado por el capitalismo más salvaje, aunque el capitalismo no tiene la culpa de que el protagonista no sepa lo que quiere.

Respetable vida familiar u orgías-vendimia. Ustedes eligen.

Bromas al margen, celuloide muy juguetón e inquietante el de esta obra. Qué secuencia la de la visita a la ex-mujer, mira que si le resucita y le vuelve a casa el marido con el rostro de Rock Hudson. Creo que soy incapaz de tomármela completamente en serio, a pesar de sus cargas, y eso la hace aún mejor.