viernes, 24 de agosto de 2012

HUGO

Un cine didáctico 

Si las filmotecas, entre otro material didáctico, tuvieran que producir una película como material ilustrativo de su sentido (como existe hermoso material de fomento de la lectura al margen de la propia existencia de los libros), un material para complementar sus visitas escolares (¿existe eso?), quizás uno de los mejores ejemplos imaginables podría ser esta singular y poderosa obra de Martin Scorsese, que desde el desconocimiento uno miraba de reojo con todas las antipatías posibles.

Y es que ver a Martin Scorsese dirigiendo un material de clara orientación infantil se me antojaba como ver a Sam Fuller dirigiendo "Mary Poppins", o en la clave de recreación ideal y colorista de París, como ver a Michael Haneke dirigiendo "Amelie".

Pero no hay nada en "Hugo" que pueda definirla como un desgraciado encargo ajeno a la personalidad y a los intereses de Scorsese, al contrario. La película, más que un homenaje nostálgico y llorón a un cine perdido, es una apasionada defensa de la curiosidad y de las ansias de conocimiento como herramienta de autoconocimiento y de puritito placer, por supuesto. Por supuesto que está narrada en clave de cine infantil, pero está hecha de esa forma de forma admirable, protagonizada por dos niños que  leen, ven películas y una de cuyas aventuras consiste en ir a la biblioteca a saber más cosas de George Meliès.

"Hugo" hace de esas ansias de conocimiento su bandera, y de la exploración en la memoria de todas las artes (en especial el cine) su corazón, como ha hecho siempre el propio Scorsese, de una forma activa y plenamente residente en su presente, por un camino diferente al que pudieran emprender en algún momento Garci, Tornatore o Bertolucci.

Tan anclada en su presente, en su incierto y decadente presente, que decide investigar (y eso se nota incluso en 2D) en las posibilidades expresivas del 3D, algo que es tomado en serio si lo hace Nicholas Ray con el scope, pero que parece que no tiene valedores críticos con este formato. "Hugo" a veces resulta algo fea y deudora del último Zemeckis, pero otras mantiene la ambición y la ilusión de explorar las formas de magia del presente al tiempo que se explora el pasado.

"Hugo" me parece una excelente película infantil y una obra muy personal de Scorsese, combinación rara pero parece que posible. Más didáctica que sentimental, el único comentario emotivo es que tras la sombra de Meliès parecen esconderse las vejeces de todos los pioneros, y donde digo Meliès diría Griffith. Ingrata industria la del cine, que diría Welles.






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