viernes, 2 de enero de 2015

JAUJA

Nueva entrada del cine de aventuras moderno. En la línea de Kelly Reichardt y Albert Serra, o de la excelente "Caracremada" de Lluís Galter, Lisandro Alonso prosigue su particular trayectoria con una nueva entrega de esa épica tan lírica que tienen sus compadres que dilata y suspende el tiempo y la narración.

Los primeros minutos de "Jauja" resultan fascinantes porque uno cree que esta vez le van a mimar un poco más el paladar, en contra de ese punto de roscón de pan duro que tienen sus colegas. La fotografía de Timo Salminen combinada con el uso sonoro y rotundo de la palabra, uso mayor, más conseguido y más intenso de lo acostumbrado le ofrecen a uno una textura nueva muy conectada como siempre con el pasado y muy abierta al futuro pero que da una solución química novedosa.

Después los silencios y el deambular de la narración decepcionan. Su buscado misterio es una apuesta muy digna y comprensible, pero todo suena en cambio a ya a visto. De todas maneras cabe aclarar que son películas que cuestan un enorme esfuerzo en casa y que en la sala con una concentración diferente y una percepción diferente regalan estímulos diferentes. Imagino que "Jauja" en sala de cine tiene valores muy potentes, y que el capote y el bigote de Mortensen/Wayne/Ethan/Brittless mirando a un cielo estrellado adquiere otras resonancias. Yo no ando ahora en posición de verla en sala pero no quería perder la opción de curiosear entre cierto cansancio y cierta inagotable e insaciable curiosidad por el devenir de este ramalazo del cine moderno.

Brillante salto o elipsis final, transitando siempre muy inteligentemente  por ese buen misterio. Seguiré atento a las sopas que hacen estos cocineros con el hueso del western y el cine de aventuras. A veces un poco más sosas de la cuenta pero siempre calientan en invierno.






4 comentarios:

  1. No soy demasiado aficionado al cine experimental aunque, por el contrario, suelo dejarme llevar por estas propuestas entre oníricas y metafísicas. El comienzo me recordaba a Hellman, a Herzog y a Conrad, pero la verdad es que, a medida que avanzaba la cosa, más me dio la impresión de que en realidad Jauja no tenía mucho que contar y que era una película bastante vacía. Y sigo pensándolo.

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  2. El comienzo promete mucho pero luego se deja llevar por una puritita fórmula de éxito crítico probado. El cine actual más alabado (y el de otros tiempos) está lleno de ellas. Parece tabú decir que en cierto tipo de cine existen las fórmulas, pero existen.

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  3. Tuve una sensación parecida viéndola. Yo hay veces que me trago el truco, lo reconozco. Pero lo que me puso sobre alerta en Jauja es que, creo recordar, precisamente López mete en el guion una frase que viene a decir que hay cosas cuya explicación solo reside en quien sabe verla. El típico "solo me comprenderán los sensibles e inteligentes codo-codo, guiño-guiño" que suele funcionar como cebo de la crítica más sesuda. Y, ojo, que suele funcionar.

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  4. Pueden existir incluso fórmulas que te caen simpáticas. En el caso que nos ocupa insisto en que la sala juega un papel importante. Cosas que en casa me dan sueño o me hacen perder la paciencia, en el silencio y en la concentración de la sala adquieren otra relevancia. Películas como "Caracremada" y sobre todo "Història de la meva mort", siendo parecidas en muchos sentidos a "Jauja" me han gustado muchísimo más. Y en el caso de "El cant dels ocells" que pude seguir bien en cine, por televisión no pude soportar ni dos minutos. Otros cines aguantan bien todos los formatos.

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