LAS AFINIDADES ELECTIVAS:Cinco semanas con enormes parones me ha llevado esta lectura pero la he terminado enlazando con el recuerdo que tenía de "Las penas del joven Werther", uno de sus momentos y el aria operística en la que derivó:la he terminado con la primera brisa de primavera que espero haya venido a despertarme física y hormonalmente (la hormona del sueño se entiende) y a ponerme con el suficiente ánimo, que querría me llevase durante este año al "Fausto", cuyo volumen ya custodio amorosamente, incluso cuando pienso "deja de custodiar amorosamente volúmenes y ¡lee!". Creo que sigo dominado un tanto más por ansias de conocimiento que de emoción, por eso siento un menor impulso a veces de leer, y al leer esta obra, que esboza un cuarteto amoroso (un rectángulo quizás) se va dibujando un mapa en mi cabeza de lo que era o lo que es Goethe, incluso cuando veo las fechas de las obras, que son anteriores o lo que suponía con mi conocimiento enciclopédico tremendamente superficial. Quiero saber y entender, pero claro, para eso hay que estar más despierto y menos cansado.Seguiremos informando.
EL CORONEL CHABERT/EL VERDUGO/EL ELIXIR DE LARGA VIDA/LA OBRA MAESTRA DESCONOCIDA:Ha sido tal el disfrute de alguna obra de este maravilloso volumen que servidor ha estado a punto de perecer en el intento.En concreto ha sido "El verdugo", una narración con un pulso emocionantísimo, pues no me da un acceso de tos alérgica a medianoche y en lugar de ir a buscar el salbutamol no se me ocurre otra cosa que pensar "debe estar a punto de acabar, debe estar a punto de acabar, acabo y voy, acabo y voy...".Imposible dejarlo, se alarga el amigo Honoré un poco más y bordeo el shock anafiláctico, ah, albricias qué muerte tan pedante. Muy sorprendente también es "El elixir de la larga vida", con delirio de terror desprejuiciado, con zombies balzaquianos avant todas las lettres. Y qué decir de "La obra maestra desconocida", la brevísima joya que inspiró las cuatro horas de "La bella mentirosa". Una joya ambientada en 1612, no creo que Rivette se equivocara modernizándola pero hubiese tenido lo suyo ambientar también la película en 1612. Una referencia en las fascinantes relaciones entre cine y literatura. Con todo el cariño casi lo de menos, que ya es decir, es "El coronel Chabert"
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