Basada en un hecho real, el primer trabajo para el cine de Michael Haneke es esta película de línea dura en la que se muestra con efectividad hiriente la extrañeza y el trastorno de los actos cotidianos. La hija pequeña de un matrimonio simula una ceguera para llamar la atención, este hecho alterará a una familia ya herida en la línea de flotación y le hará replantearse hasta extremos trágicos su existencia robótica destinada a ganar y a tener cada vez más. Nuevamente me interesa mucho más la escenificación cortante de los hechos que los análisis sociológicos y críticos que pueden extraerse, y me interesa que ya pueda verse al mejor y más áspero Haneke, que espero que vuelva tras el homenaje que se ha dado a sí mismo con "La cinta blanca".
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