Más allá de su celebérrimo minuto y medio de diálogo, "Johnny Guitar" tiene poderosos atractivos y si acaso un par de briznas que no me convencen pero...
Como en su otra película de mítica desbordada, "Rebelde sin causa", hay un espacio poblado de fantasmas y de sueños de futuro (allí aquella casa deshabitada, aquí el bar de Vienna), y una lección sobre cómo crear esa fantasmagoría a todo color. Hay momentos en los que el bar de Vienna parece el mismo infierno, rojo tan rojo, y en todo momento se convierte a mi juicio en el gran protagonista de la película.
El guión parece en parte una versión en femenino de "Casablanca", pero la obra trasciende el concepto en ese uso del espacio y del color.
Joan Crawford interpreta a un personaje ya legendario, aunque quizás el protagonismo se lo lleve ese ángel de muerte y venganza que le regalan a la sublime Mercedes McCambridge.
No me convence quizás algunos momentos de diálogo en los que sólo falta un luminoso parpadeando que diga "alegoría de la caza de brujas", ni que un personaje de cierta relevancia argumental como Kid tenga el escaso carisma que le encuentro a Scott Brady.
Pero qué gran obra de Ray auspiciada por la gloriosa Republic, otra de ese curioso pelotón menos visto que citado, que siempre merece una revisión o un descubrimiento.
Un western diferente y como dices lleno de grandes frases y diálogos. La Crawford, como casi siempre, está inmensa.
ResponderEliminarBuena peli!
Saludos.
Está muy bien escrito. La Crawford rondaba los 50, ahora sólo se lo darían ¡a Meryl Streep!
ResponderEliminarSaludos
Ray es un cineasta fantástico sus películas podrán ser irregulares pero no carentes de interés y además cuentan con una visión muy particular de la vida en este caso bañadas por una lírica sobre la soledad y como los seres humanos enfrentan sus demonios interiores cobijados por la noche hundidos en el desamor desgarrando sus sentimientos aferrados a alguna esperanza que ilumine esa negrura de la noche y que también es la de sus propias vidas.
ResponderEliminarExtraordinariamente bien definido y aplicable a muchas de sus películas.
ResponderEliminarTemía que me ocurriera lo mismo que con 'Duelo al sol', que de tanta grandilocuencia romántica operística me pareció incluso un poco ridícula... Pero la verdad es que la intensidad de 'Johnny Guitar' me dejó pegado a la pantalla. Una vorágine de sentimientos inflamados en manos del destino. Como dice el anterior comentario, las películas de Ray (cuando andaba con independencia) contienen criaturas fascinantes.
ResponderEliminarEs el riesgo que corren películas como "Duelo al sol".
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