lunes, 29 de mayo de 2017

EL CHICO

El primer largometraje de Chaplin está últimamente sometido a un cuestionamiento cinéfilo bastante lógico atendiendo a su discutible uso del sentimentalismo.

Se puede ver de otra manera, sobre todo cuando la ves junto a otro niño pequeño, de la misma edad además que Jackie Coogan.

Está extraordinariamente bien narrada, bien estructurada, bien manejada, con sus emociones, sus risas y lágrimas ejemplarmente dosificadas. Es la prueba del algodón, algo que es capaz de atrapar a alguien completamente ajeno a la cinefilia, al cine mudo, al culto de Chaplin o a cualquier tipo de análisis concienzudo y pagado de si mismo como el que hacemos tantas veces.

Su poder y su universalidad no invalida en absoluto las posibles críticas pero su poder y su universalidad proporcionan otras lentes y otros elementos de juicio. Otra mirada sobre la transparencia de Chaplin y su capacidad para traspasar y dinamitar todos los lapsos espacio-temporales, generacionales, culturales y todo lo que se ponga por delante.


4 comentarios:

  1. A mí me parece una película casi perfecta, y una prueba de su grandeza es, como dices, que puede ser apreciada por un niño o por el espectador más escamado (toda la elegancia de Lubitsch se resume en la escena en que vemos, por única vez, al padre de la criatura); a los que miran su sentimentalismo por encima del hombro habría que recordarles que Chaplin no es menos sentimental que Murillo, Dickens, Dostoyevski, J.R. Jiménez, Chaikovski, Puccini, Mahler, Griffith, Ford y tantos otros.

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  2. Tremendos nombres, contienes la respiración ante su particular sentimentalismo.

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  3. Si todo el sentimentalismo del cine fuera como el de Chaplin... Das una pista sobre un hecho que encuentro fascinante: lo bien recibido que es el cine de Chaplin por los niños de hoy, casi un siglo más jóvenes (o por lo menos, por los que yo he visto). Es un lenguaje universal, unas emociones absolutas y un mensaje inmarcesible. Un maestro, se le revise como se le revise, vamos.

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  4. Y la sesión no formaba parte de ningún plan de fomento de la cinefilia.

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