domingo, 18 de agosto de 2024

RECUERDA

 Creo que no me cuesta ver todo lo que no acaba de funcionar en una película con una fórmula tan pedestre explicando el psicoanálisis. Coincidiría antes de haberlo leído con todo lo que dice Sergi Grau en su libro "El cine es sueño", como si lo hubiese escrito yo.

Sin embargo creo que tras el mítico pase de "Psicosis" debió ser el 1 de marzo de 1991 cuando vería "Recuerda", en una época cercana a la que debí ver "Marnie" en la autonómica catalana. Después nos la llegaron a pasar incluso en tercero de BUP en un año en que vimos "Ciudadano Kane" o "La naranja mecánica" cuando todavía seguía prohibida en Reino Unido.

Para mi "Recuerda" está bastante unida al descubrimiento del clasicismo americano de los años 40 que básicamente se resume en cómo hay que iluminar a Ingrid Bergman, a mi es una película que lejos de las valoraciones estrictamente críticas sobre sus debilidades y lejos de la evidencia de estar pidiendo a gritos "Encadenados" (coincidir hasta en eso), me sigue haciendo vivir en un territorio dulcemente confortable y placentero.


 

 

sábado, 17 de agosto de 2024

MURALLAS DE SILENCIO

 Segunda película de Hugo Fregonese en Hollywood. Tiene un inicio maravilloso a partir de un plano de Märta Torén mirando por la ventana (Marta Toren es una actriz sueca que murió con 31 años, a la que apodaban "la próxima Ingrid Bergman). Ese inicio, cine negro puro en interiores, es un duelo emocionante entre James Mason y Dan Duryea no solo trepidante en lo narrativo sino también filmado con un estilazo de primera.

Luego viene una parte central que podría ser de repente algo parecido a un western, que a mi me resulta mucho menos interesante pero que me recuerda al fatalismo de El salario del miedo, casi más a Friedkin que a Clouzot (¿la habría visto Friedkin?) y me recuerda poderosamente por ideas de guion y por su último plano a "Los delincuentes" de Rodrigo Moreno (¿la habrá visto?, no la cita en las entrevistas, sería sublime que no la hubiese visto y se tratase de una coincidencia cósmica en la que va a abrazarse con otro título de Fregonese).

La película se cierra volviendo al cine negro que es donde tiene un mejor rendimiento, otra vez sobre unas imágenes superlativas de Märta Torén bajo la lluvia.

 



domingo, 11 de agosto de 2024

AVANTI!

 


 

A Billy Wilder nunca le interesaron las modernidades del cine, ni Godard ni Antonioni, ni las autorías. Tampoco a la crítica moderna le interesa Billy Wilder, para qué engañarnos. No es mi intención desfacer estas obviedades ni inventar la pólvora. Sin embargo algo fue cambiando en su manera de hacer cine con los años y el ejemplo palmario siempre me ha parecido esta película, de las menos citadas pero con los años cada vez estoy más convencido que de las mejores.

Creo que hay algo muy emocionante en cómo afronta varias cosas que me llaman poderosamente la atención en particular.

Su larga duración, a pesar de no ser la primera vez, en una película pródiga en meandros narrativos y en alguna escena, para mi asombrosa y memorable, como el paseo de Juliet Mills en calesa, una escena que diez años antes creo que jamás habría puesto en un montaje. Me parece una película larga porque no habla en particular de Italia sino de un estado de ánimo vital representado por la luz, el paisaje, la carnalidad y la gastronomía mediterránea.(En esa dilatación del tiempo no es que esté Antonioni pero creo que Wilder llega a la misma conclusión, a la misma necesidad vital, quieres contar o transmitir algo y ya no te valen las maneras de siempre, necesitas encontrar otras...de ahí que siempre haya dicho yo que la Modernidad de Hollywood y de los maestros crepusculares no responde a ninguna mímesis sino a una derivación natural del Arte hacia su propia ruptura).

Me llama la atención que es una película donde se evoca poderosamente otra película que no existe y que jamás existirá más que en nuestro pensamiento y sensibilidad. La historia de amor de los padres de la pareja protagonista. No te está contando lo que sucede tras una puerta, te está contando una película imaginaria como si fuera la mejor de las películas. Wilder pasó preguntándose toda su vida como lo haría Lubitsch. Yo creo que así.

Y es una película moderna y postmoderna porque al tiempo que evoca una película que no existe de forma absolutamente conmovedora, la reconstruye ante nuestros ojos retazo a retazo (ahí no es que esté Godard, pero están los retazos frankensteinianos del fin del relato, contadas todas las historias solo queda romperlas en pedazos para volverlas a reconstruir. Hay una parte de Godard que queda explicada).

No se me ocurre película más audaz, valiente, rupturista y maravillosa. No se me ocurre mayor demostración del talento y la maestría de un Wilder veterano que ni de lejos se repite a si mismo, cuando podría seguir exprimiendo su pericia endiablada para el guion de hierro cerrado a cal y canto, sin dejar de exhibir el mismo oficio y la misma amorosa dedicación al arte de la comedia de sus desvelos. 

Porque además si una mirada cinematográfica sobre ella nos entrega una película que no se duerme en sus laureles y propone formas nuevas en la carrera de su director (basándose además en una obra de teatro), es una película por si fuera poco profundamente ligada a un sentimiento de vitalidad que pone los pelos como escarpias y tiene su máximo exponente en el plano final de Juliet Mills con unos ojos vidriosos, que es para arrodillarse ante ella, como lo es toda su presencia en la película, una de las mejores interpretaciones de la Historia de este Arte.

Descomunal, muy poco citada, por eso que siempre comento, que las películas se graban a fuego a cierta edad del público y cuando los maestros llegan al final de sus carreras los acabamos viendo con cierto desencanto porque ya no nos producen "lo de antes". Supongo que muchos sintieron nostalgia de "Perdición", de "Con faldas y a lo loco", de "El apartamento". Del clasicismo con mayúsculas que había representado.Lo entiendo pero yo, por mi parte, dejo el corazón en Ischia definitivamente

sábado, 10 de agosto de 2024

TORMENTA MORTAL

 

 


Al igual que hay películas que marcan tu educación sentimental también hay otras que marcan otro tipo de educaciones como la educación política. Yo creo que "Tormenta mortal" es una película que a mi me ha marcado y no caeré en el topicazo de decir que debería ser de visionado obligatorio donde sea que el tópico me hiciera decir. No, hemos vivido lo suficiente para comprobar una y otra vez que el cine es inútil para convencer a nadie de nada y que si a uno le "educa" en algo no es porque te hayan obligado a verla ni porque lo haya hecho solo esa película. Se produce un conjuro extraño, iba a decir una alquimia pero digo siempre alquimia cuando hablo de Borzage, y aquello te pilla a tierna edad y te convence.

Si hago buen uso de ese blog milagroso sobre emisiones en tve, creo debió ser un 2 de noviembre de 1995 cuando la vi, tendría ya 18 años y no imaginé ni el procés, ni el coronavirus, ni las teorías de Milgram ni conocía casi nada de la filmografía de Borzage. Ya existía esa inmigración que iba a copar las instituciones políticas y borrar nuestra identidad aunque 25 años después no hay ni un solo representante y en cambio los parlamentos están llenos de los que supuestamente combaten esa pérdida de identidad del enemigo sin rostro.

Hoy en día todo eso da igual. En las películas con mensaje, en las que quieren decir algo, ésta es de las mejores que existen, manteniéndole el pulso a Chaplin, y aún tan a contracorriente de los melodramas del director, pues ninguna tiene un contexto político y social tan marcadísimo por encima de su historia de amor, es de lo mejor que hizo. Una obra maestra. Con un guion prodigioso y emocionante basándose en una novela de Phyllis Bottome y tan poco recordada como impecable y eficaz en su entrelazado entre mensajes y movimientos de cámara.

Hoy en día que la sangre es igual en todos los seres humanos seguramente sería un diabólico invento de las pérfidas farmacéuticas, las patrias siguen soñando con volver a ser grandes a costa de lo que sea y el eterno talón de Aquiles sigue siendo un "otro" real o imaginario que se percibe como una amenaza. Y todavía a día de hoy, como en la película, quien se posiciona en el humanismo y en contra del tribalismo irracional es "comunista". Da risa la vigencia de la película si no diera tanta pena.

viernes, 9 de agosto de 2024

RICAS Y FAMOSAS

 

 


 Casualidades de la vida, fue un 16 de junio de 1994, mañana hará 30 años, que vi por primera vez esta película en televisión. Recuerdo muy bien la promo que vi repetidamente toda la semana, cuya locución la anunciaba como "la última película de George Cukor". Es curioso porque ahora cuesta de imaginar que anunciaran así una película en televisión porque difícilmente ya nadie sabe quién es George Cukor pero entonces era un nombre que incluso llegaba a citarse en los diálogos de alguna película de Mariano Ozores, no recuerdo cuál. 

Casi treinta años después es una película tan deliciosamente anacrónica como es más que probable que ya lo fuera en su estreno. Basada en una obra de teatro de John Van Druten que fue melodrama de la Warner, que no he visto, con Bette Davis y Miriam Hopkins.

Cukor se mostró elegante en sus maneras y manejó un guion de Gerald Ayres que lleva la obra no solo por los terrenos de la amistad inquebrantable, como presumiblemente imagino que ya lo haría el original, sino por la liberación sexual y el deseo como fuente y motor de la vida que cure o que cura del ensimismamiento sublimador del trabajo artístico. La película no solo me ha vuelto a parecer francamente muy divertida, me ha vuelto a parecer que Candice Bergen y Jacqueline Bisset tienes unas discusiones chispeantes y provocadoras, y que el viejo Cukor filma un verdadero testamento vital con una mirada de una musculada lascivia naïf, un testamente emotivo y eufórico aliado con un Georges Delerue, que no tiene un discurso tan diferente de su triángulos truffautiano continental basado en las palabras epistolares, el Arte, la primera sangre y la ardiente carne consumida

jueves, 8 de agosto de 2024

JULIO CÉSAR

 

 


 Hay un momento de la obra de Shakespeare que no recordaba y me parece especialmente hermoso, cuando Casio en el acto III, una vez consumado el crimen, exclama que esa escena va a ser recordada por la ficción a lo largo de los siglos por acentos y naciones que aún no son conocidas. Un momento metalingüístico extraordinario. Quizás porque ése parece ser el cometido de esta obra dirigida solo tres años después de una producción independiente que puede verse por youtube y que contaba con un jovencísimo Charlton Heston como Marco Antonio, que todo hay que decirlo volvería a repetir el papel en la más que interesante versión de Stuart Burge de 1970.

Pero a lo que iba, ésa parece ser la misión de este director intelectual que había vivido en la élite cultural neoyorkina, viajado a Berlin y aprendido psicoanálisis y teatro alemán, impresionado por Reinhardt o Brecht. Joseph Leo Mankiewicz les trae a Shakespeare a estos californianos bronceados en un momento en que Hollywood solo parece entender Roma en Technicolor y Cinemascope, filmando una película estéticamente discreta en despliegue pero terriblemente expresiva en un blanco y negro cuadrado que ya no tenía referentes hermanos, un verdadero anti-peplum.

Y les trae no la obra más agradecida, yo siempre he bajado la guardia en el acto IV, pasado el discurso de Marco Antonio, pero ya sea leída o vista en un par de versiones. Les trae una obra exigente y lo suficientemente icónica y poderosa para que James Mason, prácticamente el protagonista, Louis Calhern, John Gielgud (que aquí es Casio y sería Cesar en la versión del 70), Deborah Kerr, Greer Garson y cómo no Marlon Brando la conviertan en cine legendario. Si hasta Edmond O' Brien, que a mi me produce una animadversión de los más singular e intransferible, debo reconocer que aquí está más que bien.

miércoles, 7 de agosto de 2024

LARGA JORNADA HACIA LA NOCHE


  

Cuando muere en 1953 Eugene O'Neill deja de una serie de inéditos que testamenta a favor del Dramaten de Estocolmo. Estaba, además de influido por Strindberg, agradecido por el trato que recibían sus obras en Suecia y especialmente por el Nobel que había recibido en 1936.

A pesar de haber pedido que no se publicara hasta 25 años después de su muerte ya en 1956 se estrena en Estocolmo la muy autobiográfica "Larga jornada hacia la noche", protagonizada por Lars Hanson (el actor de "El viento") que recibirá esa misma noche el primer premio O'Neill, que ha seguido entregando el teatro hasta estos días con los beneficios que producen sus obras. Rápidamente la obra es aclamada y se va estrenando en todo el mundo, en Broadway Frederic March y su esposa Florence Eldridge, secundados por un Jason Robards jr que tiene que ver con esta historia, y mucho. En las siguientes décadas se convierte en uno de los grandes clásicos teatrales del siglo.

Robert Ryan, Laurence Olivier, Jason Robards jr al hacerse mayor pasaría de hijo a padre, Jack Lemmon, Charles Dance, Brian Denehy, Gabriel Byrne o Brian Cox esta misma primavera en Londres como James, y en castellano ha tenido a Alberto Closas o Héctor Alterio. Vanessa Redgrave, Jessica Lange, Bibi Andersson (dirigida por Ingmar Bergman), Patricia Clarkson el montaje reciente ya citado o Vicky Peña junto a su pareja Mario Gas...Julieta Serrano, Norma Aleandro, y la nómima de hijos también es inacabable Kevin Spacey, Michael Shannon, Philip Seymour-Hoffman, Carlos Hipólito, Robert Sean Leonard y Josep Maria Flotats en la Francia de los años 70.

En 1962 la viuda de O'Neill da los derechos al productor Ely A.Landau, favorablemente impresionada por la versión televisiva de "The iceman cometh", y Lumet junto al reparto establecen una cooperativa en la que trabajaran por debajo de sus sueldos a cambio de un porcentaje de los beneficios. La película se rueda en algo más de 30 días por medio millón de dólares.

Toda esta explicación viene a cuento porque creo que a veces no nos damos cuenta del valor que tiene el Cine como documento cultural de altísimo valor y solo lo vemos desde un punto de vista puramente artístico. No estoy sugiriendo que Lumet se dedique a grabar esta obra porque desde luego no es en absoluto así pero sí que creo que no nos damos cuenta que millones de personas jamás van a pasar junto a un teatro que represente una obra de esta importancia y van a tener, la Humanidad va a tener por los siglos de los siglos, esta película de Lumet como maravillosa sustituta de la ausencia de un teatro a través de las formas de otro Arte: el Cine (obviamente otra posibilidad es leerla, pero yo, que soy el primero que disfruto leyendo teatro, reconozco que no es desde luego la finalidad última de esta forma). Se han hecho después otras películas, telefilms, incluso una por estrenar con Ed Harris y Jessica Lange, que vaya usted a saber cuánto seguirá en ese limbo, pero el empeño estéticamente ambicioso, respetuoso y siempre en esencia muy cinematográfico que pone Lumet no tiene ni tendrá parangón en la futura Historia del Cine.

Y toda esta explicación viene a cuento de una segunda cosa, que quizás es contradictoria con la primera pero también la pienso. Hay algo que envidio del teatro, si tantísima gente de alto nivel ha querido volver a esta obra es porque la ha sentido viva y ha creído que podrían ser los médiums que la seguirían haciendo respirar a través de las décadas, cada uno a su manera. El teatro siempre está dispuesto a darle mil vidas a una misma obra. El cine, porque es mucho más caro, y un poquito también por esa manía cabezona con la originalidad que nunca existió, ha provocado que el recorrido, de una cierta ambición en la dirección, seguramente empiece y acabe con Lumet. Porque por ejemplo Katharine Hepburn no es que no me guste aquí pero solo para empezar, me pregunto cuántos matices y cuántas posibilidades tiene ese personaje y cómo lo habrán hecho las otras actrices. Y ¡claro!, cómo la podrían encarar la obra otros tantos directores.

domingo, 4 de agosto de 2024

PIEL DE SERPIENTE

 Lumet trabajaba a la velocidad del rayo y en el año 60 ya está ciendo su cuarto largometraje para la gran pantalla, que al acabar no le dará descanso porque para tv hará el "The iceman cometh" que le llevará a la "Larga jornada hacia la noche" que comentábamos ayer, no sin antes pasar por todo un Arthur Miller. Miller, dos O'Neill y antes un Tennesse Williams. Un maravilloso obrero incansable del legado cultural estadounidense del momento. "Orpheus descending" se estrena en las tablas en el 57 con Cliff Robertson y Maureen Stapleton. Lois Smith hace el papel que hará Joanne Woodward.

La película de Lumet sustituye a la pareja protagonista por Marlon Brando y Anna Magnani, imagino que si el personaje era de origen italiano buscarían a alguien más italiano que Maureen Stapleton, que se quedó con el papel de esposa del sheriff.

A mi me ha parecido bien la propuesta. Los cinéfilos tenemos gracias al cine un conocimiento enciclopédico de la obra de Tennesse Williams, siendo difícil que vayamos al teatro a ver nada (y cada vez más difícil), y ya podemos pensar en nuestros títulos o personajes favoritos. Creo que Lumet se toma la película en serio, que lo hace bien y que es mejor o peor que otras películas sobre Williams más por grandezas o debilidades de la propia obra. Marlon Brando hace un gran personaje que hace pensar irremediablemente en el Nicolas Cage de Wild at heart por el icono, por nada más (pero ojo, que se pueden ver en internet fotos de Cliff Robertson con esa cazadora), Joanne Woodward, que ganó por esto en San Sebastián, a mi me parece que está estupendísima como ninfómana alcohólica y Anna Magnani a mi siempre me cuesta un poco de inicio pero bueno...

 



 

 

sábado, 3 de agosto de 2024

IRMA LA DULCE

 A Billy Wilder no le interesaban demasiado los musicales aunque sí que es cierto que recuerdo alguna escena en sus películas con una concepción fantástica del género, por ejemplo el "I'm through with love" de Marilyn Monroe en "Con faldas y a lo loco".Aquí incluso conserva algún momento musical en la algarabía festiva tras el golpe de suerte de Irma pero básicamente la película es un musical sin música que no se resiente de ello.


La obra era un músical francés de éxito que Peter Brook dirigirá en Londres y en Nueva York y que en Mexico llegará a hacer incluso Silvia Pinal, en su momento más alto de estrellato. Iba destinada a Marilyn Monroe pero tras la muerte de la actriz recae en Shirley MacLaine, reeditándose la pareja de "El apartamento".

Creo que otra vez hay que sacar a hombros a Billy Wilder como un verdadero clásico, no es que haya dejado de serlo nunca, pero en determinados momentos parece que no haber sido ni un estandarte del clasicismo norteamericano como Ford, Hawks o un renovador de las formas como Hitchcock o Lang le haya dejado entre dos aguas como un consumado guionista que lleva solo con eficacia el ingenio de sus guiones.

Pero eso no es así, "Irma la dulce" comparte con otras películas de Wilder ser una película sobre la fina línea que separa la energúmena honradez de la inmoralidad. Nestor acaba en un parpadeo de fiel aplicador de las leyes de la moral a proxeneta y desde ese tropiezo tontorrón saltan por los aires todas las leyes de verosimilitud a manos de la única moral posible que es la moral del amor.

"Irma la dulce" es una comedia extraordinaria de un humor absurdo que llegado a un determinado punto ya no tiene ningún sentido ni razón de ser pero difícilmente desde el realismo puede radiografiarse la condición humana como es capaz de hacerlo Wilder en esta enésima obra maestra suya donde Jack Lemmon está a la altura de los mejores cómicos de la Historia y Shirley MacLaine desde ese vestuario hortera y esa espalda perpetuamente desnuda expresa que el verdadero límite no está entre ser honrado o no cumplir las normas sino entre desear y estar enamorado y no estarlo.



viernes, 2 de agosto de 2024

MI HERMANA ELENA

 Retomamos el blog, no con el formato que nos habíamos propuesto, para el que no hay suficiente tiempo habitualmente pero vuelve el cuaderno de bitácora con algunas de las casi cien películas que he visto este año.


Durante agosto una entrada diaria.


La génesis de esta película se remonta a principios de los años 40 con una obra no musical basada en las historias de la escritora Ruth MacKenney. En 1942 se filma la versión cinematográfica con Rosalind Russell, y se harán hasta programas radiofónicos en los años 40. En 1953 se estrena "Wonderful town", un musical sobre esta historia otra vez con Rosalind Russell y música nada más y nada menos que de Leonard Bernstein y letras de la celebérrima pareja Betty Comdem y Adolph Green. Harry Cohn de la Columbia lo quiere llevar al cine pero le piden una cantidad que considera desorbitada y toma la opción de llevar la historia pero hacer él otra película musical (consumándose la malísima suerte que tuvo Bernstein con el cine musical ya que masacraron casi toda su partitura de On the town, desecharon esta obra, no quedó contento con los arreglos de West side story, no le pudo ir peor...)
Cohn confía la dirección a un joven con mucha experiencia como actor Richard Quine, que ya había interpretado al pretendiente de Eileen en los años 40. Quine ya había hecho una película con Kim Novak, la colaboración por la que será más conocido, y yo recuerdo haberlo visto como secundario en una película de Rudolph Maté en la que su personaje presenciaba el adulterio de un aparejador (una película premonitoria en al filmografía que Quine). El director escribe el guion con otro jovenzuelo llamado Blake Edwards y la coreografía la hace otro pipiolo llamado Robert Fosse (Bob para los amigos).
Esta inyección de juventud en la Columbia, cuando Metro ya ha entregado sus obras maestras, tiene unos resultados maravillosos. El guion es un prodigio, divertidísimo, fluido a más no poder, con unas réplicas brillantes. Y eso que la base es simplemente una architópica historia sobre provincianas en Nueva York en busca del triunfo laboral y sentimental. Las canciones de Jules Styne ("Gypsy", próximo proyecto de la compañía de Banderas) se integran de forma divina en la acción, la coreografía de Fosse es fresca y ya apunta a que es y va a ser uno de los más grandes. Betty Garrett, Janet Leigh, el propio Fosse, Tommy Rall (la pareja de Fosse en el antológico baile de los sombreros), Dick York (el futuro marido de Samatha en "Embrujada"), ¡Jack Lemmon!, forman un reparto que se funde manera primorosa con la dirección de Quine en un finísimo y estilizado color y cinemascope.
Si usted es aficionado al género musical y disfruta de esa anacrónica alegría de vivir que ya es privilegio de pocos o de menos, no puede perderse esta deliciosa y eufórica obra maestra absoluta, que se codea con las mejores de su época y de su género.




domingo, 31 de diciembre de 2023

NOVELAS DICIEMBRE 2023

 Volvemos con un viejo formato


FELIZ 2024



LA PEQUEÑA DORRIT: He dedicado tres meses a esta novela, y esta vez he intentado que con menos complejo de culpa. La he ido leyendo tranquilamente a la par que caían como chuzos de punta las obligaciones diarias. Total, si sus contemporáneos tardaron dos años en leerla por entregas. Leída así uno va percibiendo con más detenimiento su estructura, como si empezara con la cara pegada al edificio y se fuese alejando poco a poco para descubrir cómo es toda la construcción. Hermósísimo final entre Arthur y Amy, a veces pienso que Dostoievski tenía en el corazón un pedazo de Dickens, junto a tantas otras cosas sin nada que ver.. Qué tesoro.



ORLANDOFinalizo 2023 encontrando otra puerta de entrada que creo puede deparar grandes alegrías. "Orlando" (1928) es una novela de una belleza e imaginación cautivadoras. Y además no sé muy bien por qué motivo suelo disfrutar especialmente de las traducciones de clásicos al catalán. Nunca me había acabado de llamar Virginia Woolf pero creo que ahora que tengo bastante leídos a sus coétaneos he entrado en esa sensibilidad literaria de las primeras décadas del XX en la que todo parecía posible. Quiero dedicarle esto a los responsables de VOX en Valdemorillo sin cuya aportación cultural quizás no habría caído en la cuenta. Prometo estar así de alerta cada vez que señalen con el dedo.



MIGUEL STROGOFF: Notable título de aventuras a mi modo de ver un poco deudor de la estructura y personajes de "La vuelta al mundo en 80 días" pero en un contexto más agreste y trepidante. A mi que soy un trágico me fascina algo que sucede al inicio de su último tercio, por lo que su resolución me parece un poco una tontería. Pero bueno, hay que aceptar que Verne no era un trágico.




CUENTOS DE NAVIDAD: Ya hace cinco años que me leí el famoso cuento de Mr. Scrooge y ahora me he leído "Las campanadas", que copia mucho de sus ideas y estructuras, como buen autor comercial que era, pero le añade una potentísima carga social y moral. Me iba a leer "El grillo en el hogar" pero lo dejo para otra ocasión.

domingo, 24 de diciembre de 2023

TRES CAMARADAS

El melodrama, además de otras cosas que hemos intentado apuntar en otras oocasiones, es un cine profundamente religioso, un cine sobre la fe. El melodrama trata sobre el Amor y sobre la Gracia divina que supone el encuentro entre dos personas en colisión contra el Tiempo y la Muerte. El melodrama tiene unos diálogos cursis pero porque cree firmemente en lo que dicen los personajes y los personajes lo dicen de verdad. El "Ordet" de Dreyer no es un melodrama pero habita la misma dimensión trascendental que nuestro género. Los que se aman lo hacen desde una Fe inquebrantable en el Amor y las películas exigen al espectador otro acto de Fe: creerlo. Pero ¿es que acaso puede afrontarse la propia vida desde algo ajeno a esa Fe en lo que se está haciendo o lo que se está sintiendo?. Ya iremos a buscar a Bergman o a Pialat para que nos cuenten que nosotros no envejeceremos juntos pero ése no es el cometido de Borzage.

"Three comrades" es otra de sus obras maestras, la segunda parte de una oficiosa trilogía sobre la Alemania de entreguerras que comienza un film menos conocido pero extraordinario llamado "Little Man, What Now?" y que termina "The mortal storm". Es conocido por tener a Francis Scott Fitzgerald en el guion, y es verdad que las escenas de la playa le hacen pensar a uno en "Suave es la noche" o aquel biopic de Henry King con Gregory Peck pero parece ser que,además de estar ya la playa en la novela de Remarque, la experiencia de Fitzgerald en esta película, y en Hollywood en general fue bastante desastrosa, y que el productor Joseph L. Mankiewicz lo emparejó con un guionista currante de la casa, MGM, conocedor de la profesión, y que él mismo le hizo la tira de cambios, para mayor irritación del afamado escritor. Pero fetichismo manda no podemos dejar de sentir su espíritu.

¡FELIZ NAVIDAD!

(Proyectando el retorno del post de novelas el día 1, la ópera el 15 y la película de los lunes...es el momento)