lunes, 15 de agosto de 2016

2046


4 DICIEMBRE 2004

Mejor no meterse en el berenjenal de comparar "2046"
con una de las cults más veneradas de los últimos años
"In the mood for love", ni recomendarla a tontas y a
locas a los entusiastas de aquella, porque por mucho
que aparentemente tengan tantas cosas en común, le
pueden sacar a uno a gorrazos de la sala.

"2046" no me parece ni mejor ni peor que aquella, no
me interesa mucho la posible comparación, y además
dicen que se parece igualmente a otros tantos Wong Kar
Wai que desconozco.

Película excesiva, desmadrada, arriesgadísima y
desigual, casi como consecuencia de su propia
estructura de puzzle de historias de amor, que dejó
tanto tiempo a su director indeciso y que posibilita
tanto que dure las dos horas diez que dura como que
hubiera durado 90 o haber sido extendida a 180. Es
más, en los últimos treinta minutos se pueden apreciar
posibles cortes y carpetazos finales que al final no
han sido.

Tampoco me interesa la película como reflexión madura
y auténtica sobre el amor o el desamor, no dice nada
especialmente antológico o remarcable sobre el dolor,
el olvido etc etc que no hayan podido decir mil
películas antes. Para mi gana el cómo dice lo que
dice...y la sensación de que podría haber dicho lo que
le hubiera dado la gana y el resultado hubiese sido
igual de extasiante.

Peli compleja pero bastante asequible, bellísima,
intensísima, arrebatadora, emocionante a más no poder,
experiencia audiovisual original y llena de
inagotables recursos, regada con mucho estilazo por la
música y que se desfonda a ratitos pero que certifica
que este Wong Kar Wai es una especie de Ronaldinho de
la cámara de cine en un mundo en el que tantos
directores salen a jugar con cinco defensas.

Pura magia, pura fantasía brasileira con sello de
Hong-Kong, juego lírico-suicida y sin complejos.
Jugada maestra y ¿peliculón del año?...¡ahá!...aún
quedan 3 semanas y muchas pelis pasadas sin ver,
pero...el delirio está justificado...

Pocas veces importó tan poco la escasa solidez de los
personajes, de la historia como tal.Ni mucho menos que
los modos publicitarios estuvieran tan presentes hasta
extremos demenciales y sólo vistos en "Médico de
familia"...(esos créditos finales!)

Borrachera de estilo hasta el coma que despertará
entusiasmos, ascos y desconciertos casi por igual.

Pongo también lo que dije en su día sobre "In the mood for love"

20 FEBRERO 2001

Primer estacazo maestro del año. Gozo absoluto. Filigrana prodigiosa. 
Su cocción como película es lenta pero deja el sabor de los mejores 
guisos.Demostración de que el cine sigue vivo y además transita por 
caminos originales y efectivos.

Wong Kar Wai dirige una miniatura preciosa. Una gran película de amor 
sin nada que ver con los trillados caminos sobre el tema.Qué 
maravilla como la estructura en escenas cortitas, que lejos de ser 
una pedantería inconexa como otras veces pasa, están tan mimadas, tan 
cuidadas, tan bien planteadas. Todo lo que sucede en ellas tiene 
infinito sentido;gestos, miradas definitivas, poder de síntesis 
extremo.Y no se puede decir que hayan factores favorecedores, no hay 
sólo factores, hay toda una artillería a favor de la película.

Una fotografía calida y triste al tiempo, de un colorido irreal, al 
estilo de una vieja foto en color. Un actor Tony Leung,perfecto, y su 
compañera Maggie Cheung, magistral y de una elegancia sublime 
(estupendo el juego de lucir con ese porte y cambiar a cada escena su 
florido vestuario). La planificación está llena de ritmo acertado y 
talento, los movimientos de cámara son dinámicos y van siempre a 
dónde tienen que ir (y no fallan nunca), la música-tan repetida- 
juega un papel muy importante.

Habría que recorrer escena por escena para glosar todas las virtudes 
y maravillas de esta impresionante obra maestra. No hay folletín, 
aspavientos, ni melodramatismos desaforados- aunque música y drama 
son su base. Con poquísimo su poder de comunicación es descomunal. 
Tiene que ver en el fondo con "Lo que queda del día" pero en la forma 
es radicalmente opuesta. Ivory es un clásico y Wong Kar Wai un fuera 
de serie de eso con lo que habría que ser más exigente, que repele a 
veces, acierta de lleno otras, y que llaman modernidad. "In the mood 
for love" le hace sentirse a uno orgulloso del cine de su tiempo.

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