viernes, 21 de noviembre de 2025

LA REINA CRISTINA DE SUECIA

 Pinta tiene toda de tostón histórico como alguno que ya he visto del propio cine sueco, la cosa ésa de una reina de Suecia de Alf Sjöberg que anda por Netflix. Creo que si me la leyera novelada "La reina Cristina de Suecia" o teatralizada me dormiría o me reiría. Pero creo que la película tiene una errata asombrosa en su ficha técnica, ese 1933 parece imposible aceptarlo como tal, si no lo supiera yo habría puesto 1943.

Rouben Mamoulian siempre veía el futuro, en el teatro o en el cine. El espacio, la narración, el ritmo, los planos, todo parece una película post-Ciudadano Kane. Al año siguiente hizo "Resurrección" de Tolstoi que llamó "Vivamos de nuevo", y ahí la fotografía era ya de Gregg Toland (la bola de adivino), y aquí el fotógrafo es William H.Daniels, viniendo del pasado, que era y sería el eterno y recurrente fotógrafo de Greta Garbo.
Esta película es mucho mejor que la de Tolstoi, es, me parece fantástica y tiene de todo para no serlo o para dejar de serlo. Pero cuando todo lo que puede fallar en el material o andamiaje no es Cine, el Cine puede ser la solución a todas las insuficiencias y arreglarte las pintas de cascarón pétreo.
Siempre nos preguntamos, ¿qué películas sonoras habría hecho Murnau?, ¿y qué películas mudas habría hecho Mamoulian?.



jueves, 20 de noviembre de 2025

TEOREMA

 Tuvo que ser a principios de este siglo cuando cada miércoles por la noche se apagaban las luces del café Antiquari en la parte alta de Tarragona y veíamos una película de la colección de Andrés de Andrés. "El cantar de los cantares", "Los paraguas de Cherburgo", que ya había descubierto recientemente, "Luz de gas" de Cukor o la película que ahora nos ocupa "Teorema".

En filmin hay colgada una copia "remasterizada" que se ve con enorme placer, en la línea de un título hermano como "El desierto rojo", que puede disfrutarse hoy en día en similares condiciones. Aunque uno se pregunta si semejante maravilla plástica tiene alguna cosa que ver con lo que se estrenó en su día.
"Teorema" se ha hecho mucho más famosa por su argumento de sobras conocido (un angelical Terence Stamp poniendo patas arriba a una familia burguesa, literal y metafóricamente), que por la memoria que uno guarda de haberla visto. Hoy en día, tirando del hilo del Antonioni citado y entrando en el territorio Pasolini resulta una de las películas fundacionales de esa modernidad europea simbólica y política. Tiene tal fuerza y calado estético y conceptual que le produce a uno un cierto sonrojo haber relacionado con ella de forma tan epidérmica un título como "Misericordia".
Pasolini concibió al mismo tiempo una novela, que seguramente nos regale y complete muchas de las claves de esta obra superlativa tan relacionada con esa radiografía de los equilibrios de poder presente en su obra, pensé en "Saló" sin ir más lejos.
Sesión memorable para rendir homenaje.



miércoles, 19 de noviembre de 2025

CARAVANA DE MUJERES

 Sorprende que una película que fue tan popular en España como "Caravana de mujeres" (William A.Wellman, 1951) sea como realmente es. Porque realmente uno imagina que lo que podría motivar a los habitantes de un pueblo aragonés a organizar su propia "caravana de mujeres" es haberse visto seducidos y conmovidos por un clásico con un guion con una progresión dramática y unos personajes cinceladísimos y definidísimos, donde ellos esperan y ellas llegan, y se enamoran más o menos con variabilidades entre distintas parejas que se irían configurando en el marco de un guion digamos de hierro.

Pues no. Es más, leida como una narración con esas claves de progresión, argumento, personajes, me atrevería a decir incluso que puede, podría resultar una película bastante tostón (que me perdone el autor de la historia original, Frank Capra), y muy poco motivadora para organizar ni caravanas ni nada, ¿no se durmieron en la sesión de tarde?. Porque en esas claves clásicas es en primer lugar una película que te vende todo el pescado desde el principio, las mujeres van a llegar una más una menos, van a pasar un catálogo de peligros que más o menos puedes imaginar y no te sorprenden demasiado (incluso el peligro de los propios hombres). Y en segundo lugar a duras penas hay personajes también en la acepción más clásica del término, incorporados por un actor o actriz de carisma hollywoodiense (Robert Taylor me parece que está discreto, seguramente a propósito), intérpretes de los que sostienen solitos la trama. Vamos, que el viaje no lo hacen John Wayne, Montgomery Clift y Joanne Dru, precisamente.
Entonces, ¿dónde está el truco?. Yo creo que Wellman ve que no tiene unos mimbres tan increíblemente buenos y se dedica a disfrutarlo, hace algo que no era la primera vez que hacía pero lo hace quizás más de lo que lo había hecho hasta el momento, que viene de "Más allá del Missouri", contar esta historia sin a penas dramaturgia teatral de una forma profundamente cinematográfica. Y además de manera muy violenta, árida y ascética (qué poquita música incidental me parece que hay). Sin concesiones edulcoradas y sin manías ante ejecuciones a sangre fría y escenas dramáticas a pecho descubierto entre los personajes, poco dados a dialogar sus diferencias personales.
La película del autor de "Cielo amarillo", que quizás puede leerse en una clave algo parecida, no sale de la nada. Wellman selecciona a un grupo de actrices no especialmente brillantes desde ese concepto teatral de la interpretación, no especialmente conocidas ni especialmente talentosas pero poseedoras de una poética belleza en sus rostros curtidos y angulosos, y compone con ellas un poema que podría ser el aperitivo a "La sal de la tierra".
Para mi absoluto pasmo, en esta película se rompe en mil añicos el clasicismo más funcional. Es una película de un pictoricismo tan deliberado, de unas composiciones y unos travellings, de rupturas de puntos de vista, que evidencian de manera tan exagerada la presencia de la cámara, en la que te están contando así las penalidades de ese viaje, ya sea a manos de enemigos externos o anidados en tu propio grupo.
Dinamitada la dramaturgia más convencional y agotada, son las figuras arrugadas y recortadas sobre el horizonte, en una cascada infinita de soluciones de puesta en escena que parecen no agotarse nunca, las que te cuentan esa búsqueda, esa odisea.
No venía de la nada, y no va hacia la nada. La modernidad de esas figuras camina imparable hacia la abstracción de una obra como "El rastro de la pantera". Me parece, y parece extraño decirlo, una de sus obras capitales, extraño de una obra a la que se le presuponen otro tipo de bondades de guion, una obra maestra adelantada a su tiempo, de ésas que tampoco han enseñado tanto porque era muy difícil aprender nada de tal grado de libertad y audacia creativa.



martes, 18 de noviembre de 2025

MADE IN ENGLAND

 Nada me gusta más que desdecirme a mi mismo todo lo posible. Tanto tiempo haciendo chascarrillos sobre los documentales de cine y ciscándome especialmente con Scorsese. Hace poco me gustó mucho el de Truffaut y ahora, y esto es verdaderamente otra cosa, me ha conmovido absolutamente hasta la médula "Made in England", el documental de David Hinton del año pasado sobre la obra de Powell y Pressburger.

Qué tiene.
Un propósito concreto, claro y superior, no habla sobre el Cine, así a lo bruto, ni escupe títulos indiscriminadamente (como hace un poco Scorsese a veces en sus enciclopedias), ni machaca tópicos como hacen los documentales sobre Hitchcock, ni divaga inventando ideas peregrinas como creo que hace Cousins. Propósito. La obra de Powell y Pressburger, ni más ni menos, de la que no se sabe tanto ni está tan estudiada. Y que por supuesto nos apasiona.
Imágenes documentales novedosas y reveladoras. Me parece maravilloso hasta el éxtasis ver a Powell y a Pressburger sentados charlando entre ellos sobre su obra y su método de trabajo.
Conocimientos que no teníamos sobre su vida y obra. Aqui tenemos en facebook un ser magnífico que se ha leído las memorias de Powell y lo ha compartido con nosotros, algunas cosas gracias a ello este grupito de privilegiados ya las sabíamos, pero viendo "Made in England" se aprende muchísimo.
Un punto de vista. No el de un crítico, el de un amigo. Nunca ha sido tan pertinente que Scorsese no dejara de hablar en más de dos horas. Un amigo que narra la amistad que vivió como discípulo con su maestro olvidado, que dedica el grueso de la película a hablar de esa obra y un poco de cómo ha influido en la suya (que tambien nos guste muchísimo ayuda), y que habla de la obsesión destructora por el arte que consume pero también regala una eterna e impagable energía renovadora.
Siempre pensaré que es mejor ir a ver las películas que ver documentales de cine pero aquí (casi) me tiemblan las convicciones. Me llega como obra cinematográfica, excelentemente montada, que tampoco sería descabellado volver a ver. Emocionante.



lunes, 17 de noviembre de 2025

EL PADRINO II

 Durante el día de ayer me persiguió insistentemente una imagen, la de Al Pacino pensativo en el plano final de "El padrino II" (Francis Ford Coppola, 1974) y de rebote me dio por pensar insistentemente en esa estructura de planos temporales alternos que guardan relación pero no son estrictamente uno consecuencia inmediata de otro.

Por la noche vi la película, otra vez, que no veía desde el 12 de diciembre de 2009 en el cine Aquitania de la avenida de Sarrià, antigua Filmoteca, en sesión soble con la primera parte. Una de esas fechas que recuerdo, busco y me repito a mi mismo cada cierto tiempo.
Me fui a dormir en el intermission, a las dos horas y seis minutos y he visto esta mañana el resto, volviendo a ver el asesinato de Fanucci. (¡Por Dios!, que chinchen los que aseguran que no debemos celebrar el Halloween porque en Estados Unidos no celebran procesiones)
No teman, o sí, pero lo de hoy no va de "obra maestra blablabla", "Francis Ford Coppola blablabla", tampoco creo que vaya a decir nada increíblemente sagaz que me haga merecer que se exclame "cráneo pirvilegiado" como hacen en esa "Luces de bohemia", que toda una generación llevamos grabada a fuego y que ha hecho que nos pongamos estupendos bastante a menudo.
Lo que me ronda ahora es que esa estructura no la recuerdo en ninguna otra película y seguramente tampoco suele estar en nuestra manera de recordar en la vida. Los humanos del siglo XXI echamos la vista atrás siguiendo el modelo ególatra de "Fresas salvajes" y "Ocho y medio". Sería bonito saber cómo recuerda un humano que no ha conocido el Cine, los humanos anteriores a Proust, si este invento ha cambiado de alguna manera nuestra manera de percibir la realidad, o si solo somos los enfermos de esto los que hemos distorsionado la percepción natural de la realidad en favor de estos modismos inventados por genios locos.
Ayer me contemplaba a mi mismo y de repente la mente se me fue a la historia de mis padres, no a la vivida directamente por mi sino a todas aquellas cosas que debieron suceder en sus vidas en un plano alterno y anterior a cualquier cosa que haya sucedido en la mía. Y de ahí a "El padrino II". se te va un poco la cabeza y ya comprometes 200 minutos de tu vida.
Y con eso en mente, además de otros dos cientos millones de cosas que podrían dar lugar a dos cientos millones de posts, contemplaba mucho con inmenso cariño esas transiciones entre los planos temporales, a veces expresadas en bellísimos fundidos que colocan a Michael y a Vito en el mismo plano, transiciones que ahora mismo no soy capaz de localizar pero que todos recordaréis más o menos.
Creo que si el Cine es el Arte del tiempo, Coppola inventó una manera más de habitar un tiempo, desde la cariñosa y cercana vigilancia de otro tiempo, que se infiltra de forma delicada y discreta que hace de ángel de la guarda pero no lo puede todo ante cambios inapelables. De ahí el precioso diálogo de Michael con su madre (no se puede perder a la familia). O ese momento vibrante antes del intermedio cuando Vito se dirige hacia su bebé Michael, que le agarra vigorosamente su mano.



domingo, 16 de noviembre de 2025

HARRY EL SUCIO

 Tendría a ser la cara B de "Sed de mal". Una película políticamente incorrecta sobre los expeditivos métodos de un policía que dicen que hoy en día no podría hacerse y otros seguramente piensen que no debería hacerse o que debería ser más consciente de si misma. Consciente, consciente lo que se dice consciente ésta no lo es. Harry es un héroe que tiene como antagonistas a superiores que hablan de derechos y se posicionan contra la tortura policial.

A mi me parece justo lo contrario de lo que se dice, que las películas deben hacerse y verse siempre aunque sea para poder decir si se quiere lo fascistas que son o dejan de ser.
El debate ideológico ha dejado en un segundo plano las virtudes de la película. Lo que no era a buen seguro estrictamente necesario. Yo soy partidario de "Sed de mal" pero cada vez me parece más admirable este policiaco de Siegel absolutamente magistral, para liquidarlo de un disparo, en todo, en planificación de los personajes y los espacios (una San Francisco fastuosa), montaje, ritmo, concisión, fibra y nervio cinematográfico...Me quedo arrobado viéndolo.
Se me alegará aquella famosa frase que se le atribuye a José María Valverde en su última clase antes de exiliarse en EEUU "Nulla aesthetica sine ethica". La comprendo perfectamente pero siempre me he sentido escindido frente al Arte, como si distintas partes de mi pudiesen percibir por separado y sin conflicto los dos conceptos (o la ausencia de ellos).
Hay que recordar a Don Siegel y aquella famosa dedicatoria de "Sin perdón". La impronta que debió dejar la realización de una película así en un director en ciernes que en escena pasea junto a su reciente opera prima.
Ah, y los más avezados cinéfilos lo recordarían sin problemas pero confieso que yo no."Make my day" no es de esta película.



jueves, 21 de agosto de 2025

OKLAHOMA!

 Se abre el telón (y no es un chiste) un 31 de marzo de 1943. Un vaquero canta "Oh, what a beautiful morning" y la historia del musical cambia. Richard Rodgers obtuvo los derechos de "Green gow the lilacs" una obra de 1931 sin gran éxito pero a su colaborador Lorenz Hart no le interesaba esa historia de vaqueros cursis, prefería historias modernas donde desarrollar el ingenio de sus letras.

Oscar Hammerstein II había aprendido mucho desde "Show boat" de 1927, un espectáculo que no puede obviarse hablando de "Oklahoma!" pero a su músico Jerome Kern tampoco le interesa.
Se unen pues por primera vez músico y letrista bajo la dirección de Rouben Mamoulian, que había dirigido "Porgy and Bess", que creo que tampoco puede ignorarse por completo hablando de esto.
Agnes de Mille, la sobrina de Cecil, era la coreógrafa, artífice del "Dream ballet" con que se cierra el primer acto, del que tuvieron que tomar buena nota "Las zapatillas rojas", aunque el estreno londinense de esta obra es justito antes, o "Un americano en París".
El productor Michael Todd se retiró tras el primer acto en los preestrenos diciendo "sin chicas, sin chistes, sin posibilidad", lo que retrata a la perfección el estado del teatro musical en ese momento y lo que supuso "Oklahoma!".
Contra todo pronóstico la obra fue un éxito arrollador, batiendo records de permanencia en el Theatre Guild, siendo el primer gran musical de Broadway de postguerra que llegó al West End (1947) y suponiendo la primera de las colaboraciones de esta pareja legendaria.
A mi nunca me ha gustado mucho el estilo de Rodgers y Hammerstein II y las películas que se han hecho sobre sus obras me parecen en líneas generales un tanto plomizas y difíciles de ver, "The sound of music" de Wise me parece de largo la mejor.
Fred Zinnemann no es que haga un mal trabajo pero creo que le cuesta hacer volar esta película por encima del interés intrínseco del material y la calidad de los técnicos y reparto con el que cuenta, reparto que tampoco es nada del otro mundo (Gloria Grahamme ha estado mejor, Shirley Jones es una joven pizpireta intercambiable por cientos de jóvenes pizpiretas, Gordon MacRae me parece un cachocarne y solo Rod Steiger consigue dar verdadero miedo).
También creo que la obra tiene sus limitaciones, que todo el primer acto es bastante insustancial y que ese mundo de bailes y pastelitos de grosella acaba cansando.
El dream ballet, que Zinnemann consigue que sea la mejor secuencia de la película, con toda la deuda que arrastre del teatro, marca un punto de inflexión y el segundo acto es más emocionante, con la aterradora secuencia de la subasta, llena de una enorme tensión que debió aprender Fred de "High noon" pero rápidamente nos precipitamos a un final con un suspense y dramatismo mínimos y un desenlace no ya previsible sino desprovisto de cualquier magia o majestuosidad. Zinnemann, sin embargo, creo que siempre hace lo que puede con lo que hay, con lo que tiene entre manos.
La película, siendo un alarde de profesionalidad muy notable, no se cuenta para mi entre lo más granado del cine USA de los 50, ni de lejos. Sinceramente ojalá la hubiese pillado Mamoulian. Sin embargo, si los ojos de 1955 no nos sirven, sí que creo que es muy bonito verla con los ojos de 1943.
De repente ya no hay galanes, champgane ni coristas, ni canciones que no vienen a cuento. De repente hay un trabajo serio y riguroso en el que la música se integra perfectamente con la acción dramática resultando inseparable de ella. Las canciones narran la película como si esto fuera una suerte de ópera o drama musical.
"Oklahoma!" no fue la primera pero fue un arranque de genio, un deseo de cambiar y de marcar la diferencia. La podrían haber grabado para la posteridad pero no sería lo mismo. Hicieron una película y creo que la película es un valiosísimo patrimonio histórico y cultural para entender y disfrutar mejor de la historia del teatro y de la música, y de las fascinantes (y adictivas) relaciones que ambas artes han mantenido.

miércoles, 20 de agosto de 2025

LA SIRENA DEL MISSISSIPI




Me ha entretenido recopilar mentalmente una serie de motivos hitchcockianos, que no veo como algo peyorativo sino como una herencia que es justo que extienda su sombra y se prolongue en el tiempo.
A saber, ahí va la lista, y sabiendo que algunos pueden ser discutibles y tratarse simplemente de la filmación fiel de la novela de William Irish (leída hace demasidos años en la mítica La cua de palla). Con los motivos hitchcockianos siempre hay que ser cautelosos, ahí está el caso de "Vertigo", tan parecida a la película argentina "Más allá del olvido", que es anterior, cuando no hay más misterio que algo tan obvio como que los autores franceses de "Vertigo" pudieron haber leído la novela belga en la que se basa la película argentina.:
-Un inicio maravilloso que prima el suspense a la sorpresa, donde tenemos la absoluta certeza de saber lo que está sucediendo realmente y de tener información que el protagonista no tiene. No hay sorpresas ni dudas y en esa media hora la película multiplica el reguero de pistas para que nosotros no dudemos tampoco.
-Una mujer que no es quien dice ser y sustituye.
-Una desaparición a la media hora de película.
-Una búsqueda promovida por la pareja y la hermana de.
-Un detective pertinaz y una escalera al final.
-Una pesadilla y un sanatorio al despertar.
-Un reencuentro y la revelación de un complot en el que participa una tercera persona.
-El nombre Marion, en la novela no se llama así.
Al llegar a Lyon he tenido la sensación de que esos motivos (que nunca parecen guiños) se desvanecían al menos con esa intensidad y llegaban los pasajes más característicos de la película, sobre todo el final en la nieve, los que la memoria asociará por siempre al cine de Truffaut. Lo cual no signfica que los anteriores estén bajo la sombra de una duda.

martes, 19 de agosto de 2025

IMAGES

 El cine de terror tiene una larga y prolífica historia que puede analizarse desde muchas perspectivas aunque cabe preocuparse de que las nuevas generaciones lo hayan reducido a si "da miedo" o "no da miedo".

Aún así, lamentando este reduccionismo, que ha afectado especialmente a los clásicos, sí que hay que reconocer que es una perspectiva que existe y es real. las películas dan o no dan miedo.
Durante casi 20 años la película que más miedo me ha dado ha sido "Images" (Robert Altman, 1972). Eso no equivale necesariamente a decretarla mejor película de terror de la Historia pero sí ha ocupado un lugar predilecto en mis neuras cinéfilas.
Supongo que es innegable lo mucho que le debe por ejemplo a Polanski, aunque Altman hablaba curiosamente de Joseph Losey. Creo que es una película que supo jugar muy bien la baza del "terror interior". No hay ninguna amenaza externa que nos pueda intimidar más que la escisión de nuestra mente.
Nada nos puede asegurar que la realidad es la que percibimos pero es la certeza autoimpuesta acerca de la realidad la que preserva el equilibrio mental. La escisión de la mente de Susannah York, fantásticamente puesta en escena por Altman, una Catryn incapaz de distinguir entre la vida y la muerte, lo real o lo imaginado, fruto de su imaginación de escritora y su desnortamiento sentimental, me parece uno de los retratos más pavorosos jamás filmados de esa inestabilidad mental y de ese terror interior que para mi siempre ha sido la esencia del género. Sigue siendo en no pocos momentos la película que "más miedo me da".
La película puede acusar cierta repetición de ideas e ir perdiendo cierta capacidad de sorpresa e inquietud a medida que avanza el metraje debido a esa repetición o a que ya sabemos cómo funciona la mente de la protagonista pero ya quedó grabada a fuego en mi inconsciente como representativa de todo aquello con más capacidad de emocionarme en este territorio, y vuelta a ver, con esa música de John Williams y esos paisajes irlandeses le mantengo mi admiración y mi gratitud.




lunes, 18 de agosto de 2025

WOMAN IN A DRESSING GOWN

 "Woman in a dressing gown" (1957) me parece una película conmovedora y hermosísima. Una de las obras primerizas de J.Lee Thompson en Gran Bretaña, versión cinematográfica de un guion televisivo de Ted Willis, como al otro lado del charco hacían habitualmente Lumet o Frankenheimer. Con todos los reverenciales respetos que le tengo, no veo que un Tony Ruchardson estuviera a un nivel superior a esto ni que este cine se beneficiara de la etiqueta del free cinema ni de los angry young men.

Partiendo de un pequeño y claustrofóbico hogar destartalado, se desgrana la descomposición de un matrimonio corriente de clase media, gracias a una puesta en escena afilada nada teatral que transpira angustiosa verdad y credibilidad, como luego haría Erland Josephson contándole a una aterrorizada Liv Ullmann en "Secretos de un matrimonio" que el castillo de naipes y la mascarada tocaban a su fin, que se iba.
La deslumbrante composición de la actriz Yvonne Mitchell es clave en la película. Y su único defecto es ser de 1957 y tener unos diez minutos finales...no sigan leyendo... muy simplones, en absoluto inverosímiles pero que no son los que la película, lúcida, brillante y humanista, estaba pidiendo a gritos.



domingo, 17 de agosto de 2025

CON Él LLEGÓ EL ESCÁNDALO

 La fama de decorador de Vincente Minnelli vuelve a estar jusitficada en el segundo de los grandes melodramas "kolossales" que construye a finales de los 50. "Con él llegó el escádalo" (Home from the hill, 1960), es, si leo las cosas que había anotado, un tanto diferente a "Como un torrente" (Some came running). Allí me parecía que aquello se cocía a fuego lento y solo la puesta en escena acababa revelando que el invento volaba mucho más alto que la filmación de un plomizo novelón en que los personajes se visitan mútuamente escena tras escena. Era pues una película de algún modo más sutil y esquiva.

Aquí me parece que el procedimiento es más expeditivo. Empieza en un pico narrativo, en un par de secuencias lo sabes absolutamente todo y no se detiene en dos horas y media, cada minuto está haciendo avanzar la trama y cincelando a los personajes. Minnelli decía que no había tocado nada del guion de Harriet Frank jr e Irving Ravetch, lo cual, como bien sugiere Augusto M.Torres, puede dar a entender que habitualmente sí lo hacía. Adaptaban la primera novela de William Humphrey, presumiblemente no gran cosa. Inventan al personaje de George Peppard, sin el cual la película se habría emporecido notablemente.
El guion parece pues extraordinario y Minnelli le aporta esa puesta en escena donde los lugares definen a los personajes, que ya hacía muy bien en Some came running, y aquí acentúa en esa escena inicial donde Mitchum visita la habitación de su hijo y le invita a la suya, a ver "cómo vive un hombre". Eso y sus tomas largas en scope con escasísimos primeros planos, pero claro, para hacer un toma larga y que funcione tan bien, así de bien, tienes que tener a Robert Mitchum moviéndose por el encuadre, lo de este hombre me parece cada vez más sobrenatural, es como Wayne, no te los imaginas haciendo Macbeth pero son la apoteósis del actor cinematográfico.
Toda la vida me ha parecido una película muy sólida aunque no es un título en el que haya pensado con frecuencia. Vista a estas alturas del partido me parece un nivel de Cine altísimo. Y Minnelli un tipo del que no se ha hablado lo suficiente.




sábado, 8 de marzo de 2025

ULISES

 El mayor obstáculo con el que topa una película como "Ulises" (Mario Camerini, 1954) no es desde luego el exigírsele filmar una obra parangonable a la obra que toma como referencia. A nadie se le pide ni se le debería pedir que filme una película que deba marcar la cultura occidental en los siguientes 3000 años (redondeando por arriba). Tampoco me parece un asunto de fidelidad, ni de recoger el espíritu de la obra original. Yo creo que la dificultad que ni ésta ni a otras les resulta fácil superar es saber encontrar una forma propia.

Es desde luego un buen o incluso si se quiere un muy buen film de aventuras pero creo que queda algo lastrada por la sensación de estar "ilustrando" la obra, como si no pudiese encontrar una forma que cohesionase una obra nueva que trascendiese esa sensación contínua de que están pensando "y ahora vamos a contar lo del tapiz", "y ahora vamos a contar lo del caballo de Troya", "y ahora vamos a contar lo del cíclope, lo de Circe, lo de...". Siempre en estos casos ves acreditados a tropecientos guionistas, hasta Ben Hecht, yo creo que profesionales de primera y hombres cultísimos que se conocen la obra al dedillo y tienen ganas de explicársela al mundo.
Ilustrar no tiene nada de malo. Es una posibilidad que da el Cine y una necesidad lógica e inevitable. Si lo haces mentalmente cuando lees, teniendo una cámara en mano cómo no vas a querer darle un rostro a Ulises, a Penélope, a Telémaco, a Nausicaa. Y si tienes medios para hacerlo con fotografía de Harold Rosson (y por ahí Mario Bava sin acreditar) cómo vas a renunciar a eso. Pero al final en mi estima cinematográfica me acaban pareciendo superiores películas que adaptan novelas menos conocidas con menos impronta en el imaginario, y en el cine de aventuras de los 50, por estimable que resulte ésta, que francamente lo resulta, hay unas cuántas bastante superiores.
Sigo creyendo que Hitchcock lo tenía muy claro cuando decía que nunca haría Crimen y castigo y por qué. Porque era una obra maestra por definición y resultaba intraducible para el Cine. Uno de los que más se han acercado, asumiendo de entrada el fracaso y la inevitable superficialidad del resultado, también lo asumió Prokofiev cuando hizo una ópera de la obra de Tolstoi, fue King Vidor en "Guerra y paz", que también tenía a Camerini en el guion en otra inmenso nómina de escritores, pero también es cierto que Vidor tenía más ambición que Mario Camerini, que siempre me pareció que tras un film soberbio a principios de los 30 se entregaba a una serie de comedietas convencionales con Vittorio de Sica que me desanimaron a seguir indagando en su cine.
Vidor y quizás el Kozintsev de "Don Quijote", que filmó una película deliciosa lejos de toda fidelidad, desde esa lejanía cultural y al mismo tiempo ese afecto de los soviéticos por Cervantes. Los Shakespeare por ser teatro y ser de origen a veces tan cinematográficos en general juegan en otra liga pero excepción arriba excepción abajo sigue siendo mejor no filmar Crimen y castigo (como adaptación literal). No tenga miedo pues Christopher Nolan en ultrajar lo que respetado siempre acaba resultando tan poco cinematográfico, y más cercano a hojear una edición deluxe de Homero en pie en los anaqueles de una silenciosa librería.



jueves, 6 de marzo de 2025

EVA AL DESNUDO

 La actriz de las fotos se llama Barbara Bates y no hizo en el cine nada ni remotamente comparable a protagonizar el grandísimo final de "Eva al desnudo".

Es una película que se presta a revisiones críticas despiadadas, con toda esa sobreescritura de Mankiewicz y demostración constante de ingenio en las réplicas, que muchas veces son ciertamente ingeniosas y muy divertidas. Pero está tocada por un verdadero ángel, porque es más que escritura y hay puesta en escena y porque ese guion tan sobreescrito te lo sueltan sobrecogedores y verdaderos monstruos de la escena que hablan y se mueven como dioses. El personaje que te mantiene en suspense y emoción es la Eve Harrington de antología que compone Anne Baxter pero a esa emoción dramática se le complementa otro tipo de emoción, uno de los personajes femeninos más auténticos, no necesariamente desde lo dramático sino desde lo lo humano y desde lo creíble, la Margo Channing de Bette Davis.
Luego ahí hay más gente, la serpiente perfumada de George Sanders, qué alto era ese hombre, Celeste Holm, Thelma Ritter, Marilyn Monroe...pero esta vez quiero retener el nombre de Bette Davis.



miércoles, 5 de marzo de 2025

LA POSESIÓN

 Me ha dado por volver a ver después de muchísimos años "La posesión" (Andrzej Zulawski, 1981). No sé por qué. No era tampoco un título ni que me maravillara ni que creyese pendiente una revisión pero la verdad es que he disfrutado una barbaridad la sesión.

Creo que es una película histérica y sensacionalista, como quizás también lo sea otra obra tan fascinante como "Lo importante es amar", pero que ha sabido ir a tapar en pocos minutos los resquicios de excesivo juicio cerebral que pudiese aplicar sobre ella para hacerme entrar de lleno en una sesión de hipnosis cinéfila.
Tiene todo lo que con los años he ido adorando más y más del cine fantástico y de terror, es una película de crisis matrimonial, las barbaridades suceden en un momento crítico de la vida de los personajes, por tanto lo fantasioso se erige en cierto modo como símbolo o metáfora de la desazón existencial de los protagonistas (no confundir con si es real o imaginario, esa no es la cuestión central). Sucede además en el Berlin gris de los años 80, con el Muro presente, con lo que el lugar acaba teniendo también una tremenda significación en lo que quiere expresar la película.
Y tiene un crescendo final maravilloso hasta terminar en un pico que no sé cómo había podido olvidar. Y desde luego una Isabelle Adjani para las antologías.