No suele tener la buena fama de "El seductor" o "Fuga de Alcatraz", pero la simpatía, ausencia de concesiones, apoyos, y exhibición de seguridad en si misma que desprende esta obra de Don Siegel merece que se la reivindique convenientemente.
Con un señor arranque en un memorable atraco, Siegel no se anda con sentimentalismos o adornos. Narra el destino de los 750.000 dólares que persigue la Mafia sin un sola coartada psicológica o emotiva. Sin pretender ascetismos de ningún tipo. Y sin muletas la película le funciona perfectamente, perfectamente visualizada.
Manejar la tensión, la acción, contar qué es de ese dinero. Cómo reaccionan los personajes, qué planean, pero todo el factor humano va dirigido hacia el objeto, es una película completamente física, sobre ese dinero y sobre los movimientos y pulsiones de los personajes entorno a él, pero no sobre las pulsiones en sí mismas. La codicia, la traición, la crueldad, el amor o el sexo no son mostrados de una forma pasional, empática o contagiosa. Y tampoco es una película fría.
Son paradigmáticos de la extraña y fascinante narrativa de la película los dos breves pero significativos besos en la boca que le da Walter Matthau a su esposa al inicio de la película. Y cómo no se vuelve al tema de su matrimonio ni a lo que sucede con él.
Una película nada contemplativa pero que se contempla. Una muestra del dinámico, cautivador y raro arte de Don Siegel. Una espléndida película.
*Mención aparte al marciano sentido del humor que hace que los personajes citen a Clint Eastwood y que Matthau se acueste con la esposa en la vida real de Jack Lemmon.
*Demasiado fácil imaginarse a Clint en el papel principal, pero Matthau concuerda muy bien con la existencia de este thriller no por setentero fácilmente clasificable.
Me uno a la reivindicación, Sergio. Esta película merece más y mejor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Rafa.
Qué ímpetu, qué naturalismo tienen los thrillers de los 70. Tu comentario me ha recordado a otro, no excesivamente parecido pero también con Walter Matthau, "The taking of Pelham One Two Three", una estupendísima predecesora de junglas de cristal y otras hierbas.
ResponderEliminarDon Siegel, un gran maestro de filmes con héroes varoniles y con don Walter suena ideal. Buscaré este filme que parece ineludible. Buen blog.
ResponderEliminarBien, Rafa. Gracias, Ratón. Pelham sólo la he visto a ratos por la tele. Y Don Walter me resulta también en ella otro de esos rostros rocosos de los 70 como Gene Hackman que hoy no protagonizarían nada. Incluso las chicas del film de Siegel están muy rellenitas para estos descafeinadísimos tiempos en el cine USA, tampoco querrían sacarlas en pantalla. Ellos se lo pierden.
ResponderEliminarMagnífica película, en mi opinión la mejor de Siegel en los años 70, eso que Harry, el sucio, El seductor y Fuga de Alcatraz también son excelentes, y El molino negro (incluso en menor medida Teléfono) no estaban mal del todo, las más decepcionantes de esa década son sus western Dos mulas y una mujer y El último pistolero. Matthau está excepcional, Doe Baker haciendo de animal tampoco desentona. El thriller de los 70 suele deparar gratas sorpresas, incluso más allá de obras maestras incuestionables como La noche se mueve, las de Coppola, Fleischer, Siegel... porque alguien se podría esperar de Sargent una película tan notable como The Taking of Pelham One Two Three o que Peter Yates iba a rodar casi una obra maestra como The Friends of Eddie Coyle, o la estupenda San Francisco, ciudad desnuda por no salir de Matthau.
ResponderEliminarRoberto
Los 70 son una fuente inagotable de alegrías...
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