La película también dinamita toda posible jerarquía cinéfila. No puedo argumentar que Allen sea tan buen cineasta como Murnau o Dreyer, pero "Manhattan" o "Hannah y sus hermanas", o "Zelig" o "Desmontando a Harry" van a la par en emoción en mis poros con "Centauros del desierto", "Amanecer" u "Ordet".
Pocos comentarios estrictamente cinéfilos se me ocurren. Un brevísimo apunte, creo que "Manhattan", no sé si vía Allen o vía Marshall Brickman tiene una pequeña deuda o hilazón con Billy Wilder, que no se me ocurre genio cuya valoración crítica haya sufrido un desballestamiento más bestia y más injustificado. Podría hacer más comentarios cinéfilos pero no es ése el corazón de esta joya que ya habré visto a lo largo de mi vida alrededor de una veintena de veces, haciéndome reir y emocionándome como la primera.
En efecto, hay algunas películas tan buenas que trascienden toda valoración artística-cinematográfica. Mi favorita de Allen, dentro de sus innumerables variaciones sobre el amor romántico (¿acaso hay algún amor igual que otro?) y artístico, además de una gran demostración de que la comedia es un bisturí de disección perfectamente afilado (cosa que, por entonces, creo que a Allen le producía alguna duda, si no complejo).
ResponderEliminarAllen detestaba "Manhattan", ofreció hacer una peli gratis si ésta no se estrenaba. Creo que tenía todos los prejuicios y pensaba que lo verdaderamente serio era hacer cosas como "Interiores".
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