domingo, 11 de agosto de 2024

AVANTI!

 


 

A Billy Wilder nunca le interesaron las modernidades del cine, ni Godard ni Antonioni, ni las autorías. Tampoco a la crítica moderna le interesa Billy Wilder, para qué engañarnos. No es mi intención desfacer estas obviedades ni inventar la pólvora. Sin embargo algo fue cambiando en su manera de hacer cine con los años y el ejemplo palmario siempre me ha parecido esta película, de las menos citadas pero con los años cada vez estoy más convencido que de las mejores.

Creo que hay algo muy emocionante en cómo afronta varias cosas que me llaman poderosamente la atención en particular.

Su larga duración, a pesar de no ser la primera vez, en una película pródiga en meandros narrativos y en alguna escena, para mi asombrosa y memorable, como el paseo de Juliet Mills en calesa, una escena que diez años antes creo que jamás habría puesto en un montaje. Me parece una película larga porque no habla en particular de Italia sino de un estado de ánimo vital representado por la luz, el paisaje, la carnalidad y la gastronomía mediterránea.(En esa dilatación del tiempo no es que esté Antonioni pero creo que Wilder llega a la misma conclusión, a la misma necesidad vital, quieres contar o transmitir algo y ya no te valen las maneras de siempre, necesitas encontrar otras...de ahí que siempre haya dicho yo que la Modernidad de Hollywood y de los maestros crepusculares no responde a ninguna mímesis sino a una derivación natural del Arte hacia su propia ruptura).

Me llama la atención que es una película donde se evoca poderosamente otra película que no existe y que jamás existirá más que en nuestro pensamiento y sensibilidad. La historia de amor de los padres de la pareja protagonista. No te está contando lo que sucede tras una puerta, te está contando una película imaginaria como si fuera la mejor de las películas. Wilder pasó preguntándose toda su vida como lo haría Lubitsch. Yo creo que así.

Y es una película moderna y postmoderna porque al tiempo que evoca una película que no existe de forma absolutamente conmovedora, la reconstruye ante nuestros ojos retazo a retazo (ahí no es que esté Godard, pero están los retazos frankensteinianos del fin del relato, contadas todas las historias solo queda romperlas en pedazos para volverlas a reconstruir. Hay una parte de Godard que queda explicada).

No se me ocurre película más audaz, valiente, rupturista y maravillosa. No se me ocurre mayor demostración del talento y la maestría de un Wilder veterano que ni de lejos se repite a si mismo, cuando podría seguir exprimiendo su pericia endiablada para el guion de hierro cerrado a cal y canto, sin dejar de exhibir el mismo oficio y la misma amorosa dedicación al arte de la comedia de sus desvelos. 

Porque además si una mirada cinematográfica sobre ella nos entrega una película que no se duerme en sus laureles y propone formas nuevas en la carrera de su director (basándose además en una obra de teatro), es una película por si fuera poco profundamente ligada a un sentimiento de vitalidad que pone los pelos como escarpias y tiene su máximo exponente en el plano final de Juliet Mills con unos ojos vidriosos, que es para arrodillarse ante ella, como lo es toda su presencia en la película, una de las mejores interpretaciones de la Historia de este Arte.

Descomunal, muy poco citada, por eso que siempre comento, que las películas se graban a fuego a cierta edad del público y cuando los maestros llegan al final de sus carreras los acabamos viendo con cierto desencanto porque ya no nos producen "lo de antes". Supongo que muchos sintieron nostalgia de "Perdición", de "Con faldas y a lo loco", de "El apartamento". Del clasicismo con mayúsculas que había representado.Lo entiendo pero yo, por mi parte, dejo el corazón en Ischia definitivamente

2 comentarios:

  1. Que buen texto, Sergio, para la más insólita de las películas de Wilder (junto a la de Sherlock Holmes, que recuerdo como una de mis favoritas de sus "menos citadas"). De esas películas dedicadas a un verano, entendido verano como la suspensión de la vida. Y qué bueno eso que dices de la película que no existe.

    ResponderEliminar
  2. Es una película que no deja de ganarme con los años.

    ResponderEliminar