Si hay algún trabajo de Abbas Kiarostami cercano al musical, género que practican más cineastas de lo que se dice, ése es "Abc Africa".
Kiarostami viaja a Uganda para filmar a los huérfanos del SIDA acogidos por un proyecto de ayuda que empezó en 1986 para cuidar a los niños huérfanos de la guerra civil del país centroafricano.
El documental no escatima explicaciones sobre la situación de los niños y el país, constata la influencia del catolicismo en lo que al condón se refiere, pero sobre todo es una sinfonía de imágenes, clima, ritmos y canciones del lugar que narran la esperanza de sobreponerse a los golpes de la enfermedad (que destroza en alto grado a la población masculina,dejando a madres y abuelas como motor de la futura sociedad ugandesa).
Se puede sospechar (desde el tipo de juicios escrupulosos que se hacen hoy en día) del punto de vista de un director que se hospeda en un hotal precioso y provoca muy artificialmente que el chófer ponga "alguna canción de allí", con ese puntito de provincianismo que llevamos a veces los viajeros queriendo comer u oir "algo del lugar". Se puede creer que Abbas tiene bastante mucho de la mirada occidental paternalista y algo sentimental sobre el continente, pero el resultado final tiene el punto de cocción justo para erigirse como un retrato de una comunidad en lucha contra los elementos, con una escritura poética y de valor extrapolable y universal a todas las comunidades en lucha.
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