Titulada en España "La comedia de la vida", (como el film de Howard Hawks, ¿qué harán cuando alguna película se titule así de verdad?). Roy Andersson propone un doble juego, humorístico y estético.
Un humor que, como rezan algunos eslóganes publicitarios, me parece asimilable al de los Monty Phyton. Un humor con algunos gags excelsos (la discusión entre la maestra y el vendedor de alfombras), pero que va decreciendo en intensidad a lo largo del metraje.
Y un film de planos fijos, con unos fondos magníficos de una expresividad y de una belleza pictórica singular, como si estos sketches cortos que vertebran un film tan desvertebrado fueran realmente tiras cómicas de un poético viñetista.
A medida que avanza el film hay que acogerse más a su belleza formal porque su humor tiene menos (casi nula) pegada, siendo en conjunto una rareza estimable.
Siempre traes cintas interesantes y algo desconocidas, lo cual se agradece; me intriga saber más de ella, le echaré una mirada, que sea una comedia que describes como rara me crea expectativas; ese grado de originalidad que un cierto cine exige. Un abrazo.
ResponderEliminarEs curioso porque últimamente traigo las cintas que las circunstancias me permiten, por eso me alegra que te guste la selección. Prácticamente no puedo ir nunca al cine y tengo un abono anual a filmin, un netflix español de cine independiente y tiro de lo que hay allí. Quiero recuperar cositas de cine clásico americano por ejemplo que no hay allí, pero no veo el momento ni el lugar.
ResponderEliminar¡Mario!, te sigo leyendo, pero llevas comentadas unas cuantas que no he visto todavía, ¡por eso no digo nada!, pero tu selección también sigue siendo muy potente :-)
Un abrazo