Coincido con El cine de Solaris en considerar el Drácula (1958) de Terence Fisher (al que admiro y tan malconozco) como la más espléndida adaptación de la novela de Bram Stoker. Siento una enorme simpatía por la Tod Browning, cada vez quedo más en minoría cierto es, una peli que me inquietó de niño y en la que me sigue cautivando el sello Universal y la presencia de Bela Lugosi, será que uno tiene algo de Ed Wood/Johnny Depp (en lo que al cine se refiere, no en el gusto por vestirse de mujer). La de Murnau me parece una gran versión, sería la mejor película de largo de la filmografía de casi cualquier director, pero no es ni de lejos la mejor película de Murnau. En cuanto a Coppola, me obnubiló y me impactó cuando la vi en pantalla grande a los 15 años, pero el globito se ha ido deshinchado vertiginosamente con los años, también en buena parte porque no la he vuelto a ver en pantalla grande. Desconozco de momento la de John Badham.
Después habría que detenerse en hermosos extravíos, sugerentes adaptaciones como la de Guy Maddin en forma de delicioso ballet, esperar precisamente lo más extraviado en lo que prepara Albert Serra y deleitarse en el trabajo que hizo Werner Herzog, tomando en principio a Murnau como referente inmediato pero viajando, y nunca mejor dicho, mucho más allá.
Estas versiones quizás no sean adaptaciones propiamente dichas, son obras que toman al Conde como excusa y en las que el director impone de forma dictatorial su arrolladora personalidad.
"Nosferatu" es, con todas las letras, una película de Werner Herzog. Desarrolla impecablemente el argumento de la novela de Bram Stoker, pero es pródiga en pasajes en los que Harker o el Conde, en sus respectivos viajes, no son muy diferentes ni viven una aventura física muy diferente de la del alucinado Aguirre. Ni de Aguirre ni de muchos otros personajes de Herzog que voy a ir descubriendo en los próximos tiempos.
Esta secuencia maestra define la personalidad de la película (se me puede acusar de que me encanta todo celuloide en el que suene "El oro del Rhin", lo cual probablemente es cierto,y es que queda tan bien)
Estas versiones quizás no sean adaptaciones propiamente dichas, son obras que toman al Conde como excusa y en las que el director impone de forma dictatorial su arrolladora personalidad.
"Nosferatu" es, con todas las letras, una película de Werner Herzog. Desarrolla impecablemente el argumento de la novela de Bram Stoker, pero es pródiga en pasajes en los que Harker o el Conde, en sus respectivos viajes, no son muy diferentes ni viven una aventura física muy diferente de la del alucinado Aguirre. Ni de Aguirre ni de muchos otros personajes de Herzog que voy a ir descubriendo en los próximos tiempos.
Esta secuencia maestra define la personalidad de la película (se me puede acusar de que me encanta todo celuloide en el que suene "El oro del Rhin", lo cual probablemente es cierto,y es que queda tan bien)
me ha recordado esto a cómo usaba la música herzog en el documental sobre la primera guerra de irak, lektionen in finsternis, donde también había unos pedazo de piezas de los nibelungos que eran así como para desmayarse. Se ve que al hombre le gusta, qué duda cabe. Para un internacionalista como él, lo mismo es el punto en que la tierra tira...
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