Como los editores me obligan a emprender una absurda labor de documentación previa a cada lectura (que obviamente no efectúo) por su estúpida manía de publicar versiones abreviadas (las únicas que deberían existir son las que tienen dibujos en colorines bien grandes en cada página) se van a quedar ustedes sin la reseña que venía a escribir tan feliz sobre esta supongo que gran obra del conde Jan Potocki. He terminado su versión abreviada, abreviadísima esta mañana y quince minutos después, buceando por internet he descubierto que es cuatro veces más larga. Algo raro había notado, ¿pero es tan difícil permitir que abramos los libros con total tranquilidad y ciega confianza en que nos vamos a leer ÉSE libro y no un sucedáneo?. La cosa, o el despropósito parece que nace de la editorial Gallimard en los años 50, pues lo que he leído concuerda exactamente con la descripción de esa edición. Ya ando como contaba enfrascado en la tranquilísima y paciente relectura de "Guerra y paz", ahora éste que parecía haberse acabado resulta que aún no ha acabado. ¿Por qué nos tratan como a niños pequeños?, ¿qué creen?, ¿qué nos van a disuadir las 800 páginas?. Ostia, tío, queste libro es mu gordo". En fin, qué mala leche se le pone a uno...con el mal rollo que se me había quedado tras leer "La muerte Ivan Ilich" y lo contento que estaba. No gano para disgustos. Qué difícil es esto de la "cultura". El "Sálvame" y la Champions siempre los ofrecen sin adulterar. Otra relectura al canto, qué ganas, porque creo que una vez conocido el esqueleto la voy a disfrutar tanto como la de Tolstoi.
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