domingo, 25 de noviembre de 2012

LAS DOS HUÉRFANAS


Además del festival 4+1, otra cita importante de estos días es el acceso (en España) al catálogo mudo de Divisa via streaming a módico precio. 

Últimamente este blog está muy silente, pero no tiene nada que ver con las pelis de Haznavicius o Berger. Obviamente las grandes películas mudas siempre me gustaron, igual que las grandes películas sonoras, las grandes películas en color, o las grandes películas italianas...Aún así, cabe constatar que el gran mudo entra cada vez con más facilidad, como el mejor licor, dinamitando el teórico obstáculo del cambio de ritmo de los fotogramas por segundo.

Yo estoy en plena efervescencia Griffith (no es la primera vez en mi vida), pero el espectador podrá encontrar un amplio catálogo de Murnau, Lang, Pabst...y todito en copias la mar de interesantes y lustrosas.

"Las dos huérfanas", que no había visto, es un delirante folletín ambientado en la Revolución Francesa. A pesar de sus moralistas y sonrojantes rótulos del inicio (el puente que traza entre Robespierre y los peligros del bolchevismo y el anarquismo es tremendo), a los cinco minutos ya te tiene atrapado, y su historia personal y colectiva, su brillantísima arquitectura, la bellísima sencillez de cada plano y aquí en especial el ejercicio de montaje paralelo, amplificando y rejuveneciendo lo que hiciera en "Intolerancia", te dejan sabiendo por qué unas películas sí y otras no.

Yo diría que algunos decorados ya los he visto en otras películas, hay ahí un recibidor, una especie de descansillo de la casa muy familiar. Pero da igual que sea la Francia del XVIII o la Nueva York de principios de siglo. DG sigue imponiendo su sombra alargada, desde la comercialidad, el cánon clásico y la salvación en el último minuto. Pero con un magisterio inagotable.







4 comentarios:

  1. Estupenda tu reseña, me entran ganas de verla por otras vías, por cierto yo también soy muy dado de "pasar efervescencias".

    Saludos desde el recibidor.

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  2. Debo decir que "Las dos tormentas" aún me parece más impresionante, pero que ésta es una gran película de todas formas.

    Saludos

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  3. Bueno, lo de la "bellísima sencillez" es relativo, hay planos de masas del final (ese tumulto carnavalesco y pulsional) que no sé como se pudieron rodar y que veo imposible que hoy se pudieran repetir (con figurantes de verdad, quiero decir, que con las técnicas digitales puedes poner lo que quieras, aunque luego las imágenes te dejen completamente indiferente).
    O la secuencia de la fiesta/orgía de la aristocracia, de una complejidad pasmosa. Bueno, que veo que te pasa lo que nos ocurre a todos, que te quedas colgado de los rostros de las hermanas Gish.
    Me voy a ver Dos tormentas este finde, que es la que yo no he visto.

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  4. Yo creo que en realidad quería decir que lo hace parecer fácil, aunque ciertamente pensándolo dos segundos sean planos y secuencias de una complejidad extraordinaria en la realización.

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