miércoles, 2 de octubre de 2013

LA CAPITAL



A capital
Eça de Queiroz, 1870 (publicada de forma póstuma en 1925)
Funambulista, 398 páginas

Cuando éramos jóvenes y admirábamos justamente a Pío Baroja y algo también a Benito Pérez Galdós, yo creo que nos hubiese encantado leer a Eça de Queiroz. Pero así es o era el bachillerato español, chovinista y algo paletorro, haciéndote creer que tu país es la primera potencia del mundo en literatura, sin no ya hacerte leer, si quiera citarte a nadie que no haya nacido en el terruño.

Queiroz no sólo tiene una prosa elegantísima y a mi juicio divertidísima, además escribió en esta novela inédita en su tiempo una prodigiosa obra iniciática donde contempla las filias juveniles por el romanticismo, el drama y el exceso afectado con un sentido del humor y una ironía afiladas y sanadoras. 

Con qué gusto nos contemplamos lo ridículos que éramos, que fuimos, a través de una mirada así. Quizás leída demasiado pronto puede asustar si se carece infortunadamente de ese reirse de uno mismo, pero difícilmente se iba negar que es una magnífica novela (ojo, que no poseo aún el baremo para saber si las tiene mejores).

Y esas relaciones entre portugueses y españoles (o mejor dicho españolas) no pueden estar vistas con más saludable mala leche y encantador erotismo. Que viva Eça de Queiroz y que viva "La capital". Ha sido un placer.



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