lunes, 5 de septiembre de 2016

EL SUR




El estuche de blu-ray dedicado a Erice con el combo de sus dos primeros largos me permitió revalorizar y admirar "El espíritu de la colmena" , que siempre había malvisto en copias bastante lamentables.

Prescindí un poco de volver a ver "El sur", que había visto ya muchas veces y siempre me había gustado muchísimo. Y prescindí de verla por esa poca simpatía que siento por los eternos lamentos entorno a ella y mi poca predisposición, que ya explico en la crítica que linkeo a sacar en procesión a Víctor Erice, al que por otra parte considero sin paliativo alguno un grandísimo cineasta.

Volviendo a ver "El sur" es interesante tomar posiciones intermedias. Por una parte conociendo lo que aconteció (Querejeta la mostró en Cannes sin terminar y no facilitó que se concluyera posteriormente) sería un desprecio bastante vulgar concluir con un simple "la película ya está bien así". Es más, conociendo con detalle esa historia uno no puede menos que lamentar en sus minutos finales, en los que Estrella prepara su viaje al Sur, todo lo que nos hemos perdido. El segmento que venía podía haber sido majestuoso , inenarrable, la segunda mitad o la simetría, o el negativo o como quiera llamarse de una película histórica, antológica. Sinceramente ésta es la vez que más lo he lamentado, quizás haya sido la primera en que conocía la historia al detalle, como digo, contada por el propio Erice en una famosa entrevista a  TVE.

El problema, los problemas de hecho son dos. En primer lugar no se puede vivir de lamentos, o no se debería, o a mí no me apetece, vaya. Esto es muy subjetivo. En segundo lugar "El sur" ya es una película histórica, antológica, verdaderamente impresionante. Me sigue pareciendo la obra maestra de Víctor Erice.

Decía Erice con dolorosa mesura un 19 de mayo de 1983 en declaraciones recogidas por el diario "El país":

""No lo he ocultado al montar esta parte", declara Erice. "Lo he hecho como si la película tuviera continuación, aunque algunos elementos que aquí aparecen se hubieran explicado mejor: en la segunda parte. Sin embargo, he asumido la situación y firmo esta película. Sé que son así las leyes de la producción cinematográfica. Aunque disiento de algunos motivos de la productora para interrumpir el rodaje, no quiero polemizar sobre ello y acepto las cosas tal como están, aunque sigo pensando en rodar la segunda parte de El Sur. Ahora es el público el dueño de la película".

Será porque estoy casado con una mujer del Norte que en su infancia era idéntica a Sonsoles Aranguren, será porque la casa de su infancia es tan parecida a ésta. No puede ser por motivos tan coyunturales, la peli es un prodigio de arriba a abajo, de sensibilidad, de poesía sobria y emocionante, de detalles. La composición de Omero Antonutti me ha parecido más emocionante que nunca. Sus gestos, sus movimientos, la manera de vestir los trajes, de tomarse una copa, de escribir una carta...

Dicen que hacerse mayor es malo, que te acercas al final, pero a mí lo único que me pasa es que cada vez redescubro obras que no me habían gustado en la adolescencia y disfruto infinitamente más obras que ya me habían gustado. Los poros se abren. El Arte es una fiesta.

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