El impresionante Martin Lasalle y Marika Green, tía de Eva Green y cuñada de Marlene Joubert |
"Oh, Jeanne, qué extraño camino he tenido que recorrer para llegar hasta ti"
Bresson empieza avisando de que lo suyo no es de este mundo, nada de un policíaco corriente y moliente, no vaya a ser que lo confudan con el resto. "Lo que el AUTOR ha pretendido". No puedo ocultar nunca mi instintiva antipatía personal por este hombre (dicho sea de forma inocente y juguetona), de quien me cuesta mucho creer, aunque sé que es así, que se limitase a exponer su método de trabajo sino que siempre tengo la sensación que le explicaba al resto de mindundis cómo se trabajaba. ¿Para qué ese aviso?, ¿para que lo entendieran?, ¿para que no huyeran de la sala?. En esa época Godard, Truffaut, Resnais y Rivette también quebraban el cine sin necesidad de explicarlo en los títulos de crédito. ¿Por qué no permitir un impacto directo, un choque, aunque sea a costa de indignaciones y desconciertos?.¡Ay!
Lo que digo, claro, no está en contradicción con que la película es una de las grandes obras maestras que ha dado el cine, perdón, el cinematógrafo, otro término que comprendo, entiendo su importancia, pero por el que nunca consigo tener ninguna simpatía. Ni está en contradicción con que Bresson, junto con Griffith quizás, es uno de los grandes casos de cineastas-isla, que empiezan y acaban en sí mismos, sin menoscabo de la corte de imitadores imposibles, Y cineastas-isla sobre todo porque te los podrías llevar a una isla y recordar gracias a uno sólo de ellos lo que es el cine y lo que era el cine si lo perdieras para siempre.
"Pickpocket" exhibe primorosamente todos los procedimientos cinematográficos de Bresson sin resultar un experimento pelmazo y sin alma, conservando el lirismo y la capacidad de emocionar aunque sea a través de la negación del gesto.
Y creo que lo hace en parte, aunque haya esa ansia de buscar la fuente del cinematógrafo sin relación con nada, porque "Pickpocket" como buena parte de la obra de Bresson está eternamente unida a la obra de Dostoievski. No porque sea obviamente una adaptación libre de "Crimen y castigo", la fisonomía fascinante de Martin Lasalle, la buhardilla parisina que uno situaría tranquilamente en San Petersburgo, el blanco y negro, ese extraño tempo que podría ser un intento de imitar (porque sólo se pueden hacer intentos) el tempo de la novela rusa. Incluso a veces leer a Dostoievski recuerda retrospectivamente a Bresson, que ha quedado ya como su gran adaptador.
"Pickpocket" demuestra que incluso cuando se trata de un cineasta único como Bresson, un cineasta sin antecedentes y de herederos sólo supuestos, podría aplicarse aquella frase que se escucha en "Persona" de Bergman y que me sé de memoria, "tu refugio no es hermético, la luz se filtra por todas partes".
FELIZ DÍA DEL LIBRO
Nademos un poco a contracorriente felicitándolo, con todo el sentido, con esta obra cinematográfica químicamente pura.
Unos apuntes: Dostoievski es fuego y Bresson hielo, pero aún así es su mejor adaptador. "Cuatro noches de un soñador" es el inicio de eso que se llama el cine postmoderno ,el de Rudolph, Kar-Wai, etc. "Las damas del bosque de Boulogne" es para mí la cima del cine francés. En su absoluta precisión, encuentras escenas que extraídas podrían encajar perfectamente, porque beben de ellas, en películas de Godard, Truffaut, Chabrol, etc.
ResponderEliminarNo siendo una versión, al leer "Memorias de la casa muerta" (llevado bastante por la temática) pero sobre todo por el ritmo de los capítulos, fue inevitable pensar en "Un condenado a muerte se ha escapado".
ResponderEliminarLas temáticas y los sentimientos de Dostoievski son fuego. Las formas de Bresson son hielo, ya no estoy tan seguro si los sentimientos descritos también lo son. "Cuatro noches..." creo que ha salido en Japón nada más y nada menos.
Un saludo