Se acaba un año histórico en la Humanidad o como mínimo en nuestra biografía y acaba resultando uno de los años en que más películas he visto. El año de acostar a los niños tarde durante el confinamiento, dormirse un rato y ver una película de madrugada casi cada día, aún a riesgo de haber afectado a otras actividades culturales.
Respecto a los estrenos fui a las salas en enero y por variopintos motivos, míos a veces y de imposibilidad legal otras, acabo 2020 sin haber vuelto. Aún así el flujo de cine de autor reciente hacia las plataformas (a veces dándome una prisa absurda e indeseable) no ha cesado, y no es el año en que más me ha costado encontrar diez películas que destacar.
Solo dos cosas antes de proceder.
Podría haber visto estos últimos días "City hall", "Isabella", "Malmkrog", "Undine", "Tenet" o "Martin Eden". Lo haré en algún caso, en otros quedará pendiente para el 2021 y en un tercer caso es posible que se me olviden completamente. No haré ninguna maratón para tener una visión más completa del año, ni sacrificaré un western de Cecil B.De Mille, un rato de lectura, música o una de superhéroes o de Miyazaki con mi hijo. Profesión tengo solo una y acabo 2020 en uno de los mejores momentos que recuerdo, además.
La última, no aparecen películas que considero sinceramente mejores que las que he puesto como "The woman who ran", "Roubaix, une lumière" o "Ghost tropic" pero a la que les falta un puntito de capricho que creo que deben tener las listas, motivos a veces espúreos por los que encariñarse con ellas y dar a la lista un toque verdaderamente personal, para poner solo las calidades evidentes hay cientos de listas para contrastarlas, para poner grandes descubrimientos hay prospectores del terreno mejores que yo, yo me propongo llamar la atención sobre determinados aspectos de algunas películas que a mi personalmente me importan o me afectan de alguna forma. Si no ¿para qué una lista?
1- The souvenir (Joanna Hogg, 2019)
No vamos a entablar una lucha fatua entre cine y series de televisión pero si me preguntaran por qué, a contracorriente de todos y de todo, he elegido las películas, mi respuesta sería ésta. La puesta en escena contra el argumento, contra el qué pasará que muere al tiempo que está pasando. El estreno en España más hermoso de los que he tenido ocasión de ver.
2- Le sel des larmes (Philippe Garrel, 2020)
Siendo una década indudablemente buena para Garrel, si que es verdad que me cuesta recordar detalles y personajes concretos de sus películas, salvo en este caso donde creo que la definición del protagonista, sus tres encuentros femeninos y la emotividad del personaje del padre al que interpreta André Wilms convierten al film en uno de mis favoritos suyos y uno de los que más me han hecho disfrutar este año.
3- Voices in the wind (Nobuhiro Suwa, 2020)
Un film que recibió críticas bastante comprensibles por su sentimentalismo pero que a mi sin embargo me parece uno de los mejores, por su territorio conocido, por su espacio vital más metafórico que real y por su catarsis, que me atrapa y permanece conmigo. Por eso les decía que quería ir más allá de las calidades obvias y los equilibrios de consenso pero les esperan ejemplos peores en esta lista.
4- La flor (Mariano Llinás, 2018)
Durante el primer estado de alarma se le ofreció al cinéfilo español esta película que ronda las 14 horas y a la que le sucede como a esas grandes obras literarias que han sido verdaderamente memorables. Hay fragmentos duros de roer, sobre todo a medida que te encaminas hacia el final, pero también fragmentos memorables, deslumbrantes, de aquellos que harán historia en el cine. Una derivación natural desde "Historias extraordinarias" de todo lo llovido y todo lo filmado, por Llinás, y como bien defienden sus más acérrimos, por todo lo filmado por El Pampero. Una derivación de consecuencias futuras imprevisibles que me niego a juzgar por partes.
5- Vitalina Varela (Pedro Costa, 2019)
Continuación de la mitología del barrio de Fontainhas, muy cercana a "Caballo dinero", que adquiere su mayor estatura en el hallazgo de su protagonista, comparable al de Ventura, y que a medida que transcurre el metraje adquiere su propio lirismo y su propia personalidad. No podía entender el año sin esta película, finalmente estrenada en España.
6- La famosa invasión de los osos en Sicilia (Lorenzo Mattotti, 2019)
Es un placer incluir esta película, como muestra de un cine de animación de gran inventiva y vitalidad y como muestra de las relaciones del cine con otras artes, en concreto con la novela de Dino Buzzati, que leímos en casa antes de verla.
7- Richard Jewell (Clint Eastwood, 2019)/ J'accuse (Roman Polanski, 2019)
Es cierto que el recuerdo de esta película se ha ido desvaneciendo y que para este puesto tenía otras candidatas seguramente más meritorias pero había algo en ella que no podía dejar de destacar, y menos este año. Cuando la vi en salas me conmovió de veras, como me conmueve siempre Eastwood, esté mejor o peor, en ese espacio sacro que es capaz de crear en el cine, con unas maneras de filmar y de mirar que con él dan sus últimos coletazos.
Quizás es el lugar para citar también la última de Polanski, de temática tan similar y que no respondiendo al estilo de Eastwood ni de lejos sí que es un gran cine de veterano visto en sala que deja y dejará una huella que no es fácil de explicar ahora mismo.
8- Sobre lo infinito (Roy Andersson, 2019)
Andersson ya más cercano a un haiku que a un sketch en una incontestable muestra de su talento con la que hemos tenido la suerte de contar este año.
10- A hidden life (Terrence Malick, 2019)
Una película quizás irregular y todo lo fallida que se quiera pero que me trae dos aportaciones de suma importancia. El retorno y reencuentro con Malick más allá de la retórica a estas alturas ya un tanto agotada de "Él árbol de la vida" y "To the wonder" y su obra con un discurso más interesante, acerca de la inutilidad o no de las heroicidades y las valentías y cómo se cambia el mundo. Una obra no solo de gran belleza sino capacitada para interrogarme sobre grandes cuestiones, que es algo que Malick, enorme esteta, no suele conseguir conmigo. Vino además acompañada de la presentación comercial en España de sus dos obras más repudiadas, "Knight of cups", que contra todo pronóstico me parece magnífica, y de "Song to song", de la que solo puedo ratificar en cambio todos los horrores que se dijeron de ella.
Quitando la de Roy Andersson que me da muchísima pereza, las demás se me aparecen apetitosas. Vaya año qué hemos pasado, al fin llegamos al final; a ver qué nos depara el siguiente. Un abrazo
ResponderEliminarA ver si tenemos suerte y allá por verano aclara.Son pelis que he ido rebuscando en festivales online, en las poquísimas visitas a la sala o en lugares inesperados. En 2021 todas creo que estarán accesibles con normalidad.¡Feliz año!
ResponderEliminar