jueves, 26 de noviembre de 2015

THE ASSASSIN

The assassin (Hou Hsiao-Hsien, 2015)

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Primera quincena de octubre. Tarde lluviosa en el ambiente a veces complacido de si mismo y claustrofóbico de Sitges. Llegó un martes por la tarde completamente fresco al despertarme de la siesta. Difícilmente vuelva a pasarme. El lujo de no trabajar sólo temporalmente. Empieza a estar oscuro, en parte por culpa de la lluvia, y por primera vez en ocho ediciones titubeo por un breve instante en mi camino al Auditori.
Subiendo la cuesta me hago la ilusión de que ya han entrado pero me espera la cola habitual. Sigo leyendo la tremenda paranoia nuclear de DeLillo y se me pasa en un suspiro la espera.
Entro y me siento en la segunda fila, sigo leyendo y mientras, inevitablemente, escucho conversaciones. Alguien ya ha visto la película dos veces antes de la sesión de hoy. Ronda desde hace tiempo un torrent.
No sé. No juzgo pero me cuesta comprender. No se ha producido ningún retraso intolerable en su estreno. La película se vio en el festival de Cannes de mayo y se está estrenando en muchos países en esta primera quincena de octubre. En España se verá a finales de noviembre. Tiempos de espera asumibles.
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Tampoco entiendo que este maravilloso Auditori, el tamaño de su pantalla, la amplitud de su anfiteatro, el mágico silencio colectivo no vaya a ser una primera vez para todo el mundo. Que antes haya habido un PC o un televisor de plasma conectado a internet, a un dvd o a un usb, una tableta en el más monstruoso de los casos. No lo entiendo y creo que no lo entendería ni aunque existiesen errores en la proyección y sus ventanas. Lo entiendo cuando nunca en tu vida vas a ir a Sitges o nunca en tu vida estarás cerca de una pantalla en la que se proyecte “The assassin”.
Pero quién necesita que yo lo entienda.
Lo más aterrador es pensar cuántas personas no van a pasar por taquilla porque ya se han hecho con el dichoso torrent de las narices. El ya casi odioso torrent.
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No hay presentación de ningún tipo. Hace ya tiempo que Sitges escupe preestrenos a contrarreloj. A quién le importa. Todo lo que usted debe saber léalo en internet. Para qué escuchar la voz amable y amorosa de alguien que quiera a la película.
Empieza la película y alucino en colores. Para empezar en blanco y negro. Hou Hsiao-Hsien da más de lo que habríamos supuesto en el más optimista de los mejores casos
Sería injusto o sería simplificador decir que simplemente enmienda la plana a Ang Lee, a Wong Kar Wai o a Zhang Yimou. Y es verdad que durante toda la década pasada estuve lamentado, maldiciendo,  la tortura que suponían cada uno de los wuxias de la infausta trilogía de Yimou.
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“The assassin” no sólo enmienda, es esteticismo y da un paso, veinte pasos más allá del esteticismo. Resuelve cada escena con una solución pictórica, con sus sedas y sus cabellos sedosos, pero también da una solución para su propio tempo, para su sonido y sus silencios, para la duración de la secuencia y para la elección del plano, del paisaje y de sus interiores.
Todo se antoja sublime en “The assassin”. Puede que con los minutos eso sea parte del problema. Todo te sigue pareciendo sublime pero mueres un poco de  éxito con Hou. Uno se cansa un poco de batir palmas ante cada faena y echa en falta una vibración y un amor que recorra la película a lo largo de todas las secuencias. Una intuición que las unifique y le dé a la obra la consistencia que requiere para ser algo perdurable y no el capricho o el juguete roto de la temporada cinéfila.
A la larga “The assassin” puede resultar incluso algo aburrida y poco apetecible de seguir. Es como si Hou Hsiao-Hsien supiese tocar el timbre de los críticos, supiese exhibir su magisterio en el ejercicio de la cinematografía en su sentido más presuntamente noble, pero le faltase instinto, una argamasa que grabara la película a tus entrañas.
Una posible baza podría haber sido explotar (aún más) su condición de película-retrato consagrada a la musa del director, la actriz Shu Qi, que da algunos de los momentos más memorables de la obra.
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En la escena final se te pasa un poco esta desazón. Bien pensado la película ha pasado en un suspiro y ni si quiera has llegado a pasarlo excesivamente mal. Es más, te alegras mucho de estar allí, que ésta haya sido tu primera vez e inevitablemente piensas con melancolía que quizás la siguiente sea ya en blu-ray. Al margen de eso, ojalá la película tenga suerte donde tiene que tenerla, en las salas.
Salgo. Es de noche y sigue lloviendo. Las conversaciones arrecian. Los hay, y mira que intenté esquivarlos varias veces bajando la cuesta, que se preguntan si el público estaría informado de lo que iba a ver, que esto no es una de Wong Kar Wai, que Hou Hsiao-Hsien sólo hay uno y a ti te encontré en la calle. Que la gente esperaría otra resolución de las secuencias y no han encontrado lo que esperaban. Oigo y he oído cosas parecidas con frecuencia, a lo peor las he dicho.
Hubo una cinefilia vieja de cuerpo y de alma que impidió que se estrenaran muchas películas y hay una cinefilia nueva, monástica escribana, purista y exclusivista, a la que en el fondo le da igual que se estrenen. Hay que martillear con el conocimiento que yo tengo y los demás no. Y si es un festival aún mejor.
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“The assassin” lo merece todo , es hermosísima o legítimamente un rollazo, pueden ustedes escoger, pero escojan, por favor, porque pocas películas les necesitan tanto, tantísimo como ésta. Vayan a taquilla, pero no por cinefilia, vayan por el Cine. Aunque no conozcan a duras penas la obra del gran Hou o la conozcan de forma superficial o anecdótica. “The assassin” sólo puede vivir de verdad a través de ustedes, que no han visto “Millennium Mambo” y no tienen muy claro qué es el DCP ni quién es Hong Sang-soo. Ustedes que adoran “Ashes of time”, “La casa de las dagas voladoras”,  o simplemente “Tigre y dragón”. No permitan que se apropien de ella.
“The assassin” joya o peñazo, cine en el cine, en una lluviosa y triste tarde, anegada en el ruido ensordecedor , miserable y deprimente de eso que llaman o yo llamaba pomposamente cinefilia.
Que las grandes películas como ésta siempre nos sobrevivan siempre a todos y a nuestras pretensiones.
“The assassin” se estrena en salas españolas el 27 de noviembre.


lunes, 23 de noviembre de 2015

A SECOND CHANCE


Mi tema favorito de la obra de John Williams (no necesariamente el mejor). Una de las películas de mi vida.

viernes, 20 de noviembre de 2015

MAD MAX: FURIA EN LA CARRETERA

Nunca durante mi infancia vi ninguna película de "Mad Max". No sé de qué van ni qué son. Me suena algo apocalíptico y que sale Mel Gibson.

De adulto veo que hacen un revival y que las críticas son bastante buenas. De repente gana el premio FIPRESCI de la crítica internacional a la mejor película del año. Ahí es nada.

Me huele a que habemus blockbuster de altísima calidad descubierto.

Puede ser. No le encuentro pegas que pueda explicar para hablar de una película equivocada. Pero francamente a mí me ha parecido un rollo, me he aburrido muchísimo.

El problema, y no es pose, es básicamente mío. No me entero de nada. No entiendo su sentido de la acción, no me atrae su estética.

Pongo alguna brizna de interés en esos cielos de western o en la poética figura de las "esposas" (una de ellas se llama nada más y nada menos que Angharad, como la prota de How green was my valley), pero no es suficiente.

Creo que los de la FIPRESCI han puesto cámaras en las casas de los gafapasta pedante petardo como yo y se están partiendo. Es broma. En el fondo me sigue alegrando que no siempre esté legitimado el mismo tipo de cine, pero como dice la expresión "it's not my cup of tea". Viejo de espíritu. No me verán en el resto de la segunda trilogía.


jueves, 19 de noviembre de 2015

GANGS OF NEW YORK

Publicada en Cine Club Tourneur el 2 de marzo de 2003

Como mínimo "Gangs of New York" tiene una virtud:
siendo lo esperadísima que era, ni confirma
automáticamente todas mis (elevadísimas) expectativas,
ni me decepciona. No es que no tenga claro si me ha
gustado o no (que sí me ha gustado), pero causa un
efecto cada vez más difícil de encontrar en el cine
contemporáneo, y en el cine en general, qué demonios.
Te proporciona algo más allá de unas sensaciones
predeterminadas de satisfacción o frustración. A ratos
me provoca algún éxtasis, en algún momento me
aburre,en general me entretiene mucho y siempre me
desconcierta, aún siendo todo lo previsible que es.

Eso es saludable cuando ves que una parte de la
crítica de cine que los aficcionados nos leemos se ha
reducido a las lúdicas y divertidas estrellitas,
vamos, que te transmiten que el cine puede provocarte
cinco tipos de sensaciones,más o menos, dependiendo
del número de chirimbolos que tu mente le casque
mental y simbólicamente al invento.Y el cine,el mejor
cine, la verdad es que suele dar para demasiado más.
La película de Scorsese se siente como algo más sutil,
complejo e indescriptible que una determinada
reacción/opinión, que un simple decir blanco o decir
negro.

Tiene un aire de futuro clásico del cine épico porque
están las dos figuras que garantizan un clásico: un
director loco y un productor sensato.Demasiados rios
de tinta han corrido, corren y correran sobre lo que
pudo ser "Gangs" y no será. Igual en veinte años vemos
un "Redux" y todos tenemos ganas de echarle el diente,
pero los actuales 168 minutos se me antojan
adecuadísimos. 

A la inclasificable, personalísima, estimulante (y
también discutible) megalomanía del descomunal Martin
Scorsese, pues igual hay que ponerle un límite,qué
caray. El señor Scorsese, ya todo un Dios del cine,
nos crea todo un mundo ante nuestros ojos y nos pasea
por él con ritmo y ganas. Si por Scorsese fuera no
terminaríamos nunca el paseo por el vigoroso fresco
neoyorkino-decimonónico, pero todo el mundo sabe que
la gran aportación de los productores sensatos a la
historia del cine ha sido el saber que es una buena
idea poder irse a cenar después de ver la película, y
no quedarse a vivir en la sala. No sé quién habrá 
tenido más o menos peso en el montaje final, pero la
película me parece equilibradísima como narración,no
desde luego como producción, tan excesiva,
grandilocuente... (para bien o para mal, cada uno dirá
inevitablemente).

Es equilibrada por saber remontar el vuelo ante el
problema que se le viene a las dos horas.Repasando un
poco la película en este párrafo. A saber. Magistral
desfile inicial+ batalla inicial montada de una forma
discutible por demasiado difusa/modernilla, aunque muy
bien culminada, con lo que lo de difusa está medio
justificado. Historia de venganza+relación
paterno-filial entre Day Lewis y Di Caprio+historia de
amor Di Caprio-Diaz con la sombra de la historia Day
Lewis-Diaz, tres vértices más o menos funcionando con
suma corrección mientras se nos hace el retrato de las
tropelías y suciedades físicas y morales de esa Nueva
York en plena Guerra de Secesión. Mecanismo dramático
que funciona estupendamente hasta que a una media
hora/tres cuartos del final los tres vértices
dramáticos ya están más que agotados y el retrato de
esa sociedad ya se hace terriblemente monótono.Y es
cierto, la película llega en algunos momentos a
parecer agotada y a hacerse muy monótona.

Se podría haber seguido ,claro, el material de partida
es tan rico que se podría haber hecho toda una serie
de televisión con esos personajes y ese contexto, pero
la opción que se toma es mucho más fascinante e
inteligente. La narración se acelera para sumergirnos
en un tramo final de violencia frenética y acciones
paralelas, típicamente scorsesiano pero en una época
poco frecuentada por el director, jugando
maravillosamente con la imagen como sólo él sabe
hacerlo. Y todo para desmbocar en una escena final, ya
digo que previsible argumentalmente, pero hermosísima 
en lo visual, como lo es toda la película.

A lo que más se parece "Gangs of New York" es a una
película de Martin Scorsese,en principio, sus
inabarcables soluciones audiovisuales así lo
certifican para bien o para mal. Tiene un sello
genuino que a mí consigue hipnotizarme. Pero también
me parece destacable su carácter industrial, de
sistema de estudios clásico, incluso. 

Una superproducción en Cinecittá cuya inyección de
dólares y cuya esmerada creatividad no ahoga la
historia que quiere contar (como sucedía con la
alucinante pero a la postre tan tediosa "La edad de la
inocencia").Algo tan poco habitual hoy en dia como
esos impresionantes decorados tan "de verdad" que te
sumergen de lleno en otra época siendo tú tan
consciente al mismo tiempo de la mentira y el
artificio(y sin ordenadores de por medio, dicen!).

Un guión con arquetipos elementales pero efectivos. El
héroe que cuenta en off la película, algo en principio
tan Scorsese, pero aplicado de forma tan intermitente
que acaba resultando prescindible y muy ¿pegote
improvisado de postproducción?, aunque no llegue a
molestar; la chica guapa y rebelde; el malo malísimo
pero con su código de honor...

La película lo es todo, cine de autor, cine de
Hollywood, cine de ayer, cine de hoy, épico, drama,
western, crítica social, drama amoroso, echándole unas
gotitas subversivo-incendiarias (aY!,...esos ataques a
la Quinta Avenida...a ver si se van a pensar que
Martin es un pro-soviético!!!)...

Ante tanto y tan florido panorama, ¿qué pensar?, ¿qué
decir?, lo tiene todo para entusiasmar o provocar
bostezos, ¿tal vez indignaciones?.Para satisfacer
plenamente o dejar la sensación de que precisamente
por querer serlo todo acaba por no ser nada. En todo
caso, apabulla siempre y creo que merece un mínimo
reconocimiento por su innegable personalidad.

A mi me ha parecido soberbia, pero precisamente lo que
más aprecio es esa capacidad intuida para ser única y
en consecuencia hacer reaccionar al público en las
direcciones más imprevisibles, y sin ser tampoco el
colmo del riesgo.

Pero que a Scorsese no le den el Oscar, por favor, le
pega más estar en la leyenda negra de olvidados, con
Fritz Lang, con Howard Hawks, con Hitchcock...Sería
triste que se lo dieran por ésta, que es tan suya pero
a la vez tan del Hollywood de siempre...es un cine
entero esta película.



domingo, 15 de noviembre de 2015

ANNA BOLENA de Gaetano Donizetti

Hay una nueva generación de cantantes de ópera muy bien movida por la Deutsche entre otras instituciones con más o menos ánimo de lucro, que yo, sordo de profesión y de vocación, no tengo mimbres para decir que sean mejores o peores, pero que tienen mucha potencia dramática, belleza, poder mediático y un eficiente trabajo de marketing a sus espaldas.

Anna Netrebko y Elina Garanca, dos puntales de los tiempos modernos, se enfrentaron en la escena de la Opera de Viena (allá donde Ethan Hunt haría después virguerías durante un Turandot) como Anna Bolena y Giovanna Seymour, a reina muerta, reina puesta.

Sin olvidar la testosterónica presencia de un Ildebrando d'Arcangelo que marca un modelo diferente de Enrique VIII al marcado por Charles Laughton.

Es muy aventurado decir que resultó algún tipo de metáfora sobre sus carreras, pero el momento Sul suo capo aggravi un Dio es el más explosivamente hermoso de toda la ópera, bien armada dramáticamente, como lo que conozco de Donizetti (de momento sólo el elixir), aunque musicalmente no sea este hombre, de momento, de mis favoritísimos.

Estupendo montaje y muy buena ópera sea como sea.





viernes, 13 de noviembre de 2015

MISIÓN DE AUDACES

Llega un determinado momento en que John Ford aburre. Ves "Misión de audaces" y vuelve a ser, como tantas otras suyas, la mejor película de la historia del cine. Una obra de un lirismo y una épica sublimes y bien interrrelacionados entre ellos. Además una obra sobre los amargos desastres de la guerra que no tienen nada que celebrar.

Entonces se te va el pensamiento a los asuntos más peregrinos y piensas en la relación de Ford con el teatro isabelino. Y empiezas a hacer la lista de referencias, el pseudónimo que Sean se puso para dirigir cine (el dramaturgo John Ford), la escena de Shakespeare de "My darling Clementine", la cita aquí a Ricardo II, que el personaje que hace Wayne se llame coronel Marlowe. Y piensas que seguirás ese rastro en más ocasiones.

Además piensas que Jarmusch por "Only lovers left alive" y el tuerto te han dado ganas de leer a Marlowe.

Y bueno, al final se oye el tema musical "Ethan returns" de Max Steiner para "Centauros del desierto", y vas hilando asombrado y emocionado esa inmensa comedia humana que trazó el tan bien llamado Shakespeare del cine. ¿Tantos interrogantes de "The searchers" tienen por fin respuesta?. No me había fijado hasta ahora.

Y piensas en la última mirada de Constance Towers, tan hermosa con el pelo corto, y la última e inesperada mirada de William Holden.

Es verdad. Esto es el cine. Se podía acabar ya perfectamente (licencia poética, no se me enfaden ni rasguen sus hermosas vestiduras).

Esto es el cine.

¿Se levantarían en su día a aplaudir tras la escena en la barra del bar?.


jueves, 12 de noviembre de 2015

LES DAMES DU BOIS DU BOLOGNE

Publicada en el Cine Club Tourneur el 28 de enero de 2003

Quién habrá visto y quién lo ve a Robert Bresson, el
maestro de la seriedad y el ascetismo cinematográfico,
enfrentado a un melodramón tronchante con la maestría
con la que se enfrenta a "Les dames du Bois du
Bologne".

Si siempre nos han dicho el tópico que Picasso tuvo
que dominar primero el dibujo clásico para poder
llegar a pintor cubista, tiene "Les dames du Bois du
Bologne" (segundo Bresson), todo de lo que abominó el
director posteriormente.

Música lírica, obsesiva y bastante omnipresente,
actores profesionales que interpretan, un folletín de
mujer despechada y vengativa, sutil y exagerado al
mismo tiempo (con honras y todo de por medio), que se
ve entre la carcajada y el emocionante
seguimiento.Exceso bressoniano, aunque los términos
puedan parecer antitéticos.

La película es magnífica, desmadrada, dentro de unos
límites, tampoco nos pasemos que podría ser peor. No
habrá a quién le falte tiempo para decir que es
impropia de Roberto, atípica y muy menor dentro de su
filmografía, pero siendo algo abierto de miras, hace
más grande a su director, demostrando que dominaba
todo tipo de texturas, formas y colores, por mucho que
después su credo cinematográfico llegara a ser una
especie de Biblia de la contención fílmica.


viernes, 6 de noviembre de 2015

UNA PALOMA SE POSÓ EN UNA RAMA A REFLEXIONAR SOBRE LA EXISTENCIA

No recordaba en absoluto qué opinaba sobre la anterior película de Roy Andersson (¿ven? para eso sirve un blog) y me topo con la sorpresa de que mi opinión era bastante peor de lo que recordaba. Bien es cierto que tampoco desde el año 2012 he sentido el impulso de conocer el resto de su obra.

Su nueva obra de larguísimo título creo que me gusta más, o en todo caso me hace ahondar en aquello que ya admiré entonces:la increíble creatividad y maestría de una puesta en escena basada en planos fijos y lugares insólitos (verdaderas fealdades de extrarradio desprejuicida, desvergonzada y florecientemente poetizadas) que no dejan de sorprenderte escena a escena aunque sea ya una estética trillada por el cineasta. Personajes estrafalarios, con ese blanquecino maquillaje, suave y nada subrayada melancolía...

La película me parece, por lo que leo de lo escrito entonces, más divertida que la anterior (o mi humor ha mejorado) y posiblemente me deje mejor huella y mayor memoria, sí que puede que acuse que este crack de los spots publicitarios flojea algo en el último tercio de un largo y vuelve uno por eso a sospechar del riesgo de que ese último tercio haga que a la próxima tenga que ir buscando esta entrada para ver qué pensaba de este León de Oro de Venecia del año 2014. Pero ná...

Creo que no soy megafan de este hombre pero nunca dejaría de recomendar su indudable talento.







jueves, 5 de noviembre de 2015

BARBARROJA

3 de enero de 2002

Cine Club Tourneur

Después de un policiaco tan moderno y espléndido del año 1963 como es "El infierno del odio", (¿cuánto le debe a Kurosawa el llamado cine de acción?), dirigió el ilustre nipón una de esas películas en las que una vez encontrado el momento, la predisposición y el asiento, casi todo es disfrute sin pestañear casi nada.
"Barbarroja" son 185 minutos de gran cine, no faltos de algunas pegas, pero muy gratos y una estupenda manera de abrir el año "cinéfilo". Trata la historia de un joven médico egocéntrico y desgradable, obsesionado por el prestigio y la riqueza, al que destinan a un hospital que trata a gente pobre, y donde el veterano director del hospital (mítico, soberbio Toshiro Mifune) le enseñará el camino de la humildad, el humanismo y la dedicación a los demás. La transformación del médico es sonrojantemente previsible como para ser relatada, pero como en los más grandes, no es el qué lo que importa, sino el cómo.
Lo mejor y lo peor de la película es que en 185 minutos cabe todo, y Kurosawa con una mezcla de ingenuidad juvenil y ambición lo mete todo, como quien intenta cargar una maleta de viaje hasta los topes cuando ésta casi no se cierra. No todos los minutos ni todas las historias interesan de la misma manera, pero se encuentran momentos excelentes de tensión extrema (la peligrosa primera paciente), ceremonial pausado (momentos tópicos de lo que se supone popularmente a una película japonesa), poesía (la esposa que renuncia a su feliz destino) y emoción (el pasado del joven médico que va haciendo su dosificada aparición a lo largo de la película).
Quizás no sea de sus mejores películas (pensando en Rashomon, en Los siete samurais...póngase el título antológico que se prefiera),  es simplemente una obra sencilla, bonita, muy entretenida y recomendable. Yo la grabé de Canal 33, pero creo que Filmax también la ha lanzado al mercado en su interesantísima colección. 


lunes, 2 de noviembre de 2015

TANNHÄUSER (OBERTURA)

Una de las más bellas y coloridas oberturas jamás escritas, para perderse en ella una y otra vez, preludio del maravilloso "Tannhäuser" que vi el sábado pasado, libro y música de Richard Wagner, uno de los artistas más totales que jamás hayan existido.


domingo, 1 de noviembre de 2015

NOVELAS OCTUBRE DE 2015

Otro mes duro al que hemos sobrevivido. A partir de la semana que viene espero que el retorno de la lectura a la hora del desayuno reactive el mortecino ritmo literario de los últimos dos bellos e intensos meses:


SUBMUNDO: Dos meses he dedicado a la lectura de esta obra compleja, laberíntica, ardua. Se notan a veces demasiado las costuras de "gran novela americana" en su caleidoscópica narración, a veces excesiva en su escupir personajes, bien cerrada y bien ligada siempre. Otras veces se siente la herencia de la gran madre "Manhattan transfer". Pasado el tiempo te resuenan poderosamente muchas de las historias y pasajes de la obra que quizás te estabas leyendo cinco semanas antes. Hoover y su colega Clyde Tolson, Eastwood avant la lettre, el inédito de Eisenstein... A veces no te enteras de nada, a veces la sigues apasionadamente coma a coma, pero nunca te planteas dejarla. Mil páginas de mundos y submundos extraños, mágicos y poderosos. Magnífica.
RESURRECCIÓN: Me sucede con Tolstoi que no le encuentro a lo leído la misma pasmosa regularidad en las nubes, que le encuentro a Dostoievski. "Anna Karenina" es quizás la mejor novela de todos los tiempos (empatada con otras tantas) y "Guerra y paz" es genial, pero el resto de lecturas no veo que se acerquen. Eso no debería confundir las cosas e impedir que se aprecie que "Resurrección" es una novela potente, valiosa, importante. Narra un proceso de conciencia personal y social de un joven que le lleva a Tolstoi a hacer lo que más le gusta, disertar y reflexionar, casi más que contar una historia. En "Resurrección" se encuentra una síntesis de su pensamiento hacia el final de su vida, el estado como opresor de la libertad del individuo, casi como creador y forzador del crimen, el idealismo cristiano...lo que se ha dado en llamar anarquismo cristiano. La narración es casi esquelética y está delirantemente dilatada, pero es justamente eso, quien leyó "Guerra y paz" sabe qué es lo que verdaderamente le priva al bueno de León.


CUENTOS COMPLETOS: John Cheever fue un afilado analista del american way of life de postguerra y de las soledades, vacíos e incomunicaciones en las lustrosas urbanizaciones con dos hijos, colegio de los niños y fiestas con abundante alcohol. Sinceramente leído una treintena de cuentos del tirón se me empiezan a hacer un tanto largos, aburridos y repetitivos y dejo de lado la segunda treintena para no llegar a detestarlo. Ya volveré a ella (o no), aunque sólo sea para leerme la celebérrima "El nadador" porque ni de lejos todos los cuentos son tan estupendísimos y perfectos como "La monstruosa radio". Tengo por aquí un volumen de Dorothy Parker que no sé si pecará de algo parecido. (En junio de 2018 me leo la efectivamente soberbia "El nadador" y alguno más pero efectivamente mi aburrimiento es parecido. Me parece improbable que persevere).



EL MAESTRO DE PETERSBURGO: Atractiva novela basada en un episodio inventado de la vida de Dostoievski que supuestamente le inspira "Demonios". La obra es un hermoso complemento, perla de homenaje o bonito y valioso fetiche de la obra del ruso. Uno se siente como en casa leyéndola, si acaso se pierde Coetzee en algunos excesos de lírica sensorial un tanto cursis y vulgares que si "el palpitar de la carne", que si "el sabor a hiel". Esos excesos se repiten más de lo necesario, pero la obra resulta inevitablemente simpática y lograda.

Próximamente: Fontane, Balzac, Collins, Kafka, Faulkner, Pynchon y Philip Roth, no sé en qué orden ni mezclado con quién.