jueves, 1 de diciembre de 2016

NOVELAS NOVIEMBRE 2016



ADA O EL ARDOR: Las últimas páginas de la novela reconocen algo que me parece tan obnubilante como inevitablemente un pequeño chasco. Nada es comparable a la primera mitad de esta obra, una de las cumbres de la literatura, una de las mejores novelas jamás leídas, deslizándose su prosa con una gracilidad e inventiva sobrenaturales. No en vano cita con devota frecuencia al gran Proust. "Ada o el ardor" publicada en 1969 puede que sea la última gran audacia que, por ahora, ha vivido la novela como Arte sin límites y Arte que todo lo puede (alguien en la sala ha dicho Pynchon, ¡vale!). La segunda mitad ya no es lo mismo, siendo muy bueno. No caeré en el reduccionismo de determinar que podría haber terminado antes, alguien que mide tanto, que busca tanto equilibrio no habría podido escribir nunca esa primera parte. En la desmesura del empeño está su propia grandeza. Vladimir Nabokov a hombros y al altar. Casi con toda seguridad su obra maestra.



LA ROMANA: No recuerdo qué obra de Moravia leería hace más de una década que me impulsó a comprar otras tantas más. Puede que fuera "Agostino", no lo sé. En todo caso no he encontrado en "La romana" motivos para ese impulso que trajo a casa "Los indiferentes" o "El desprecio". Tratándose de una buena obra echo un poco en falta mayores atractivos en el diseño del personaje de Adriana. Caigo en el riesgo de que se interprete que como la muchacha es bastante simple ya le está bien empleado ser un juguete de los destinos masculinos, cosa que no siempre es así porque conoce y utiliza sus escasas bien delimitadas y llamativas armas. No, no es eso, no es que se lo tenga merecido, es que a mí me faltan asideros para seguir casi 500 páginas que ni si quiera cincelan ni dicen demasiado o lo suficiente sobre la Italia fascista. Sobre adrianas a ratos pensaba en "La condesa descalza", donde sí encontraba la fascinación, la complejidad y la emoción que echo a faltar en esta obra, sin duda realista. Sí, realista, ¿y?.



ADIÓS A LAS ARMAS: Hermosa y doliente historia de amor publicada en 1929. En la década de "Ulises", de "El ruido y la furia", de "La montaña mágica"  pero también de "El gran Gatsby", Hemingway, que apoyó Joyce, se significó como un maestro de la literatura más cristalina en una poderosa novela donde más que pasarse de lo colectivo a lo individual, lo colectivo resuena de fondo ante el inconmensurable poder de lo individual. Un coloso el escritor mostrando una relación en la que ímpetu sexual, amor y compromiso se confunden peligrosamente bajo el paraguas de la juventud y las bombas.


RONDA DEL GUINARDÓ: Juan Marsé es un escritor de la categoría de un Tonino Guerra, debería haber vivido la Modernidad cinematográfica francesa o italiana y haber escrito para ellos. En plena década de los 80 se marca esta brevísima novela. Otro "deambular", palabra clave del cine moderno, el de un policía veterano y la joven víctima de una violación que caminan hacia la identificación del cadáver del presunto agresor, dos años después de los hechos. Que todo suceda el día del final de la II guerra mundial en una España miserable que iba a ser abandonada a su suerte en las garras del fascismo incrementa la desesperanza absoluta de esta magnífica novela.



LADY SUSAN: En esta ocasión la brevedad no me ha dejado que acabe de entrar en calor como me sucedió con "Orgullo y prejuicio". Una novela epistolar que Jane Austen no publicó vida. Apta y categórica para coronar un gran mes como éste.


¡Extra! ¡extra! ¡Extra!

Desde este mes les invitamos a mirar del rincón en el ángulo oscuro.

PÁGINAS OLVIDADAS con Milan Vargas

ANNE RICE

Conocida principalmente por sus ciclos sobre los vampiros que empiezan con “entrevista con un vampiro”, Anne Rice es la garantía de un desembarque en la idiosincrasia del sur de estados unidos y en particular de Louisiana. Saca partido de forma muy personal al rico folklore sureño.
Sin embargo su obra es más amplia. Además de lo sobrenatural, el amor es protagonista. Un amor nunca cursi, y en sentido muy amplio traspasando todas las barreras. Las novelas de Anne Rice son trepidantes, e intimistas con estilo muy visual.  



La trilogía la hora de las brujas se desarrolla en la Nueva Orleans con sus viejas familias y sus intrigas. Una familia de brujas  se enfrenta a un ente que sale del olvido para reivindicar un antiguo pacto.





"Servant of the Bones" (El sirviente de los huesos) es una novela destacable por su originalidad. El personaje principal es un espíritu inmaterial que roza la omnipotencia pero está sometido totalmente a un objeto. Su memoria sobre sus orígenes es borrosa. Parte de la intriga consiste en la reapropiación de su identidad en un lejano pasado. El magnífico relato saca brillantemente partido a acontecimientos del Antiguo Testamento.





ARTHUR MACHEN

El escritor de origen galés se inspira en buena parte del folklore local para elaborar su propia mitología. Sus cuentos ponen en escena parajes solitarios rurales y feéricos. La musa de Machen es una hada oscura, elfos inquietantes e inmensos entes cuyo nombre casi nunca revela.

El estilo de Machen es magnífico destacando por la pureza, su finesa tan común en la literatura de la era victoriana.

Su mejor baza es su capacidad de sugestión dejando el lector adivinar las cosas las mas espantosas sin nunca enseñarlas del todo. Quedan ocultas a contraluz detrás de un velo.







URSULA LE GUIN

Cuando Freud, Jung y la mitología se suben al mismo barco, obtenemos a las historias de Terramar  de Ursula Le Guin. Su obra no es solamente poética, visualmente evocadora, sino que también tiene profundidad filosófica.


El ciclo épico es la obra maestra de la escritora, con pinceladas de Taoismo y un ambiente que recuerda ciertos cuentos de polinesia.

El mundo de Terramar como indica su nombre es un universo oceánico, salpicado de archipiélagos. Las aventuras a las que se enfrentan sus personajes les llevan por tanto de isla en isla, de un mar al otro.

Uno de los temas centrales de la obra es el combate interior. Durante la mitad del ciclo, el protagonista tiene como principal enemigo…él mismo.


4 comentarios:

  1. Me sigue sorprendiendo la cantidad de novelas por mes que lees. Me hace sonrojar, si yo hiciera esta sección habría un libro o dos como mucho. ¿La sección Extra es una colaboración externa o un seudónimo?

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  2. Madrugo mucho. Todo esto nació por la mala combinación de transporte que tengo en mi destinación actual, que dura más de lo que supuse, pero es una vida que no le recomiendo a nadie. La literatura lo ha hecho y lo está haciendo soportable. Leo antes de empezar a trabajar y me cuesta imaginar cómo y cuánto leeré cuando madrugue como una persona normal, jeje...También es cierto que en este curso leo el mismo número de títulos pero menos páginas. Estoy trabajando muchísimo más, ¡uf!.

    La colaboración es externa. Su autor es un amigo con el que he mantenido a lo largo de los años infinitas tertulias político-artísticas cara a cara ante múltiples platos de pasta mirando de reojo a los enanos. Un tipo brillante ajeno al mundo de los blogs, las redes sociales y los intelectualismos fatuos. No creo que hubiese aceptado una colaboración para más de lo mismo ni para que nadie se llene la boca hablando de Faulkner o Proust como hace servidor. Eso sí, seguro que mi colaborador pronuncia Balzac infinitamente mejor que yo.

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  3. Muy de acuerdo con la valoración de Ada o el ardor como la quintaesencia del arte de Nabokov: Lolita o Pálido fuego pueden ser novelas más perfectas y medidas, pero ninguna tan fascinante como esta, con toda su desmesura y su soberbia.

    También está bien traída la referencia a Pynchon: Nabokov fue, junto con Borges, un adelantado de la posmodernidad, al margen de escuelas y antes de que nadie usara el término.

    Saludos

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  4. Con el tiempo el equilibro artístico es uno de los valores que más y mejor pone uno en cuarentena para abrirse a nuevas formas de disfrute.

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