5 de enero de 2007
Mucho
se ha complicado la vida Clint Eastwood a la hora de abordar la batalla
de Iwo Jima, y sin necesidad de que Spielberg le pervierta con su
presuntamente maléfica influencia.
"Banderas
de nuestros padres" empieza como el flash back de un veterano que nos
habla en off a los espectadores, sigue como el tímido flash back de
varios veteranos que son entrevistados por un jovenzuelo que
prácticamente no sabemos quién es y acaba contada en off de manera muy
enfática por ese entrevistador que sabemos que es el hijo del primer
veterano, en unos diez minutos finales que son probablemente lo más
mediocre que haya rodado Eastwood en su vida, con una sucesión de falsos
finales interminables, alguna incoherencia asombrosa, y un punto de
vista cada vez más subrayado con ese off tan recargado.
Hay
tal mezcla de puntos de vista y es tan anárquica en su distribución del
peso de los mismos que es difícil creer que sea una opción narrativa
deliberada y no el fruto de un montaje apresurado y desconcertado ante
un exceso de horas de material rodado. ¡Ah!, ¡ay!, ¡uy!, ¿no se
distinguieron siempre los clásicos por saber exactamente qué y cuánto
rodar?. A mi modo de ver Clint está mayor para moderneces, por no hablar
del poco talento que tiene para el cine de mensaje.
Mientras,
la película salta adelante atrás, adelante atrás, un, dos, tres, para
contar una historia desmitificadora que cuestiona los conceptos de
heroismo y patriotismo minuto sí y minuto también, totalmente de
acuerdo, pero sin poder salir de esse círculo vicioso conceptual, hasta
tal punto que se carga el plano final, uno de los mejores que haya
rodado Eastwood, con una voz en off de juzgado de guardia que resume
textualmente aquello que la película ha machacado en sus diálogos y sus
situaciones durante dos horas y cuarto. El tono es afortunadamente
maduro y crítico y no sensiblero, pero la reflexión que hace "Banderas
de nuestros padres" es demasiado obvia y consabida, tanto como pudiera
serlo por poner un ejemplo al vuelo, la de "Senderos de gloria", claro,
pero aquella duraba 85 minutos y era la emoción de una situación límite
la que nos llevaba a la tesis de la pelicula, sin necesidad de que
estuviera tan formulada.
Hay
bastantes buenas escenas en la película. El chico que cae del barco, la
emisora de radio, los apuntes sociales en una América que segrega
aunque seas héroe, la crema de fresa (aunque sea una escena de trazo
gureso), etc, etc...el problema es cómo todas esas buenas escenas están
distribuidas en una película que alarga como un chicle una tesis tan
esquelética y está montada de manera tan caótica y en el fondo
pretenciosa.
A
ver si tiene algo más provechoso que decir "Letter from Iwo Jima" y
tiene ideas narrativas más claritas y más firmes...o si le da por la
complejidad es una complejidad mejor elaborada, y bueno, también tengo
mucho curiosidad por saber qué pensáis de "Banderas de nuestros padres"
los buenos conocedores del cine bélico de la lista.
18 de febrero de 2007
"Cartas desde Iwo Jima" es una película que camina por una senda más familiar en el cine de Eastwood. Se deja de jueguecitos narrativos confusos, desorientados y construye una película mucho más lineal (no del todo), clarita, cerrada, de ambiente oscuro y claustrofóbico y sin los meandros sin fin de su antecesora.
A mi me parece el mejor de los cinco trabajos que optan al Oscar este año, aún así no deja de ser una obra muy decepcionante, en absoluto es el tributo que se ha cobrado Eastwood por servir a Spielberg como se ha vendido, ni una obra personal en la mejor tradición de Clint. Porque:
*Mensaje y premisa se traicionan. No hay en realidad punto de vista japonés porque la película repite exactamente el mismo mensaje de "Banderas de nuestros padres" a grosso modo sobre el sufrimiento humano, el heroismo y la guerra, luego el rollo de la foto en una y los suicidios en otro no son más que particularidades regionales olvidables. Suena a ya visto hace un mes y medio. Lo hace de manera menos retórica y machacona, lo cual costaba de creer a una de las personas que me acompañaban, que no había visto la otra y que se ha mostrado bastante más inmisericorde que yo con "Cartas".
*Hay escenitas en las que la sombra de Spielberg está bastante más presente que en "Banderas de nuestros padres", el soldadito hablando al vientre su mujer embarazada o la escena del perrito ponen los pelos de punta.
*El esfuerzo por dignificar al bando japonés acaba resultando forzado y a veces ridículo. La caricatura que hace de la maldad de los americanos en contraposición con la bondad nipona es sencillamente carcajeante.
*Los flash backs para airear la férrea unidad de espacio y tiempo son bastante más forzados y entran peor que en "Banderas de nuestros padres".
Me gusta Ken Watanabe y la sensación de que Eastwood parezca saber más qué demonios está jugando con una narración de este tipo, pero a la vez acaba resultando demasiado árido, le falta la ambición y la frescura de la "americana", aunque fueran una ambición y una frescura fallidas a mi entender.
Por ejemplo, se acaba la película de una manera más contenida, sin ese insoportable discursazo de la primera, pero también se acaba sin un plano tan estupendo como el que cierra la primera.
Son las dos obras complementarias en la forma, absolutamente redundantes en el contenido y complementamente insatisfactorias. Me quedaría con "Cartas desde Iwo Jima", pero sus encorsetados defectos son capaces de reivindicar lo más discutible de "Banderas de nuestros padres".
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