Leídas desde el 10 de noviembre...
SUDORES FRÍOS: Divertidísima y maravillosa lectura de una novela que se asume desde la primera línea como muy inferior en categoría artística a "Vertigo", la película que generó posteriormente (a día de hoy considerada con justicia mejor película de la Historia del Cine). Sin embargo es una novela de un enorme interés que por sus características propias merecería una película propia:un Scottie francés sigue a Madeleine por las calles de un París a punto de entrar en la II Guerra Mundial y reencuentra a Judy en las calles de Marsella bajo la sombra de un De Gaulle triunfante. Si no fuera por las lloricas que exclamarían "no-remakeéis-Vertigo" tendríamos tan singular y merecida película.
LOS PAPELES DE ASPERN: Tras "Daisy Miller" y antes de afrontar obras de largo recorrido, sigue mi particular calentamiento con el universo de Henry James. Magnífica novela que transcurre en Venecia. Protagonizada por un crítico literario, ¿capaz de todo?, una obra tan hermosa como punzante y definitiva y radicalmente importante. Seguiré in the mood Henry James.
ETHAN FROME: Tras la deslumbrante "La edad de la inocencia", la lectura de "Ethan Frome" me ha supuesto la confirmación de la excelsa prosa de Edith Wharton. Conmovedora hasta lo trémulo en su manejo de las pulsiones del amor prohibido. Lujazo y placer de primera.
LA OSCURA HISTORIA DE LA PRIMA MONTSE: Cuarta novela que leo de Marsé. Muy en deuda con "Últimas tardes con teresa", en cuanto a ese esquema de elemento extraño irrumpiendo en la burguesía catalana, todo más virtuoso y elevado al cuadrado. Empieza de forma deslumbrante, aún así. Creo que comete Marsé el error de parar con 60 páginas de cursillistas que ciertamente acumulan más y más virtuosismo literario a mansalva pero que resultan totalmente anticlimáticas. El escritor renuda la marcha pero ya nos pilla algo en frío. En el final no resulta ajeno a lo conmocionante que uno haya paseado y vivido momentos importantes cerca de Lesseps y Vallcarca.
Páginas olvidadas...Milan Vargas
FRANK HERBERT:
La obsesión de Frank Herbert autor del ciclo de
Dune, es el poder. A lo largo de los siete tomos, las aventuras de los
protagonistas pivotan alrededor del poder, en todas sus dimensiones: político,
religioso, psicológico, sociológico e incluso ecológico. El autor en sí mismo a
lo largo de su vida fue un espíritu hambriento de conocimiento, y muy
pluridisciplinar lo que da mucha pertinencia y consistencia a las partes más
científicas de su obra.
Pero más que nada, el autor supo en los dos
primeros tomos crear un universo con un ambiente y una estética muy particular
suerte de mil y unas noches, universo espacio-feudal, nido de intrigas, de
cinismo, de personajes barrocos y de cofradías que esconden secretos y poderes
descomunales.
Dune es un poco leer Maquiavelo entreteniéndose
(aunque para algunos el autor de Florencia lo es bastante en sí mismo).
El principio de la saga tiene absolutamente todas
las cualidades del conjunto y se puede leer por separado. Aúna facilidad de
lectura, entretenimiento, emoción y reflexión. El tercer tomo, El Mesías de
Dune es una secuela dulce amarga donde la emociones épicas, dejan sitio a la
desilusión, la incertidumbre el declive personal y más intrigas con nuevos
protagonistas.
En los Hijos de Dune, el ambiente vuelve a ser más
móvil, más fluido, y más aventuras esperan la siguiente generación de
protagonistas Leto y Ghanima.
El Emperador Dios de Dune, es el más complejo, el más
reflexivo, el más arduo de leer y el más estático de los volúmenes del ciclo.
Gran parte de la obra explora el universo interior de Leto Atreides, ser casi
divino y su alter ego, Moneo, su chambelán.
En los Heréticos de Dune tras un lapso temporal
importante el lector vuelve a tomar contacto con un universo devastado y
desestructurado por el derrumbe del antiguo imperio. Los nuevos protagonistas
se enfrentan a nuevas amenazas y los vestigios de las antiguas cofradías (Bene
Gesserit, Bene Tleilax).
Para terminar, La Casa Capitular cierra el ciclo,
con batallas finales y la revelación de lo que se escondía detrás del derrumbe
del Imperio, con un final críptico a lo David Lynch.
Uno de los puntos fuertes de la obra de Herbert es
la complejidad de las intrigas, la inteligencia de los diálogos y de los
personajes, el trabajo ingente de desarrollo de su universo que no palidece
frente al de Tolkien y también un importante trabajo de investigación previa a
veces esotérica.
Curiosamente y a título de ejemplo, la obra está
plagada de alusiones al sufismo, la rama mística del islam, y lo guiños del
autor van más allá de la mera superficialidad.
Curiosamente sin embargo la mirada de Herbert sobre la religión nunca pierde su
cinismo, y desarrollo transcendental místico van de la mano con pura
manipulación política.
En conclusión Dune es una saga muy recomendable y
que tiene la ventaja de poder leerse tranquilamente por separado pudiéndose
incluso saltar algunos tomos si el lector no acaba de entrar en el relato, a
sabiendas de que existe suficiente variedad de narrativa y ritmo como para que
esté satisfecho en un tomo o en otro.
Hola, Sergio. Me encanta los papeles de Aspern, y me encandila Henry James (excepto Los embajadores, que era su novela favorita, y que no pude terminar). Cuando leo alguno de sus textos, me parece escuchar de fondo un cello o algo así, si me permites la cursilada.
ResponderEliminar¿Cuál vas a leer a continuación, si se puede saber?
No lo sé muy bien. Se admiten sugerencias. Puede que "Washington Square". Me gusta leer novelas largas por cómo me va cambiando el ánimo pero con James aún no me animo porque me descabalgué de "Retrato de una dama". Lo quiero volver a intentar en el 2018 porque es obvio que es un enorme escritor. De momento leo su obra corta en la que también es un maestro.
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