UN MUNDO FELIZ: Un viejo debate, que algunos manteníamos animadamente en la juventud, consiste en discernir si nuestro mundo o el futuro se parecerán más a Orwell o a Huxley. Tras la lectura el mes pasado de "1984", no cabe duda que teniendo frescas las dos novelas nos adentramos en un tétrico conglomerado de ambas. La novela de Huxley es más fría pero esa frialdad acaba constituyendo estilo. Forman una dupla estupenda.
EL EMBRUJO DE SHANGAI: Celebérrima novela por ser un proyecto nunca rodado por Víctor Erice, con significativos puntos de contacto con "El sur", además. Para el cinéfilo su lectura tiene suficiente morbo e interés pero realmente se trata de una obra hermosísima que se vale por si misma para atraer a cualquier tipo de lector. Continuamos para bingo con las obras del grandísimo Juan Marsé.
LA EDAD DE LA INOCENCIA:Novela a la que he llegado a través de la ópera "Fausto" de Gounod, que tendrán ustedes próximamente en este blog, ópera a la que llegué a través de la película de Scorsese que adapta esta novela, en un feliz y continuo maridaje y orgía de Artes que espero que no se acabe nunca. La película de Scorsese ha llegado a gustarme bastante sin euforias. La novela es una de las más conmocionantes que he leído nunca. Un agudo y emotivo al tiempo análisis de las convenciones y automatismos sociales del corazón que valdría para nuestros tiempos perfectamente.
LA MÚSICA EN EL CASTILLO DEL CIELO: No es una novela pero merece aquí su espacio. Me gustaría leer obras similares de Auguste Renoir y de Shakespeare, quizás de Mozart (tengo los títulos en mente). Un año leyéndola, la mayor parte durante el verano pasado. Alterna el análisis musicológico, no fácil de entender, y las referencias concretas a la obra de Bach (hay que tener youtube delante como en aquel "Doktor Faustus" de Mann), las alterna con la exploración novelesca del carácter y el tiempo que le tocó vivir a Bach, un hombre más mundano de lo que la mitología de "tocado por la mano de Dios", que hemos alimentado entre todos, nos haría entender. Una obra tan exigente como didáctica y gratificante.
Páginas olvidadas...Milan Vargas
GREG KEYES:Siento no proponer en esta entrada un autor que haya sido traducido al Castellano. No puedo sin embargo evitar presentar a Greg Keyes autor del ciclo The Kingdoms of Thorn and Bone.
A lo largo de lo que se podría traducir por los Reinos de Espina y Hueso, los personajes se ven atrapados en intrigas políticas, conspiraciones tenebrosas y acaban dándose cuenta de que son piezas un vasto juego cuyas implicaciones son cósmicas.
Además de la fortaleza de su narrativa, su estilo muy visual, y personajes entrañables, Keyes juega con mucha eficacia con elementos del género de terror en una historia de fantasía consiguiendo una mezcla muy lograda.
Al igual que Tolkien Keyes realizó para su obra un importante trabajo de lingüista que trasparece en varios puntos del relato.
A lo largo de lo que se podría traducir por los Reinos de Espina y Hueso, los personajes se ven atrapados en intrigas políticas, conspiraciones tenebrosas y acaban dándose cuenta de que son piezas un vasto juego cuyas implicaciones son cósmicas.
Además de la fortaleza de su narrativa, su estilo muy visual, y personajes entrañables, Keyes juega con mucha eficacia con elementos del género de terror en una historia de fantasía consiguiendo una mezcla muy lograda.
Al igual que Tolkien Keyes realizó para su obra un importante trabajo de lingüista que trasparece en varios puntos del relato.
JOSE MARÍA LATORRE:Nunca está de más destacar talentos del género fantástico de habla hispana. Y el fallecido José Maria Latorre se merece un sitio privilegiado.
Su obra compuesta por relatos cortos y novelas está dedicada al miedo sobrenatural y al miedo psicológico (El depósito de agua in Musica muerta). La marca de fábrica del autor son sus ambientes tan agobiantes y espesos que se puede cortar el aire con un cuchillo, y aunque técnicamente se podría pensar que es demasiado, su genio y la sencillez de su estilo permite que cuaje.
En la novela “En la ciudad de los muertos”, Latorre revisita un género clásico de la literatura gótica (no quiero hacer spoiler) dándole originalidad no por el entorno, o el contenido del relato sino por su enfoque y manera de contar.
Y allí enlazamos con el segundo punto fuerte del autor. Latorre es capaz de hacer olvidar totalmente sus orígenes para sumergirse él y el lector en un ambiente muy diferente y lejano (Europa del Este, Suráfrica…). En la novela antes citada los personajes se mueven en la Hungría rural que consigue restituir con realismo y sutileza.
La antología “Música muerta” ofrece una muy variada parrilla de cuentos de terror o simplemente agobiantes no todos sobrenaturales, que incluye variaciones sobre el mismo relato (lo ojos muertos).
MARGARET WEIS Y TRACY HICKMAN: A primera vista nada parece distinguir a Weis y Hickman, de las toneladas de literatura bazofia esponsorizada por las distintas marcas detentoras de los derechos del juego de rol Dragones y Mazmorras, salvo que escriben juntos (sin que sean pareja cabe precisarlo).
Hasta que el lector prescindiendo de la abundante obra ambientada en el universo fantástico heroico de Dragonlance, se topa con el ciclo “Las puertas de la muerta”.
A lo largo de los 7 volúmenes de la obra, los autores tuercen el cuello con humor y un sentido épico muy desarrollado, a los tópicos del género y maneja un amplio elenco de antihéroes.
Hickman suele ser el maestro de las intrigas desplegando el esqueleto de las tramas narrativas mientras Weis le da carne, substancia y sabor.
Los autores se han impuesto fuera del género de la literatura facilona con varias otras trilogías como “La rosa del profeta” especie de Mil y unas noches en un universo imaginario, o “La trilogía de la espada negra” también experimental con respecto al género de fantasía sin dejar de usar muchos de sus ingredientes.
A lo largo de los 7 volúmenes de la obra, los autores tuercen el cuello con humor y un sentido épico muy desarrollado, a los tópicos del género y maneja un amplio elenco de antihéroes.
Hickman suele ser el maestro de las intrigas desplegando el esqueleto de las tramas narrativas mientras Weis le da carne, substancia y sabor.
Los autores se han impuesto fuera del género de la literatura facilona con varias otras trilogías como “La rosa del profeta” especie de Mil y unas noches en un universo imaginario, o “La trilogía de la espada negra” también experimental con respecto al género de fantasía sin dejar de usar muchos de sus ingredientes.
La obra de Weis y Hickman es fresca, entretenida, y graciosa perfecta para una lectura de verano.
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