La obertura me parece vibrante, maravillosa pero al mismo tiempo no puedo remediar que me parezca poco vinculada con la obra, cuya historia a mi me resulta un tanto falta de esa vibración.
La música es legendaria, recordaba muchas más partes que el "Va pensiero", se quedó inscrito a fuego para la música popular el "sonido Verdi" y las reconocibles claves de su más que justificado éxito.
Aún así recordemos que hasta ahora de Verdi habíamos visto en el blog obras de madurez que cataban otros caminos. Nunca se quedó catatónico en "Nabucco".
Voy a poner la obertura y voy a poner el "Va pensiero", que no tiene nada de manido, es una joya y se bisa en el que resulta el mayor momento de emoción.
Velada de Metropolitan , cálida y excepcional como todas. Durante esta temporada iremos a la ópera de verdad de una vez por todas, qué menos, pero perviven las ganas de volver a esos cines que te teletransportan a la mágica sesión del mediodía del coliseo del Lincoln Center una y otra vez.
Que vivan los operarios trabajando a destajao en el entreacto y el presentador Eric Owens despidiéndose de Kristine Opolais, con la que ha hablado de la inminente Rusalka, hasta los ensayos del lunes. Qué bonito debe ser amanecer así un lunes en Nueva York, diciéndose a uno mismo "tengo ensayo".
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