lunes, 15 de mayo de 2017

ORFEO de Claudio Monteverdi

"Siempre comparo a Monteverdi con Shakespeare; de hecho ambos fueron contemporáneos. De igual manera que el británico consiguió para el teatro compilar una serie de experiencias y pasiones humanas, como a buen seguro nadie lo había hecho antes, de igual amanera Monteverdi consiguió que la música y las emociones de los hombres se expresaran de un modo inédito, tanto en sus madrigales como en sus óperas. Monteverdi pertenece, a mi juicio, a una generación realmente extraordinaria de genios y talentos que cambiaron el mundo. quienes de algún modo fundaron el mundo moderno tal y como lo conocemos: Cervantes, Galileo, Kepler, Rubens, Caravaggio, Francis Bacon, Shakespeare y Monteverdi. Artistas, científicos o filósofos que cambiaron nuestra forma de ver el mundo, poniendo al hombre en el centro de todo, midiendo el universo a escala humana. La música de Monteverdi es la banda sonora de ese cambio histórico fundamental."
(John Eliot Gardiner)

Hoy este blog se viste de gala para felicitar efusivamente a ese eterno chaval llamado Claudio Giovanni Antonio Monteverdi que hoy cumple nada más y nada menos que 450 años maravillosamente bien llevados, bueno, en realidad tal día como hoy lo bautizaron en Cremona según algunas fuentes, otras dicen que fue ayer, ya saben que 450 años provocan muchas amnesias...

Y además hoy es lunes y día 15, con lo que en el blog es día de película y día de ópera, por lo que unimos ambas cosas celebrando el cumple con la película que el director suizo Claude Goretta hizo sobre la ópera de Monteverdi, junto a "El regreso de Ulises a la patria" y "La coronación de Popea" las únicas tres que se conservan de las quince que compuso.

Una ópera estrenada en 1607, 410 años ya, por los carnavales de Mantua, encargada por el duque de aquella ciudad tras la representación de Euridice de Jacope Peri en Florencia.

No es ni será de las películas más citadas de Goretta, como el "Don Giovanni" no lo es de Losey ni "La flauta mágica" de Bergman, me parece que solo los arqueros Powell y Pressburger han conseguido ese reconocimiento con sus "Cuentos de Hoffmann".

El caso es que es una película ligera y alegre, con una artificiosidad en sus decorados delicada. Fotografía de Giuseppe Rotunno y vestuario de Gabriella Pescucci, dos nombres míticos del cine taliano. Filmada íntegramente en Cinecittà y consiguiendo plenamente su objetivo, el refulgir de esa música considerada como la primera obra maestra de la historia de la música dramática.

Dos diferencias sustanciales con la ópera de Gluck que hemos tenido esta temporada. Orfeo mira atrás por el miedo a que Eurídice no lo siga, no por los reproches de su esposa. Y al final es Orfeo el que asciende a las alturas y no Eurídice la que vuelve a la vida. A pesar del creciente antropocentrismo, el paso que no dio Gluck más allá en la música, pues la de Monteverdi es insuperable, lo dio en la carnalidad y apego del libreto por la tierra y por la vida.




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